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Investidura Sánchez La investidura fracasada resucita para PP y PSOE el fantasma de un bipartidismo fuerte

Ambos partidos defienden que la ciudadanía achaca la falta de acuerdos a las formaciones emergentes —Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox— a las que, a su juicio, se responsabiliza "en mayor medida" del bloqueo en el Congreso.

Pedro Sánchez (i) y Pablo Casado (d) antes de su reunión en Moncloa. EFE

La investidura fallida de Pedro Sánchez —la segunda de su historia— es valorada por el PP y los socialistas como una oportunidad para reinstaurar el bipartidismo en España. Ambos partidos defienden que la ciudadanía achaca la falta de acuerdos a las formaciones emergentes —Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox— a las que, a su juicio, se responsabiliza "en mayor medida" del bloqueo. Consideran que esta percepción beneficiará, a medio plazo, al bipartidismo, ya que ante un escenario de pactos "tan complejo", la sociedad civil "se decantará" por las "viejas fórmulas" que "siempre han funcionado", según esgrimen diputados 'populares' y socialistas.

Para Pablo Casado "la vuelta a los orígenes", como defienden desde Génova, supondría la solución a la crisis que actualmente vive el PP. El líder de los conservadores ha perdido 72 diputados respecto a las elecciones de 2016 — ha pasado de 123 escaños a 66— por el surgimiento de dos formaciones que han acabado con la hegemonía que tantos años ha ostentado en solitario el Partido Popular a la derecha del tablero político.

El objetivo prioritario de Pablo Casado, por lo tanto, es bloquear tanto a Ciudadanos como a Vox. Alegan fuentes del PP que anular a los de Santiago Abascal es, a priori, más sencillo que al partido presidido por Albert Rivera por varios motivos: su presencia en la Cámara Baja es mucho menor —2.677.173 votos, un 10,26 % del total—, nace por el descontento a la "tibieza" del PP en Catalunya, que creen que "ya se ha reconducido" con el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo como número uno por Barcelona y se ha constatado tras las últimas elecciones autonómicas, municipales y europeas, en "las que Vox ha perdido fuelle".

Tras ser ser elegido presidente del partido Casado defendió que aspiraba "a volver a un modelo bipartidista imperfecto, en el que el PSOE y el PP garanticen la alternancia y la estabilidad política en España". Una idea que no ha dejado de repetir; en su primer encuentro con Pedro Sánchez en La Moncloa, aseguró: "Hay dos partidos que han participado de la historia democrática, el PP y el PSOE, siempre he defendido el bipatidismo". A juicio del líder del PP, la inestabilidad que supone un sistema de multipartidos da como resultado la "imposibilidad de hacer reformas".

La dirección del PP defiende que el fortalecimiento del bipartidismo —en sus horas más bajas— quedará escenificado "si finalmente hay elecciones de nuevo en noviembre". No obstante, la mayor parte de los 'populares' prefiere no acudir a una nueva cita electoral tan pronto, ya que las posibilidades de sumar con Ciudadanos y Vox son inciertas. Prefieren que Sánchez sea investido en un Ejecutivo en el que también esté Unidas Podemos que "desestabilice" a los socialistas para que tengan que volver a convocar elecciones antes de agotar la legislatura.

El PSOE cree que su partido tiene más fácil ahora "recuperar" el voto de "la mayor parte" de la izquierda

Los 'populares' confían en su formación vuelva a ser considera la opción "mayoritaria" de los votantes de "centro derecha" y que el PSOE lo sea de la izquierda. No obstante, los socialistas consideran que su partido tiene más sencillo anular a Unidas Podemos  —tras esta investidura fallida utilizarán la negativa de los de Iglesias para cargarles con toda la responsabilidad de no haber votado a favor de un gobierno de coalición de izquierdas— mientras que Casado tiene a Rivera "pisándole los talones" con un discurso "ultra" que "conecta bien con el sentir de cierto sector de la ciudadanía", a juicio de los de Pedro Sánchez.

Los socialistas consideran que su partido tiene más fácil, ante esta coyuntura, "recuperar" el voto de "la mayor parte" de la izquierda. El PSOE esgrime como argumento que Unidas Podemos ha pasado de tener 5.049.734 de votos y 71 escaños a 3.732.929 y 42 diputados en menos de tres años. "¿Qué sucederá ante una nueva cita electoral, con un partido que acaba de rechazar entrar en un gobierno de coalición? Eso sus votantes no lo entienden", se preguntan voces de Ferraz.

El secretario de organización, José Luis Ábalos, ha defendido públicamente esta tesis, poniendo en valor que los partidos que tienen más experiencia de gobierno y que "han fundamentado la estabilidad en este país" son también formaciones que se toman con más "seriedad" la necesidad de alcanzar acuerdos de Estado o de país.

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