El pasado 29 de septiembre, el Ayuntamiento de Madrid que lidera José Luis Martínez Almeida hizo un llamativo anuncio. La capital tendrá su propio Chinatown. Concretamente, en el barrio de Usera, donde convive una numerosa comunidad procedente de China. A falta de más detalles, ese mismo día se anunció que una de las acciones concretas sería la instalación de una escultura de oso panda tallada en mármol, de un metro de alto y 500 kilos en un lugar visible de la zona. Los planes del Consistorio han provocado críticas y dudas tanto a nivel político como vecinal. 

La escultura se inauguró en una ceremonia celebrada el pasado 5 de noviembre con la presencia de la concejal del distrito, Loreto Sordo, del PP. El monumento, según el Ayuntamiento, está donado por la comunidad china del distrito. El grupo municipal del PSOE se ha mostrado escéptico por diferentes cuestiones con toda la iniciativa del llamado Chinatown madrileño. También con el mencionado acto del pasado día 5. 

Por ello, el concejal socialista Álvaro Vidal, lleva este jueves una pregunta al Pleno del distrito de Usera. "¿Qué valoración realiza la concejala presidenta del acto de inauguración del "Mensajero de la Paz" (nombre de la escultura) celebrado el pasado 5 de noviembre?". 

Los socialistas apuntan a que aquel día se ausentaron del acto todas las asociaciones vecinales del distrito. También se preguntará quién es la empresa que solicitó el permiso en la vía pública para realizar el acto, al tratarse de una escultura "donada por la comunidad china", según indica el propio Ayuntamiento. 

Otro asunto que ha generado revuelo es el hecho de que la inscripción de la escultura solo esté en los idiomas inglés y chino. Y este punto contrasta con la decisión que se tomó por unanimidad de todos los grupos políticos hace un año en la Comisión de Calidad del Paisaje Urbano. Según el acta de aquella comisión, a la que ha tenido acceso este medio, "se indica la necesidad de incorporar la leyenda en castellano", en la mencionada escultura del oso panda. Algo que no se ha cumplido.  

Desde el PSOE ya advirtieron tras el anuncio que reclaman "participación, diálogo y trabajo previo con todos los agentes implicados en una transformación de tanto calado". El objetivo es que "los beneficios sean palpables para toda la población del distrito y no únicamente para un sector económico concreto". 

Entre las actuaciones anunciadas por el Ayuntamiento se encuentra también impulsar la decoración del entorno y delimitar la entrada y salida de Chinatown Madrid con unos arcos en varios puntos del barrio. Además se ha anunciado la peatonalización de la calle Dolores Barranco, una de las principales arterias de la zona y lugar de paso de un autobús muy usado, el número 6. Otros objetivos son reforzar la programación cultural en la zona los fines de semana y potenciar el atractivo gastronómico de los establecimientos del distrito. 

La financiación corre a cargo del presupuesto municipal de la Junta del distrito (que ya ha adelantado 200.000 euros), de los fondos europeos Next Generation gestionados por el Área Delegada de Turismo y el presupuesto que anualmente destina el Área de Cultura para la celebración del Nuevo Año Chino. 

"Los y las socialistas del distrito se oponen a la forma de actuar seguida por el PP y Loreto Sordo, quien hasta la fecha ha obviado a las entidades vecinales de la zona, a los residentes, comerciantes y a los usuarios de la línea 6 de la EMT, especialmente a las personas mayores que la utilizan, y que según lo anunciado sufrirá modificaciones en su recorrido", advierten los socialistas en este punto. 

Oposición vecinal 

No solo los socialistas han levantado la voz por este asunto. Los representantes de varias asociaciones vecinales también muestran dudas sobre cómo cristalizará el Chinatown en el barrio y qué efectos tendrá. Por ejemplo, la AAVV La Mancha. Fidel Oliván, integrante de su directiva, destaca a este medio que el proyecto ha sido presentado de forma unilateral por el PP que lo lleva tratando varios años con la asociación de comerciantes chinos. 

Ya hace un año hubo un globo sonda para peatonalizar la calle Dolores Barranco, algo que ya generó dudas en el colectivo vecinal, que se puso manos a la obra para estudiar los indicios que había de un proceso de gentrificación del distrito. Además, el hecho concreto de esta peatonalización es rechazada de pleno. "No tiene salida, el bus es un transporte de cercanía, va a perjudicar a muchas personas mayores en una zona muy envejecida", indica Oliván. 

Por el momento las acciones concretas están limitadas. "Pero lo que hay detrás es lo que nos preocupa", apunta Oliván, que alerta del riesgo de Usera se convierta en una suerte de "parque temático" para turistas internos y externos de mucho mayor nivel económico de la media de la zona.

"No es nada interesante, sobre todo cuando los barrios, especialmente los del norte de Usera tienen unos índices de vulnerabilidad altísimos", explica el activista vecinal. Los únicos beneficiados, desde su punto de vista, serían algunos comercies de ese eje. "Es un pacto entre comerciantes únicamente. La mayoría de personas de clase trabajadora están en contra o no les interesa nada", añade Oliván. 

Este viernes precisamente varios colectivos vecinales presentan un informe sobre los riesgos de la gentrificación bajo el título "Te roban el barrio". "Hay un riesgo enorme de desplazamiento de la población original y de un cambio drástico de Usera. Un proceso de gentrificación  clarísimo", apunta y alerta el representante de la asociación vecinal que reclama mejores inversiones pública para su barrio.