Feijóo vuela los puentes con Junts y PNV al boicotear el catalán, el euskera y el gallego en la UE
Aitor Esteban y Maribel Vaquero, del PNV, o Carles Puigdemont, de Junts per Catalunya, han cargado duramente contra el Partido Popular por torpedear las lenguas cooficiales en Europa.
La pluralidad nacional es uno de los elementos que más distancia al PP de las derechas soberanistas del Congreso y uno de los factores que imposibilitan una mayoría alternativa a Pedro Sánchez.

Madrid--Actualizado a
Desde el principio de la legislatura, Alberto Núñez Feijóo se ha esmerado en que sobrevuele el Congreso de los Diputados la idea de que existe una mayoría alternativa a la que logró tejer Pedro Sánchez tras el 23J. Llegó a sugerir una moción de censura y a interpelar directamente a Míriam Nogueras en sesión parlamentaria, aunque la portavoz de Junts per Catalunya nunca le hizo caso. Hay brechas aparentemente insalvables, como se ha demostrado este martes, entre Junts o el PNV y el PP.
Una vez se ha constatado a última hora de la mañana que la votación sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea (UE) se aplazaba por las dudas de hasta una decena de países, se han abierto dos escenarios posibles.
Los postconvergentes podrían haber salido en tromba contra Gobierno por no haber persuadido lo suficiente —o no tener las suficiente influencia en Europa— para cumplir con su promesa —no hay que olvidar que se trata de un compromiso de investidura de Sánchez con Puigdemont— o bien contra el PP por torpedear el movimiento en Bruselas. No en vano, los de Feijóo han trabajado en contra de ello sin ambages y lo han calificado continuamente como una nueva cesión al independentismo.
Ha sido la segunda. Carles Puigdemont ha publicado un tuit en la red social X citando a Feijóo y reprochándole que incumpla deliberadamente el artículo 6.3 de la ley del Estatut de Catalunya, que obliga a la Generalitat y al Estado a "emprender las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la UE". "No sé si, ahora, el PP hace apología de la desobediencia, de la rebelión o del delito de traición", ha ironizado. Además, ha acusado al PP de "conspirar con terceros países para ir en contra de los intereses oficiales de España".
También el PNV, que no suele ser amigo de grandilocuencias, ha salido fuerte esta tarde en la Cámara Baja. La portavoz del Grupo Vasco, Maribel Vaquero, en la misma línea que ha transitado el presidente de los jeltzales, Aitor Esteban, ha acusado al PP de "poner toda su maquinaria en marcha para que el euskera, el catalán y el gallego no sean lenguas oficiales en Europa". "Tendrá que explicarlo", ha zanjado.
Vaquero incluso ha defendido en buena medida al Gobierno y ha insistido en que "si el PP no hubiera remado en contra", probablemente "no se hubiera aplazado la decisión de hoy". En ese punto, ha elogiado el esfuerzo del Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez para avanzar en la UE con las lenguas cooficiales. A priori, el control de daños le sale positivo al Gobierno, mientras que el PP se aísla más y más en la Cámara Baja.
Lo que parece claro es que la actitud que mantiene el PP en Bruselas en lo que refiere a las lenguas ha volado los puentes entre Feijóo y las otras derechas del Congreso, con la salvedad de Unión del Pueblo Navarro. Cualquier atisbo de acercamiento se difumina cuando entran en liza temas de perfil nacional y lingüístico. Lejos queda aquella campaña de las elecciones gallegas en la que en el PP reconocieron, por lo bajini, que habían tenido sobre la mesa la amnistía y la habían estudiado —aunque después, según dicen, la descartaran— y aseguraron que podían estar abiertos a un indulto con condiciones a Puigdemont. El PP parecía más decidido que nunca a cortejar a Junts.
La estrategia, ahora, va por otros derroteros. El marco que contemplan en Génova no pasa ya por tratar de seducir a los posconvergentes con mociones de censura ni limar su discurso para explorar más adelante un entendimiento con el independentismo, sin perjuicio de que puedan infligir derrotas parlamentarias a Sánchez uniendo sus espadas como la de la Agencia de Salud Pública. Eso, a todas luces, seguirá ocurriendo.
Las encuestas a favor de un gobierno entre PP y Vox han generado, a la luz de los últimos acontecimientos, un llamativo cambio de enfoque en las respuestas de Feijóo. Los buenos números de los sondeos han significado esta semana varios guiños y acercamientos a los de Abascal, así como su beligerancia en las soluciones propuestas para la crisis migratoria española. Además, los números descartan que la suma de PP y Junts dé para gobernar y eso ha provocado un distanciamiento de Feijóo con los nacionalistas.
Existe la sensación en Génova, por lo tanto, de que los ataques de Junts y PNV de este martes a cuenta de la actitud que exhibe el PP en Bruselas no les salen caras. Casi al contrario. La formación tilda el resultado de "una derrota sin paliativos de Sánchez", que habría visto "cómo su capacidad de influencia se ha topado con la convicción y la firmeza del resto de países de la UE". Además, son un guiño a su electorado, que tolera poco las eventuales cesiones a los partidos independentistas.
Los equilibrios obligatorios del PP
Pero el PP está obligado a hacer equilibrios, lo que le ha llevado a quedarse, de nuevo, en la inconcrección y sin una postura clara. Aunque los populares han rechazado los intentos del Gobierno de aprobar la cooficialidad de las lenguas españolas en la UE —no hay duda de eso—, los motivos esgrimidos no han sido tan tajantes como los de Vox.
Fundamentalmente, desde el partido muestran su preocupación por las consecuencias internacionales que podría tener la aceptación de la oficialidad de las lenguas, que traería consigo una reforma de los estatutos de la UE, así como el desembolso anual de la medida. "Si tienen que reformarse los tratados, que se haga", ha respondido Maribel Vaquero, del PNV.
Desde Génova, con todo, se defienden de las críticas que acusan a Feijóo y a la formación de haber ido en contra los idiomas cooficiales: "El PP respeta las lenguas cooficiales y nadie va a dar lecciones a Feijóo de cómo usarlas desde el respeto y la cordialidad, pero la UE se ha negado a que sea Europa quien pague los peajes que le imponen al Gobierno desde Waterloo", explicaban fuentes populares.
Además, hay que partir de la base de que desde Galicia han llegado voces que han alterado el discurso oficial de Feijóo en Madrid. Mientras el líder de la oposición era contundente sobre el movimiento del Gobierno, entendido como una forma más de Sánchez de ganarse la adhesión de Junts para esta legislatura y de alejar a Puigdemont de los populares, el PP en Galicia apoyó a principios de mes una iniciativa del PSOE para instar a que se hable gallego en el Parlamento Europeo.
Fuera como fuere, la oposición del PP al uso de las lenguas cooficiales en las instituciones tiene un precedente. No es una estrategia aislada ni se circunscribe al ámbito europeo. En septiembre de 2023, los de Feijóo votaron en contra del uso del catalán, el euskera y el gallego en el Congreso de los Diputados.

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