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Las claves de la crisis en Adelante Andalucía

La coalición de izquierdas y andalucista que cuenta con 17 diputados en el Parlamento autonómico pasa por un momento crítico

Teresa Rodríguez, Toni Valero y otros líderes de la izquierda andaluza, en la manifestación del 28-F. Europa Press
Teresa Rodríguez, Toni Valero y otros líderes de la izquierda andaluza, en la manifestación del 28-F. Europa Press

raúl bocanegra

Adelante Andalucía, la coalición que agrupa a la mayoría de fuerzas de la izquierda en la Comunidad está inmersa en una crisis que "puede ser irreversible", según manifestó este viernes el coordinador general de IU, Toni Valero, tras mantener un encuentro en Sevilla con Martina Velarde, secretaria general de Podemos en Andalucía.

Este mes de agosto pasado, el conflicto interno que arranca, según las fuentes consultadas, cuando Unidas Podemos entra en el gobierno de España en coalición con el PSOE, estalló con virulencia públicamente. Las conversaciones que se venían manteniendo para llegar a algún tipo de acuerdo se rompieron entre exabruptos y acusaciones cruzadas de apropiación –de marca, de cuentas del partido, y de fondos– y ahora están "bloqueadas", en la terminología que utiliza IU.

Lo que sigue son las claves fundamentales de un conflicto que puede acabar por dar lugar a una división del espacio político y, en su caso, del voto, a la izquierda del PSOE, en unas hipotéticas elecciones, un escenario que ya se dio en 2015, cuando IU y Podemos acudieron por separado a los comicios.

¿Qué es Adelante Andalucía?

Adelante Andalucía, en términos jurídicos, ha sido una coalición de partidos que se presentó a las elecciones de 2018 y que hoy tiene 17 diputados en el Parlamento de Andalucía. Once de ellos son afines a la presidenta del grupo parlamentario, Teresa Rodríguez, y a sus tesis políticas. Los otros seis están en la línea de trabajo que defiende Unidas Podemos.

Y, por otro, Adelante Andalucía es un partido político que aparece registrado, según las fuentes de Adelante consultadas, de manera oficial por tres personas, Olga Negrón, Alejandro Serrato, ambas vinculadas a Teresa Rodríguez, y Salvador Fuentes, por IU. Quien controla la marca es Negrón, ergo, Rodríguez, según otras fuentes.

Adelante Andalucía se formó en el año 2018, con la idea declarada de conformar una alternativa de izquierdas al PSOE en la Comunidad. Los principales impulsores del espacio fueron IU y Podemos, como organizaciones, y Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, como cabezas visibles, como líderes.

En las elecciones autonómicas de diciembre de ese año en las que la derecha y la ultraderecha obtuvieron por primera vez la mayoría en Andalucía–, con Teresa Rodríguez, como candidata, y Antonio Maíllo como la otra pata del tándem electoral, Adelante obtuvo el 16,18% de los votos –584.040 sufragios– y quedó como cuarta fuerza, por detrás de PSOE, PP y Ciudadanos.

¿Quiénes la conforman?

El espacio político Adelante Andalucía, más allá de consideraciones jurídicas, está formado hoy por los siguientes partidos: IU, Podemos, Anticapitalistas, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista.

Los dos primeros partidos, IU y Podemos, conforman Unidas Podemos en el Estado y defienden un proyecto federal en Andalucía. Mientras que Anticapitalistas, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista quieren construir un espacio político autónomo y confederado con Unidas Podemos, al modo de En Comú Podem.

¿Cuáles son los elementos de discordia?

Fundamentalmente, son tres.

Por un lado, hay uno, que remite a un debate esencial y que el mero hecho de que se discuta por ello revela la profundidad de la crisis y el riesgo de ruptura que conlleva. Este es: a quién pertenece la marca Adelante Andalucía. IU considera que Teresa Rodríguez y su equipo y sus aliados andalucistas, a quienes llaman "una minoría", la han usurpado, mientras que el sector afín a Rodríguez considera que ellos siempre han pertenecido al espacio Adelante Andalucía y que lo que hay que debatir son, sencillamente, otras cosas.

Por otro lado, las relaciones con el PSOE. Este es un elemento nuclear, que alcanza a explicar por sí mismo buena parte de la discordia hoy existente. Teresa Rodríguez, la líder entonces, tras las generales de finales de 2019, de Podemos en Andalucía, defiende hacer presidente a Pedro Sánchez, pero quedarse fuera del Gobierno. Los inscritos de Podemos en la Comunidad avalan, sin embargo, el pacto con el PSOE en Madrid que defendía Pablo Iglesias. Este entra en el Gobierno y Rodríguez decide después dejar la dirección de Podemos en Andalucía. Lo hace en cierta armonía con Iglesias, con quien se graba un vídeo de despedida.

Las relaciones con el PSOE, el partido que ha sido y es aún hegemónico en Andalucía, son un elemento de discrepancia de capital importancia para entender esta crisis. Mientras, IU y Podemos analizan que la entrada de la ultraderecha obliga de algún modo a no descartar a priori ningún escenario, aunque aseguran que no están en eso, sino en fortalecer y ampliar el espacio de la confluencia, existe en la izquierda andaluza una desconfianza histórica entre el PSOE y las formaciones a su izquierda.

Rodríguez siempre ha defendido acuerdos puntuales, "victorias para la gente", como le gusta llamarlos, pero no asumir en ningún caso las contradicciones que, considera, conlleva cogobernar con los socialistas. El último ejemplo relevante es la fusión de Bankia, hoy propiedad del Estado, y La Caixa.

A pesar de que han podido hacerlo en todas las ocasiones en que los socialistas no han tenido mayoría absoluta, PSOE e IU solo han gobernado en Andalucía una legislatura en coalición, entre 2012 y 2015, porque era la única manera de que no gobernara el PP (era un Parlamento a tres, donde la suma de PSOE e IU daba mayoría absoluta). La experiencia salió mal y acabó de manera abrupta, con un adelanto electoral. Luego, el PSOE, dirigido por Susana Díaz, cerró un acuerdo de investidura con Ciudadanos –partido que se mantuvo fuera del Gobierno–, que duró también menos de una legislatura, entre 2015 y 2018.

La experiencia de ese Ejecutivo de coalición, su accidentado final y las consecuencias de aquella ruptura están en la memoria de todos en Adelante, como ejemplo y contraejemplo, y sirve como telón de fondo para los debates. Un cogobierno con el PSOE de Andalucía es inasumible por Anticapitalistas.

Y, por último, si el proyecto debe configurarse al modo de un En Comú Podem, con una autonomía al respecto de Madrid en todos los ámbitos, organizativo, financiero, o bien se mantiene como está, un espacio federal, con una soberanía compartida por así decirlo. IU y Podemos están en el pensamiento federal y andalucista, mientras que Rodríguez y los dos partidos andalucistas persiguen una configuración bien diferente.

¿Está roto el proyecto?

Está en una situación muy complicada. Los discursos y las lógicas políticas de IU y Podemos, por un lado, y de Teresa Rodríguez y los partidos andalucistas, por otro, remiten a dos proyectos políticos. Dos proyectos que tienen muy importantes y relevantes coincidencias programáticas, sobre las medidas a aplicar, pero que se hacen consideraciones estratégicas bien divergentes.

Ambas partes, según las fuentes consultadas, desean algún tipo de entendimiento, aunque en este momento, no hay conversaciones formales abiertas. En política, sin embargo, cuando hay voluntad de acuerdo, se suele acabar llegando a alguno, aunque sea para romper la coalición de una manera pacífica y acudir por separado a las elecciones.

La discordia interna y la falta de líderes conocidos fueron un factor muy relevante, además del escaso arraigo en el territorio –en comparación con las fuerzas nacionalistas–, en el descalabro de Unidas Podemos en los últimos comicios en Galicia y Euskadi. Andalucía tiene sus propias particularidades y lógicas, lo que hace imposible una extrapolación de esos resultados, pero sí emerge una hipótesis: que la división y el conflicto en los espacios de confluencia tiene consecuencias electorales.

El Gobierno andaluz –PP y Ciudadanos– ha elaborado recientemente una encuesta, en la que daba por hecha la ruptura de Adelante y en la que preguntó por el voto por separado a Adelante Andalucía y a Unidas Podemos. El resultado que arrojó ese sondeo –la única referencia hasta ahora de unas elecciones con el espacio dividido–, fue el siguiente: Adelante Andalucía, 4%; Unidas Podemos, 9,4%; PSOE 30,4%; Cs 11,2%; PP 30,8% y Vox 10,1%.

¿El grupo parlamentario funciona?

El trabajo en el grupo parlamentario no se ha visto afectado por el momento por la discordia al respecto del proyecto. Aunque sí se detecta una diferencia en la línea, más o menos crítica, que los 17 diputados mantienen hacia el PSOE, con quien, quieran o no, comparten espacio de oposición, después de que los socialistas perdieran el Gobierno de la Junta de Andalucía.

La "línea de oposición que se expresa en la Cámara, en el Pleno" del Parlamento, por parte de los diputados de Adelante "es coherente con el programa con el que se presentaron, más allá de que fuera de dicha cámara puedan darse opiniones personales que no son, por así decir, compartidas o coherentes con el espacio político", dijo al respecto este viernes Toni Valero.

"Yo me circunscribo a la acción estrictamente institucional, que es lo que se dice en las comisiones y en el Pleno" del Parlamento, y "en ese caso me parece que no hay diferencia entre todos los que en su momento hicimos ese programa electoral y nos presentamos a las elecciones", remachó Toni Valero.

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