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Casado acusa a los nacionalistas vascos de "complicidad" con el terrorismo

El líder del PP se pasea por el centro de Bilbao ante la indiferencia de los transeúntes: solo un par de personas le pidieron para hacerse una foto durante el recorrido. En su discurso arremetió contra el PNV, al que acusó de "no tener prncipios". 

El presidente del PP, Pablo Casado, junto a la candidata a la alcaldía de la capital vizcaína Raquel González en una oficina electoral en Bilbao. EFE/LUIS TEJIDO

Alguna foto junto a simpatizantes, algún que otro abrazo, un café a medio camino… Y una inquebrantable esperanza en la “remontada”. Con esos ingredientes se paseó este lunes por Bilbao el líder del PP, Pablo Casado, quien ha decidido incluir a la capital vizcaína en su gira previa a las elecciones del próximo domingo. A pesar de lo que el partido había anunciado previamente, ni en el mitin ni en el paseo ha estado presente Javier Maroto, quien se quedó fuera del Congreso tras perder el escaño por Araba en las elecciones generales del pasado 26 de abril.

No son momentos fáciles ni para Maroto ni para el PP vasco. A las críticas internas por la deriva a la derecha del partido se suman unas encuestas que pintan un panorama complicado a nivel local tras las elecciones municipales y forales del próximo domingo. En ese contexto, Casado quiso animar a los suyos con un mitin en un centro de eventos de esta ciudad. Primero visitó la lonja del PP en la calle Colón de Larreátegui, y desde allí recorrió a pie los aproximadamente 500 metros que le separaban del centro de eventos donde ofrecería el principal mitin de campaña de los populares bilbaínos.

En el local electoral le esperaba uno de sus principales críticos: el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, quien tras la debacle del pasado 26 de abril -el PP vasco se quedó por primera vez en la historia sin representación en el Congreso- lamentó el giro a la derecha que había tomado la dirección encabezada por Casado. “Alonso, aquí a Maroto lo han recortado”, dijo el líder del PP en tono jocoso al presidente en el País Vasco mientras contemplaba una foto en la que aparecía Casado junto a Raquel González, candidata a la alcaldía de Bilbao; Amaya Fernández, candidata a Diputada General por Bizkaia; y la ex cabeza de lista al Congreso por ese territorio, Bea Fanjul. Alonso no le respondió.

En esta soleada tarde de lunes solo hubo lugar para las buenas caras y las llamadas al ánimo. “A ver si esta vez va mejor”, decía fuera de la sede una señora de unos 60 años a Alonso. “Esperemos que ahora sí”, le respondió el jefe del PP vasco. Instantes después, Casado apareció a pocos metros de la sede bilbaína. Allí se saludó con Alonso, así como con el candidato a eurodiputado Javier Zarzalejos y con sus candidatos locales. 

En el paseo sólo hubo un par de señoras que pidieron hacerse una foto con Casado. Los transeúntes que se cruzaban con la comitiva popular miraban con cara de asombro o hacían fotos con sus móviles, como ocurrió en la parada del autobús que va al aeropuerto de Loiu. La indiferencia fue la tónica general de los 500 metros de recorrido callejero.

A medio kilómetro de la sede electoral ya había ambiente de mitin. Para notarlo, en cualquier caso, había que subir al primer piso del edificio de la calle Ercilla donde se encontraba la sala alquilada para este acto. Abajo apenas había una lona y un señor de traje para indicar por dónde había que entrar.

"Silencio cómplice"

Ya en la sala, Casado dedicó su intervención a hablar de ETA, disuelta hace ya un año. De hecho, la mayor parte de su discurso giró en torno al terrorismo. Tras afirmar que debe impedirse que “blanqueen la historia criminal de ETA”, criticó el “silencio que se convierte en complicidad”, en alusión a los “nacionalistas”, sin concretar siglas. “Ellos han sido cómplices de todo esto”, afirmó. “Si hoy tengo que hablar de esto es, por desgracia, porque hemos visto que nadie del gobierno ha dicho nada sobre que en el pueblo de Josu Ternera le estén celebrando como si fuera un gudari. Por mucho que quieras a tu vecino, si es un asesino, lo mínimo que podrías hacer es callarte”, afirmó.

También se refirió al escrache realizado algunas horas antes en el pueblo de Etxarri Aranatz (Navarra) a dirigentes de su partido. Poco después, ironizó sobre una “pacífica campaña en la que parece que solo hemos tenido velatorios y juegos florales para pactos”.

La segunda parte de su discurso giró en torno a los posibles pactos de Pedro Sánchez, para quien tuvo duras palabras. En tal sentido, advirtió sobre la “moderación centrista de la que está disfrazado el presidente más radical de la historia de la democracia”, al tiempo que le criticó por pactar la composición de la Mesa del Congreso “con los moderados de Podemos”.

También tuvo palabras para el PNV, a quien acusó de ser “la muleta del Partido Socialista”. “El PNV no tiene principios, nunca los ha tenido”, dijo. Luego habló sobre Vox, a quienes definió como “los amigos de Le Pen, de Alternativa por Alemania y de los Brexiters”. La última parte de su discurso la dejó para llamar a votar a sus candidatos vascos.

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