MADRID.- "Izquierda Unida federal se desvincula, a todos los efectos, legales, jurídicos y políticos del partido político denominado Izquierda Unida Comunidad de Madrid (IU-CM) registrado en el Ministerio del Interior". Así comienza la propuesta del secretario federal de Organización de Izquierda Unida, Adolfo Barrena, al que la última Presidencia Federal encargó redactar la propuesta de la dirección para solucionar los problemas con la federación madrileña.

Tras meses de guerra interna, la salida de sus candidatos electos en primarias y después de quedarse fuera del Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid por primera vez en su historia, la dirección de IU propone romper con su federación más rebelde después de entender que "IU-CM no sirve para dar respuesta a las propuestas que aquí se plantean y ha sido desautorizada por los resultados electorales.

Si el Consejo Político Federal de IU, máximo órgano entre Asambleas de la organización, aprueba esta resolución, IU-CM dejaría de ser el referente de IU en Madrid y le serán reclamadas las siglas. La organización se encamina así hacia el escenario que ya vivió en 2011 en Euskadi, cuando la federación se rompió en dos (Ezker Anitza y Ezker Batua).

La organización se encamina así hacia el escenario que ya vivió en 2011 en Euskadi, cuando la federación se rompió en dos (Ezker Anitza y Ezker Batua).

En aquella ocasión, IU Federal perdió la batalla de las siglas y pasó a llamarse Ezker Anitza. Javier Madrazo y Serafín Llamas mantuvieron la marca electoral y la sede del partido en Euskadi: Ezker Batua, y el conflicto prosiguió hasta el año 2014 cuando una sentencia judicial obligó a Madrazo y a Llamas a dejar de utilizar la sede y el nombre de Izquierda Unida, una decisión judicial que facilitará el trabajo a la nueva estructura que se proponen crear.

El siguiente paso de la propuesta para Madrid de Barrena es la creación de una nueva estructura, lo que no significa la creación de nuevo partido. Esa nueva estructura no contaría con "personalidad jurídica propia", a diferencia de IU-CM, que ante el Ministerio del Interior es una fuerza política independiente. Se organizará "en asambleas de base territoriales y de distrito a medida que se vaya desarrollando y en función de la militancia", asegura el documento.

Será la dirección federal de IU la que dirija ese nuevo espacio "provisionalmente", hasta que "se organice y desarrolle y celebre su I Asamblea" para dotarse de órganos de dirección, por lo que IU Federal "tiene todas las competencias" y serán sus estatutos los que rijan la nueva estructura hasta que se redacten unos propios.

"Sin expulsiones"

El documento especifica que "ni un solo militante de IU-CM será dado de baja", por lo que "no implica cambio alguno en la militancia". Esta es la parte más ambigua de la propuesta. A la nueva estructura de IU Madrid "se podrá afiliar toda aquella persona que acepte respetar los planteamientos, estatutos y código de IU" y se pedirá de manera individual a la dirección federal, que será la que decida si se acepta o se rechaza la solicitud.

Les darán un plazo máximo de tres meses para afiliarse a la nueva estructura

Para los actuales militantes de IU-CM, la dirección federal se pondrá en contacto individualmente con cada militante para informarles de la situación. Les darán un plazo máximo de tres meses para afiliarse a la nueva estructura, aunque hay dudas de que se pueda ser militante de ambos espacios políticos al mismo tiempo.

Son más de 5.000 los militantes de IU-CM que tendrán que decidir si se afilian a IU Federal o continúan militando en IU-CM, entre ellos decenas de concejales electos en varios municipios de la región, por lo que IU podría perder concejalías en este proceso si esos ediles no están de acuerdo con la operación.

Al mismo tiempo, cargos electos que abandonaron la organización para participar en candidaturas de unidad popular podrían volver a ser militantes de IU, como Mauricio Valiente, actualmente concejal en el Ayuntamiento de la capital por Ahora Madrid.

La deuda de la todavía federación madrileña de IU, que asciende a dos millones de euros con Hacienda y la Seguridad Social y a tres millones si se tiene en cuenta otras partidas, será otro de los puntos conflictivos de la operación. La dirección federal entiende que, dado que IU-CM es un partido político independiente y técnicamente en quiebra, la deuda le pertenece y que la nueva estructura estaría exenta de pagarla.

El siguiente paso, si se aprueba este documento, es realizar desde las Secretarías de Área interna y Organización y de Finanzas "los trámites necesarios para la desvinculación federal de IU-CM y resolver las cuestiones derivadas de esta decisión"