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La campaña empieza en Venezuela

Margallo respalda a Rivera en su próxima visita a Caracas, mientras que Zapatero recibe las críticas de los suyos y del padre de Leopoldo López por ir como mediador.

Albert Rivera con el padre de Leopoldo López, en una imagen de archivo. EFE

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MADRID.-  El nombre de Venezuela está en boca de todos desde que nació Podemos y ahora el país se ha convertido en el punto de partida de la campaña del 26-J. No sólo fue protagonista del último pleno del Congreso de la legislatura más corta de la democracia, sino que la vuelta del embajador, así como las visitas de Zapatero y Rivera en plena crisis interna han puesto el foco electoral al otro lado del charco. 

Pese a todo, no en todos los partidos se vive igual esta polémica. Mientras que el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero ha sido criticado incluso por los suyos por acudir como mediador entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, el PP y Ciudadanos parecen haberse aliado para hacerse portavoces de los opositores. 

Así, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, y el presidente de C's, Albert Rivera, han mantenido una reunión en la que el primero le ha garantizado al segundo "seguridad" a su llegada al país, el próximo lunes.

El diputado chavista Diosdado Cabello ha advertido al líder naranja que no le dejarán entrar en Caracas por ser "de extrema derecha" y por ir a "conspirar". También le recriminó que pretenda dar lecciones de "moralidad" cuando él posó desnudo en un cartel electoral. 

Rivera tilda a Cabello de "matón político del régimen"

Rivera le respondió este jueves, en una entrevista en Antena 3 en la que estuvo acompañado del padre de Leopoldo López, que no renunciará a su viaje porque ha sido invitado por "la máxima institución del Estado". Es precisamente en la Asamblea Nacional (donde ahora tiene la mayoría la oposición a Maduro) donde intervendrá el presidente de C's para "defender los derechos humanos, la libertad y la democracia". Después se reunirá con opositores y con españoles emigrados a Venezuela. 

"Una cosa es tener cautela y otra dejar de hacer lo que uno tiene que hacer", expresó Rivera, que acusó a Cabello de ser un "matón político del régimen" cuyas declaraciones son "fruto de la verborrea" y un "intento de machacar, como hacen siempre los chavistas con los opositores venezolanos", denunció. 

No es la primera vez que Rivera se deja ver junto al padre del opositor encarcelado Leopoldo López, quien ya estuvo presente en uno de sus mítines electorales previos al 20-D. La intención de C's no era otra que diferenciarse de los de Pablo Iglesias, a quienes siempre han identificado como simpatizantes de Maduro. De hecho, ha reprochado al número tres de Podemos, Pablo Echenique, que haya equiparado a Maduro con Rajoy por considerar que ambos "hablan de otro país para no hablar del suyo". 

Echenique hacía alusión así a las acusaciones de Maduro sobre un presunto "complot internacional" contra él en el que España tiene, a su parecer, buena parte de culpa. El presidente venezolano se burló de numerosas portadas de diarios españoles que hablaban de él y hasta ironizó con la idea de que, si él se presenta el 26 de junio, "barre". El dirigente de Podemos le afeó tales declaraciones y Rivera no ha desaprovechado la ocasión para arremeter de nuevo contra la formación morada. "Hacer equidistancia entre el Gobierno de España y un Gobierno que no respeta los derechos humanos me parece una barbaridad", opinó, no sin antes volver a acusar a Podemos de estar financiado por el régimen bolivariano. "Toda España sabe lo que es Podemos y de dónde se ha financiado su fundación", espetó,

El padre de Leopoldo López, amigo de Rivera, acusa a Zapatero de ser "amiguete" de Maduro

López, por su parte, contribuyó a la causa naranja al asegurar que quienes le llamaron asesino el pasado viernes en Asturias son "exaltados que probablemente tengan afinidad política con algunos partidos españoles", dijo en clara referencia a Somos Siero -la marca municipal de Podemos en dicha localidad-. "No tienen la información ni la educación suficiente por los temas en los que se manifiestan", zanjó la cuestión. 

Más duro fue aún con Zapatero, a quien acusó de ser "amiguete" de Maduro. Para él, la visita del expresidente a Caracas es una "puñalada trapera" que proporcionará "oxígeno" al presidente para "resistirse a celebrar el referéndum revocatorio" que solicita la oposición y que podría obligarle a renunciar a su cargo y celebrar nuevas elecciones. "Está tratando de salvar algo insalvable: un Gobierno que no obedece a la Constitución, un descrédito para la humanidad porque no respeta la vida ni el bienestar de sus ciudadanos", concluyó tras defender, en cambio, la pasada visita de Felipe González, que, a su parecer, sí fue a "defender los derechos de los ciudadanos o de los que estaban presos". 

Margallo, sobre la visita del presidente de C's a Caracas: "Rivera tendrá la protección máxima que podamos darle para que pueda desarrollar su labor allí"

El papel de Zapatero como mediador tampoco ha sido bien recibido en Ferraz, donde según algunas fuentes consideran que ha viajado a Venezuela obligado por el régimen de Maduro y que, además, sólo beneficiará al propio Maduro -allá- y a Podemos -acá-, informó Vozpópuli.

Parece ser, según estas informaciones, que los socialistas no quieren que la campaña de Pedro Sánchez se vea empañada por la polémica venezolana, justo al contrario que los conservadores del PP, que también se han empeñado en identificar a Iglesias con Maduro en numerosas ocasiones. Asimismo, también los conservadores recibieron la visita del padre de Leopoldo López en uno de sus mítines previos al 20-D y Rajoy convirtió a Venezuela en el centro de su mensaje ya por aquel entonces.

Ahora, Margallo no sólo ha autorizado el regreso del embajador español a Caracas -que se hará efectivo este mismo viernes-, sino que será precisamente la residencia del diplomático la que sirva de estancia al propio Rivera. "Hemos avisado a las autoridades de Caracas de su llegada para que sean conscientes de la situación", explicó este jueves a su llegada a la reunión con sus homólogos de la OTAN. "Rivera tendrá la protección máxima que podamos darle para que pueda desarrollar su labor allí", agregó. "La labor del Gobierno es atender a todos los españoles y proteger a todos los españoles, mucho más si son expresidentes o diputados", defendió. 

Asimismo, el jefe de la diplomacia en funciones tampoco desaprovechó la ocasión para hacer campaña con Venezuela. Así, defendió la "necesidad de llegar a una solución política para evitar que el conflicto interno se enquiste", aunque se mostró del lado de la oposición al pedir que el referéndum revocatorio se celebre "este año". También defendió el "respeto a los resultados electorales" -justo el mismo mensaje que el PP utiliza en España para defender un Gobierno liderado de nuevo por Mariano Rajoy- y las "leyes básicas de la democracia". Por último, tendió la mano del Ejecutivo a Maduro para hacer frente a la "crisis humanitaria" y reconoció los "intereses económicos de España en Venezuela, un país muy querido y que acoge a una colonia española muy importante", zanjó. 

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