No ha habido sorpresa, pero sí alta tensión. Y los protagonistas han sido distintos a los habituales. También los reproches desde la tribuna del Congreso se han disparado en direcciones poco corrientes. Los votos de Podemos han decantado este martes la balanza para que la proposición de ley para ceder las competencias migratorias a Catalunya decaiga antes incluso de iniciar su tramitación parlamentaria.

Junto con los morados, han rechazado la iniciativa el PP, Vox, UPN y los diputados Alberto Ibáñez (Compromís) y Jorge Pueyo (Chunta Aragonesista), que han roto la disciplina de voto en el grupo de Sumar. Diputados como Gabriel Rufián (ERC) o Jon Iñarritu (EH Bildu), habitualmente cercanos en sus posiciones a Podemos, han evidenciado su decepción con los morados. Izquierda Unida ha mantenido su voto en duda hasta el último momento, pero finalmente ha apoyado la ley. En cualquier caso, de nada ha servido. El resultado definitivo ha sido de 177 votos en contra y 173 a favor. Nueva derrota.

Los de Ione Belarra ya habían dicho que votarían en contra del traspaso competencial. En los últimos días, han cargado duramente contra la iniciativa y han calificado su exposición de motivos de racista por enfatizar los problemas de inclusión de la población migrante o vincularla a la mano de obra. "Se trata a la inmigración como un peligro que hay que contener", ha dicho este martes Javier Sánchez Serna en el hemiciclo.

El portavoz de Podemos ha insistido en que el marco que propone Junts en ese preámbulo de la ley coloca a los migrantes como "el origen de todos los problemas", un discurso "muy sencillo que llega a mucha gente". Además, ha recordado que la propuesta no elimina los Centros de Integración de Extranjeros (CIE) y aumenta en un 45% el cuerpo de Mossos d'Esquadra.

Se trata de una postura que ha encontrado la oposición frontal de Junts, uno de los dos firmantes de la propuesta junto al PSOE, pero también de Esquerra, EH Bildu, Comuns o BNG. Los cuatro, como también los socialistas, comparten la misma postura: que el articulado de la ley, que a fin de cuentas es lo que hubiera modificado la legislación española en el caso de que hubiera salido adelante, es un traspaso pulcro de competencias a Catalunya sin ningún tipo de matiz racista. 

"Su gente es mi gente", ha dicho Rufián con la mirada puesta en los diputados de Podemos, "pero hoy no les entiendo". "Nosotros hoy no estamos defendiendo una ley de Junts", ha continuado, "sino competencias para Catalunya". El portavoz republicano ha calificado de "kafkianos" los argumentos de los de Belarra. "No son unas competencias para la derecha catalana, sino para una nación, Catalunya", que además está ahora "gobernada por Salvador Illa". Rufián ha quemado incluso, a primera hora de la tarde, un último cartucho para apartar a Podemos de lo que considera "un camino peligroso", el de oponerse a descentralizar el Estado: "Sin esperanza les pido que se lo repiensen y que juntos y juntas ganemos a esta gente [por Junts] en el período de enmiendas". No ha ocurrido y la votación se ha perdido.

En la misma línea, Jon Iñarritu, de EH Bildu, ha pedido "sensatez" a Podemos. "O somos corresponsables y sensatos o aquí no se aprueba nada y ganan estos señores". "La ley", ha añadido el diputado abertzale, "no tiene nada de racista".

Míriam Nogueras, por su parte, no se ha remitido a defender el traspaso de competencias, sino que en su discurso ha trasladado una visión de la migración fuertemente criticada por Podemos, pero también por EH Bildu o ERC, que acusa a Junts de extremar su discurso por la presión de Aliança Catalana. La portavoz de Junts en la Cámara Baja ha hablado de la saturación del sistema educativo y sanitario catalán por la presión migratoria o del bajón del uso del catalán. De todas formas, se ha defendido de las acusaciones de racismo y ha preguntado si el otrora líder de Podemos Pablo Iglesias considera "racista" al PSOE por firmar también la propuesta o a Sumar, ERC o el PNV por apoyarla.

Y más allá del debate de este martes, la derrota de Junts y PSOE tiene implicaciones políticas para el Gobierno, habida cuenta de que la cesión de las competencias en inmigración a Catalunya es un compromiso que adquirió el Ejecutivo con los de Carles Puigdemont. El frenazo parlamentario tiene papeletas para representar también un frenazo en las relaciones entre los posconvergentes y los socialistas. Por eso, fuentes de Moncloa se han dado prisa para asegurar que se buscarán vías alternativas para culminar esa cesión competencial, aunque sin especificar cuáles.

En cualquier caso, en estos momentos la proposición de ley ha decaído y, en caso de que esas vías alternativas requirieran del aval de la Cámara Baja, se debería registrar una nueva ley.

La ILP de regularización de migrantes entra en juego

Pero a medida que se ha ido acercando la hora de votación de la cesión de competencias han ido subiendo también los decibelios alrededor de la iniciativa legislativa popular (ILP) de regularización de personas migrantes, que se encuentra bloqueada en el Congreso de los Diputados. Por una parte, es cierto que el propio Gobierno ha puesto, según diversas fuentes, pocas ganas para que salga hacia adelante. Sin embargo, también son muchas las voces que tanto en público como en privado acusan a Junts de ser el principal palo en las ruedas de la iniciativa, toda vez que el PP, la otra opción aunque remota para la regularización, se encuentra muy lejos de una absención que desenmarañe las cosas. 

El caso es que Javier Sánchez Serna ha retado a Míriam Nogueras a retirar este martes la votación de la cesión de competencias migratorias y sentarse con Podemos para negociar primero la regularización de migrantes y, después, retomar la de la delegación competencial. También fuentes de Izquierda Unida (IU), que han mantenido en duda el sentido de su voto hasta el último momento, han ligado la proposición de ley de Junts y PSOE a la necesidad de desatascar la ILP. Durante la tarde, se han mantenido conversaciones sobre la cuestión.

Se trata de una estrategia que no comparte Jon Iñarritu: "Es un error vincular esto a la ILP". Para el diputado abertzale no tiene sentido cometer "un error" para visibilizar otro.