Tras lograr avances importantes en la desjudicialización del conflicto (con la derogación del delito de sedición y la reforma de la malversación), el president de la Generalitat, Pere Aragonès, considera que la negociación con el Gobierno español debe entrar en una nueva fase. Una etapa que aborde, de hecho, la raíz del conflicto político, es decir, el derecho de los catalanes a decidir libremente el futuro de su territorio.

Desde la óptica independentista esto pasaría por la celebración de un referéndum de independencia acordado y reconocido internacionalmente. Pero para conseguirlo, en esta ocasión Aragonès plantea alcanzar previamente un consenso en Catalunya sobre cuándo y en qué condiciones debería votar. En pocas palabras, el president del Govern defiende que el próximo año se dé forma a la propuesta catalana de Acuerdo de Claridad, para ganar fuerza en una futura votación con el ejecutivo estatal.

Éste ha sido el mensaje clave del discurso de Navidad que ha pronunciado Aragonès este lunes por la noche, día de San Esteban, desde la Biblioteca Nacional de Catalunya. El president también ha apresurado a los partidos a aprobar los presupuestos de la Generalitat para el próximo año, dado el apoyo que ya tienen de los sindicatos mayoritarios, patronales o entidades como la Taula del Tercer Sector Social, en una petición dirigida implícitamente a PSC y Junts por Catalunya, las dos formaciones con las que negocia unas cuentas que ya tienen el apoyo de En Comú Podem.

Tras subrayar que "en la sociedad catalana hay un amplio consenso sobre la necesidad de resolver el conflicto con el Estado votando", Aragonès ha asegurado que el próximo año la Generalitat "impulsará un debate, una gran conversación, con el conjunto de la sociedad para dar forma y visualizar ese consenso". En concreto, la propuesta catalana de Acuerdo de Claridad debe suponer, para el president, "un acuerdo entre nosotros sobre cuándo Catalunya debe poder volver a ejercer el derecho a decidir, sobre en qué condiciones hay que volver a votar porque esta vez todas las partes se sientan incluidas y todo el mundo acepte el resultado".

Este Acuerdo de Claridad debe ser "explicable y homologable a nivel internacional" y "escrupulosamente democrático". Para Aragonés, se trata de "volver a dar voz a la gente" y, por tanto, "volver a abrir camino" para resolver definitivamente el conflicto con el Estado.

Aunque en ningún momento del discurso ha pronunciado la palabra "referéndum", hace dos semanas ERC anunció que la ponencia política que las bases del partido votarán en su Congreso Nacional de finales de enero propone que el Acuerdo de Claridad fije una participación mínima del 50% del censo y un apoyo al "sí" de al menos el 55% de los votos para que se pudiera materializar la independencia. Justamente son las condiciones que permitieron a Montenegro convertirse en un Estado soberano tras votar en referéndum en 2006. La propuesta republicana no fue bien recibida por el PSOE, el partido mayoritario del Gobierno, que rechaza frontalmente cualquier referéndum de autodeterminación en Catalunya.

Defiende la necesidad de unos nuevos presupuestos

La otra gran cuestión de la intervención del president ha sido la defensa de los presupuestos de la Generalitat para el próximo año, que de momento no tienen todavía suficiente apoyo para salir adelante.

Tras subrayar que pese al contexto complicado, marcado por la crisis energética, la inflación y la guerra en Ucrania, "hemos avanzado hacia la recuperación de la economía", ha recalcado que ahora "hay que disponer de todas las herramientas y todos los recursos para seguir acompañando a la ciudadanía". Y, directamente, ha dicho que "es necesario que todos y todas estemos a la altura y hagamos posible la aprobación del nuevo presupuesto de la Generalitat".