La Xunta de Galicia ha declarado bien de interés cultural (BIC) la Casa Cornide, un palacete del siglo XVIII propiedad de la familia Franco que hace esquina en la calle Damas, dentro de la zona vieja de A Coruña. Con esta distinción, los herederos del dictador tendrán que abrir el edificio al público durante al menos cuatro días al mes. Las visitas serán gratuitas y los dueños tendrán que encargarse de su mantenimiento.

El expediente para declarar bien de interés cultural este inmueble llevaba abierto desde mayo de 2021, seis meses después de que el Ayuntamiento de A Coruña presentara una solicitud para pedir su reconocimiento artístico alegando que se trataba de una construcción "única" y "exclusiva" en la comunidad. Tras dos años de espera y varios intentos frustrados de vender el edificio, se cierra otro capítulo con el patrimonio de los Franco como protagonista.

El actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha reconocido que el plazo para resolver el asunto estaba a punto de vencer. La declaración del palacete como BIC supone el "reconocimiento del valor cultural y la protección y salvaguarda del edificio". No es la primera vez que la familia del dictador, tras largas trifulcas judiciales, se enfrenta a un fallo de este tipo. Hace apenas dos años ocurrió lo mismo con el polémico Pazo de Meirás, actualmente propiedad del Estado.

El Ejecutivo autonómico no ha aclarado si los técnicos de la Xunta han entrado al inmueble para comprobar su estado y hacer inventariado de los bienes que todavía permanecen en su interior, una inspección que los Franco querrían evitar. La Casa Cornide, con 250 años de antigüedad, es uno de los pocos ejemplos que queda de la arquitectura residencial de la Ilustración en Galicia.

La propiedad de la Casa Cornide pasó del Ayuntamiento de A Coruña a la viuda de Franco, Carmen Polo, durante la dictadura. En la actualidad, sigue generando controversia y la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey (PSOE), ha anunciado que en los próximos meses pondrá una denuncia para reclamar su titularidad.