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Guerra Rusia-Ucrania El envío de armas a Ucrania evidencia las distintas posiciones sobre la defensa del 'no a la guerra' en Unidas Podemos

Yolanda Díaz, Jaume Asens y Joan Subirats respaldan la decisión del presidente y exhiben unidad en el seno del Gobierno de coalición respecto a su posición en el conflicto en un momento en el que la derecha pide la expulsión de UP del Ejecutivo. Podemos lamenta que Sánchez no insistiera en el Congreso en las vías diplomáticas y trata de preservar el discurso de la desescalada bélica señalando la "ineficacia" de rearmar a la resistencia ucraniana frente al ejército ruso.

Pedro Sánchez Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Emilio Naranjo / EFE

El 'no a la guerra' deja de ser un eslogan cuando se inicia una guerra para ser una posición política que vertebra la toma de las decisiones más difíciles. Unidas Podemos ya conoce la experiencia de aterrizar la pancarta en el contexto geopolítico, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara este miércoles que el Ejecutivo va a enviar armas a Ucrania tras la invasión de este país por parte de Rusia

La posición de todos los miembros y organizaciones del espacio confederal es la misma: la apuesta es desescalar el conflicto y reducir la tensión bélica para resolver la situación a través de vías diplomáticas. Pero es en la toma de decisiones más inmediatas donde se ha evidenciado que el paraguas conceptual del 'no a la guerra' ya no cubre de igual manera todas y cada una de las decisiones que se toman.

Mientras la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz y los comuns (a través de Jaume Asens y de Joan Subirats) respaldaron la decisión del líder del Ejecutivo, en Podemos han optado por señalar que el envío de armas es contrario a la desescalada por la que se apuesta en el espacio confederal.

Hace unos días, Sánchez trasladó a los ministros de Unidas Podemos que su intención no era la de armar al ejército ucraniano y se comprometió a mantener informados a sus socios de los pasos que iba a dar el Ejecutivo respecto al conflicto.

Posteriormente, el presidente fue virando su decisión, tras comprobar que la posición de la Unión Europea y la de muchos países (incluido Portugal) era la de enviar armas, y después de constatar que Vladimir Putin mantuvo los ataques y los bombardeos sobre Ucrania incluso cuando se estaban produciendo negociaciones por la vía diplomática en Bielorrusia entre los gobiernos ruso y ucraniano.

Finalmente, el martes por la tarde el presidente informó a los ministros de Unidas Podemos de que este miércoles iba a anunciar durante su comparecencia en el Congreso su decisión de enviar armas a Ucrania en el marco de su resistencia contra el ejército ruso.

Un debate sobre cómo defender posiciones no belicistas

Fue en este punto donde se constató una diferencia en el seno de Unidas Podemos. Mientras Díaz, Subirats y Asens respaldaron la decisión del presidente, dirigentes de Podemos como Ione Belarra o Pablo Echenique advirtieron de que este no era el camino y alertaron de que de esta manera se alimentaba una espiral bélica de consecuencias imprevisibles.

Más allá de los discursos de este miércoles en la Cámara Baja, las distintas posiciones en el seno del espacio confederal evidencian un debate soterrado sobre cómo defender una posición no belicista en medio de una guerra.

El 'no a la guerra' ya no sirve por sí solo para calificar la posición de Unidas Podemos en el conflicto, sobre todo a la hora de dar una respuesta sobre acciones concretas y cruciales, como lo es el envío de armamento.

Por eso desde Podemos explican que mandar material militar no es solo una acción que intensifica la escalada bélica, sino que es ineficaz para parar el conflicto a corto plazo (la resistencia ucraniana sigue muy lejos del potencial militar de un ejército profesional como el ruso) y se desvía de la apuesta firme por las denominadas vías diplomáticas. Para el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, el debate sobre el envío de armas podría ocultar otro de mayor calado: ir o no a la guerra.

Por otro lado, Díaz defiende que la situación es muy compleja, las decisiones muy difíciles y la necesidad de articular respuestas, urgente. Por eso se busca preservar la unidad en el seno del Gobierno, en un momento en el que las derechas insisten en que hay que expulsar a Unidas Podemos del Gobierno y después de que la UE ya decidiera enviar armas (a través de un "fondo para la paz" o de manera bilateral, con envíos directos de los países).

En Podemos, además, consideran que Pedro Sánchez ha faltado a su palabra tras su giro anunciado este miércoles en el Congreso, y les preocupa que el líder del Ejecutivo haya cedido a lo que consideran presiones desde la derecha. Aunque todas las partes comparten el 'no a la guerra', la defensa de esta posición política ha evidenciado diferencias en el seno de Unidas Podemos.

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