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DEFENSA Navantia escala en el ranking mundial de la industria militar por sus contratos con el régimen saudí

La naviera es la única empresa de este país que figura en el “top 100” que elabora el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). Sus negocios con la dictadura árabe resultan claves para ese crecimiento.

Acto oficial de puesta de quilla de la primera de las cinco corbetas que construye Navantia para Arabia Saudí. NAVANTIA

No hay crisis que frene al mercado armamentístico mundial. En 2018, el gasto en este sector a nivel planetario ha subido un 4,6%. Así lo refleja el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) en un avance de su informe anual, que se conocerá al detalle en los próximos meses. Entre las 100 empresas beneficiarias de esas operaciones se encuentran 27 de origen europeo. Entre ellas figura una empresa pública española: Navantia.

El documento, traducido al castellano y difundido por FundiPau –entidad que forma parte de la campaña Armas Bajo Control–, ubica a Navantia en el puesto 76 del ranking, con ventas por un valor de 1240 millones de euros. Un año antes, en 2017, se había situado en la casilla 89 (975 millones de euros), mientras que en 2016 aparecía en el lugar 109 (787 millones de euros).

La subida de la empresa española se debe, principalmente, a los millonarios acuerdos firmados con Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas por 1.800 millones de euros. Según consta en el último informe económico y comercial elaborado por la embajada española en Arabia Saudí, aquel acuerdo salió adelante tras “la visita a España del príncipe heredero Mohamed Bin Salmán MBS en abril 2018.

“Dicha visita contribuyó a la operación comercial según la cual Navantia, en asociación con Saudi Arabian Military Authorities (SAMI), acuerdan constituir una joint venture para la construcción de cinco corbetas para la armada saudí, con un valor de 1.800 millones de euros”, destacaba la delegación diplomática en ese documento.

A principios de octubre pasado, Navantia informaba que había realizado en sus instalaciones del astillero de San Fernando (Cádiz) “el acto oficial de puesta de quilla de la primera de las cinco corbetas que está construyendo para la Marina de Arabia Saudí”, lo cual suponía “el primer hito efectivo en la ejecución del primero de los cinco barcos que forman parte del contrato, que llevará por nombre AL-JUBAIL”.

La naviera española destacaba además que “este contrato, en vigor desde el pasado mes de noviembre, fortalece el futuro inmediato de Navantia y beneficia a todos los astilleros de la compañía y a su industria auxiliar, en especial, a toda la Bahía de Cádiz”, remarcando que “supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 anualmente durante los próximos 5 años”.

En tal sentido, subrayaba que “más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la Industria Auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en el mismo”.

"El Gobierno apoya"

El director de FundiPau, Jordi Armadans, pone de relieve que “en el ranking hay 27 empresas europeas y una de ellas es española”. “No todos los países europeos tienen una empresa en el top 100”, apunta.

"Sabemos que la decisión está tomada y que el Gobierno la apoya"

En cualquier caso, subraya que los pedidos realizados por Arabia Saudi “no cuentan aún, al menos de forma oficial y estricta, con la aprobación de la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU), encargada de controlar la venta de este tipo de productos militares. “Evidentemente, sabemos que la decisión está tomada y que el Gobierno la apoya”, sostiene Armadans.

Este proceso no ha estado exento de críticas. Cuando se conoció aquel acuerdo, la plataforma Armas Bajo Control advirtió que España “podría convertirse en cómplice de la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen debido al riesgo sustancial de que las corbetas se utilicen para llevar a cabo ataques militares directos contra la población civil, ataques indiscriminados o para mantener el bloqueo aéreo y naval impuesto a Yemen por la coalición saudí”.

EEUU domina la lista

El informe del SIPRI señala que a nivel continental, “las ventas de armas de las 27 empresas europeas de la lista Top 100 crecieron un poco en 2018 hasta los 102.000 millones de dólares”. “Las ventas de las empresas con sede en el Reino Unido cayeron un 4,8% hasta los 35.100 millones de dólares, pero se mantuvieron las más elevadas de Europa. BAE Systems (sexta en la lista) es el mayor productor de armas del mundo fuera de los EE.UU. Sus ventas cayeron un 5,2% en 2018 hasta los 21.200 millones de dólares”, señala el documento.

En cuanto a los datos a nivel mundial, el estudio establece que las empresas armamentísticas de EEUU “dominan la lista Top 100 y las grandes fusiones se convierten en tendencia”. De hecho, por primera vez desde 2002 las cinco empresas de armamento que encabezan el ranking tienen la sede en los EEUU”. Se trata de Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics, cuyas transacciones “llegaron a los 148.000 millones de dólares, un 35% del total de las ventas de armas de las Top 100 en 2018”.

Aumento desde 2002

Asimismo, el informe advierte que “las ventas de armas y servicios militares por parte de las empresas que figuran en la lista Top 100 han aumentado un 47% desde 2002”, año a partir del cual se dispone de datos comparables. La base de datos del SIPRI “excluye las empresas chinas porque la falta de información impide realizar una estimación fiable”.

En esa línea, se destaca que las ventas de armas por parte de empresas rusas se mantiene estable: los acuerdos comerciales de las diez empresas de ese país que aparecen en el ranking “ascendieron a 36.200 millones de dólares”, lo que supone “una disminución irrelevante del 0,4% respecto 2017”.

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