Este artículo se publicó hace 2 años.
El Congreso con más presencia republicana no es capaz de avanzar en esta forma de Estado
El PSOE se ha situado constantemente del lado de las derechas y la extrema derecha para vetar las diferentes iniciativas planteadas por los grupos sobre las actuaciones de los miembros de la Casa Real, especialmente de Juan Carlos I. Por su parte, doce diputados con escaño en la Cámara Baja destacan la vigencia del republicanismo.
Pilar Araque Conde / Vídeo: Tania Ortega y Jaime García-Morato
Madrid-Actualizado a
El Congreso más plural de la historia de la democracia, con mayor presencia, a su vez, de fuerzas republicanas, no ha sido capaz de avanzar todavía en esta materia. En el momento en el que la legislatura ha superado de forma holgada su ecuador, representantes de hasta 12 partidos con escaño en la Cámara Baja han destacado en declaraciones a Público la vigencia del republicanismo, máxime en el contexto actual de guerra y de auge de la extrema derecha.
Dentro de ese amplio espectro ideológico, el PSOE ha sido la única fuerza progresista del arco parlamentario que ha declinado responder a las preguntas de este medio sobre este asunto. En cualquier caso, en su 40 Congreso Federal celebrado en octubre del año pasado, la formación capitaneada por Pedro Sánchez volvió a rechazar la pretensión de Juventudes Socialistas de cambiar el modelo de Estado por una República y celebrar un referéndum al respecto al mismo tiempo que se reafirmó "de forma clara y contundente en los valores republicanos y democráticos que ha defendido a lo largo de toda su historia, a la vez que confirma su lealtad al pacto constitucional de 1978".
La ratificación de estas posiciones ha llevado al PSOE en esta legislatura a situarse del lado de las derechas y la extrema derecha para vetar en la mesa del Congreso o en el propio hemiciclo las diferentes iniciativas planteadas a fin de investigar las actuaciones presuntamente opacas y delictivas de los miembros de la Casa Real, especialmente de Juan Carlos I, así como los intentos de los grupos para avanzar en transparencia y rendición de cuentas de dicha institución.
Detrás de cada escándalo que ha salpicado al rey emérito y, por ende, a la Casa Real, ha habido una solicitud de investigación en la Cámara Baja, pero también una negativa. El bloque de la investidura ha pedido hasta en 17 ocasiones la creación de una comisión parlamentaria para arrojar luz sobre la fortuna que Juan Carlos I fraguó con la venta de armas a países árabes, el presunto uso fraudulento de tarjetas black por parte de miembros de la Familia Real, la donación de casi 90 millones de euros que el padre de Felipe VI recibió del entorno del entonces rey de Arabia Saudí o las posibles comisiones ilegales del AVE a La Meca, entre otras cuestiones.
Todas estas peticiones se han topado con los votos en contra de PSOE, PP y Vox (solo Unidas Podemos ha votado a favor) en la Mesa del Congreso, por lo que no han llegado ni a debatirse en la Junta de portavoces. A este filtro parlamentario tampoco han llegado las varias solicitudes de comparecencia del presidente del Gobierno y algunos de sus ministros, e incluso del actual rey y de su padre para explicar, por ejemplo, las regularizaciones fiscales del emérito o la vacunación de las infantas Elena y Cristina en Abu Dabi.
Los vetos a estas solicitudes, justificadas bajo la premisa de que el Parlamento no tiene entre sus funciones la de controlar al jefe del Estado, han llevado a algunas formaciones a utilizar fórmulas encubiertas para poder realizar preguntas en este sentido en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, es decir, sin mencionar el nombre de los miembros de la Familia Real en el enunciado.
La monarquía mantiene sus privilegios
Después del carpetazo de la Fiscalía del Tribunal Supremo a las diligencias relativas a la fortuna del rey emérito, Unidas Podemos y el resto de aliados parlamentarios del PSOE volvieron a reavivar el debate sobre la inviolabilidad del jefe de Estado. Y es que, en el marco del archivo de las tres líneas de investigación, el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, sí consideró que algunos hechos podrían ser susceptibles de delito de no ser por la inviolabilidad que protege a Juan Carlos I, además de señalar la prescripción de los mismos.
Por ello, portavoces de Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, ERC, Más País, Compromís y la CUP pusieron el acento en este asunto e instaron a aprovechar la oportunidad que brinda el conocimiento de estos hechos para acometer una reforma en esta dirección y "reforzar la democracia", unas medidas que los socialistas rechazan llevar a cabo porque hay "otras prioridades".
Ya en febrero de 2021, también esta formación votó junto a PP, Vox y Cs contra una proposición no de ley de ERC para eliminar la inviolabilidad del jefe del Estado y retirar el aforamiento a Juan Carlos I y otros miembros de la Familia Real. La encargada de fijar postura en aquel debate, Rafi Crespín (actual secretaria general del grupo) dejó claro que, pese a preferir la república, "el socialismo no es incompatible con la monarquía cuando esta institución cumple con el más escrupuloso respeto a la soberanía popular y a la voluntad de reformas que la mayoría del pueblo desee en cada momento".
Cabe señalar que, a pesar de la fuerte presencia de formaciones republicanas en el Congreso, todavía no existe el consenso necesario para regular la Corona mediante el procedimiento agravado de reforma, el cual implica el apoyo de las dos terceras partes del Congreso y del Senado, disolver las Cortes, convocar elecciones generales, que ambas cámaras refrenden la reforma y convocar un referéndum.
La falta de avances en esta materia coincide también con la paralización de la ley de memoria democrática aprobada el pasado mes de julio por el Consejo de Ministros. El proyecto legislativo, que persigue la recuperación y el reconocimiento de la dignidad de las víctimas republicanas tras el golpe de Estado perpetrado por Francisco Franco y la dictadura franquista, se ha topado principalmente con el rechazo de ERC.
Esta formación, junto a otras fuerzas progresistas, reclama que se declare ilegal el régimen franquista, que se abra una "puerta real" a la reparación patrimonial de las víctimas y que se modifique la ley de amnistía de 1977 para que se pueda juzgar en España los crímenes perpetrados a partir del golpe de Estado que impuso el fin de la Segunda República.
¿Sigue estando vigente ser republicano o republicana?
"Una sociedad como la nuestra, feminista, preocupada por la crisis climática ecologista, defensora de la justicia social no es compatible con una monarquía como estructura", señala la portavoz de Unidas Podemos, Sofía Castañón. Su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, añade que la grandeza de republicanismo es "que dice algo tan hermoso como que nadie es más que nadie".
Gerardo Pissarelo, diputado de En Comú Podem, cree que "el republicanismo es el mejor instrumento para proteger los bienes comunes, a la gente trabajadora, conseguir justicia social, justicia ambiental, las conquistas del feminismo y conseguir paz en un mundo marcado por las guerras". En esta línea, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, apostilla que "debemos expandir al máximo la democracia y conseguir que todas las instituciones del Estado se elijan por los ciudadanos, es decir, que España avance hacia un modelo republicano".
Para Josune Gorospe, diputada del PNV, es "incuestionable que la Jefatura de Estado en manos de los Borbón ha sufrido una crisis reputacional tremenda como consecuencia de haberse beneficiado durante décadas en interés propio de la institución". Asimismo, el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, apunta que la monarquía "no tiene el papel que debería tener y por lo tanto, estos valores republicanos, que quizás han estado de alguna forma en la reserva con la buena voluntad de la Transición, deben eclosionar a corto plazo".
El diputado de Compromís, Joan Baldoví, contrapone los valores republicanos, que representan la igualdad de oportunidades, a los de la monarquía, "un refugio de vividores, aprovechados, parásitos, que al final no sirven absolutamente para nada que no sea utilizar la institución monárquica en beneficio propio". La diputada de Más País-Verdes Equo, Inés Sabanés, va más allá: "La gran reflexión no es solo monarquía o república, que también, es la obligación y la necesidad de reformar a fondo toda nuestra arquitectura institucional, empezando por la ley electoral, la representación en las Cámaras, el Senado, el asumir un país plurinacional, diverso y distinto".
"Yo creo que ser republicano, defender lo público, defender lo común, es una obligación para, no solo las gentes de izquierda sino también, incluso diría que para, las gentes demócratas", remacha el diputado de EH Bildu, Oskar Matute. También, el parlamentario del BNG, Néstor Rego, destaca su "incompatibilidad" con una jefatura del Estado "hereditaria, vitalicia, establecida por la gracia de Dios, en el caso del Estado español, sobre todo por la de Franco".
"Es importante ser republicana porque es la herencia de una tradición democrática y socialista europea. Y es importante ser republicana hoy porque en España la monarquía quiere decir corrupción y franquismo", reflexiona la portavoz de la CUP, Mireia Vehí. Por último, el diputado de Junts Josep Pagès considera que el sentimiento republicano "es un sentimiento vivo y c continúa estando muy vigente en la sociedad catalana", tal como "se demostró el 1 de octubre de 2017".
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