Este artículo se publicó hace 2 años.
Moncloa se esfuerza para frenar los rumores del PP sobre un posible adelanto electoral y retirada de Sánchez
El presidente del Gobierno solemnizó en el Congreso el pasado miércoles sus intenciones. Desde el Ejecutivo consideran que no hay motivos para convocar las elecciones antes de tiempo y que esas eran las intenciones de Pablo Casado y ahora de Alberto Nuñez Feijóo.
Madrid-
Es "un falso debate" con intereses para la derecha. Así califican desde Moncloa, según fuentes consultadas por Público, la posibilidad de que las próximas elecciones generales se adelanten. El Gobierno de Pedro Sánchez no tiene intenciones de convocar los comicios antes de las fecha que toca. Es decir, a finales de 2023 para agotar la legislatura. "¿Por qué íbamos a convocar antes?", se preguntan en el entorno del presidente. Durante los últimos tiempos se ha especulado, desde algunos ámbitos mediáticos y de la derecha con esta hipótesis que desde el Gobierno quieren desactivar.
Sánchez solemnizó en cierta manera su hartazgo y sus intenciones el pasado miércoles en el Congreso. Lo hizo en respuesta a la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, que había sacado a colación este asunto previamente. "Quédese tranquila señoría: me voy a quedar y voy a aspirar a ganar las elecciones en 2023", le dijo. El presidente añadió que le "daba apuro" tener que entrar en un debate "tan pobre" con las circunstancias económicas que estaba viviendo España.
Consideran en Moncloa que un adelanto electoral, que no se justifica en estos momentos, sería beneficioso para el Partido Popular (PP). Es más, que ese era el "plan" que tenía en la cabeza Pablo Casado hace meses y que no vería con malos ojos Alberto Núñez Feijóo. Es decir, la intención de los populares era producir un efecto arrastre desde las pasadas elecciones en Castilla y León, ahora con Andalucía el próximo 19 de junio y que eso moviera el avispero político para forzar un adelanto electoral por el desgaste del Gobierno de coalición.
Pero las posiciones de Moncloa están alejadas de esos postulados. De hecho, consideran que el desgaste le va a venir precisamente a Feijóo por sus pactos con la ultraderecha de Vox en Castilla y León y, como todo apunta, en Andalucía. El efecto Feijóo que ya se ha vislumbrado en las encuestas pasará conforme avancen los meses, apuntan las fuentes consultadas.
Y como respuesta el Gobierno tiene claro que hay que vender la gestión gubernamental. Esta semana han vuelto a sacar pecho de las iniciativas legislativas aprobadas en el Congreso, como la ley de planes de pensiones o el fin del voto rogado, entre otras. En la primera no contaron con el apoyo de socios habituales como ERC, Más País y Compromís. Sí apoyó Cs, en otro episodio más de la llamada geometría variable.
"Tenemos estabilidad porque sabemos negociar", destacan fuentes de Ferraz, que coinciden en apuntar a que este Gobierno va a acabar la legislatura "para seguir aprobando medidas en beneficio de la ciudadanía". Los socialistas son conscientes de la relevancia que tiene en lo que queda de mandato de un partido como ERC, que se ha descolgado últimamente de algunas votaciones relevantes para el PSOE. Por eso ya trabajan para recuperar la relación, especialmente con la mirada puesta en los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Esas cuentas públicas serán también debatidas internamente en la coalición. Desde Unidas Podemos ya han ido adelantando que darán la batalla en el tema económico. En paralelo, Sánchez lanzó un mensaje interesante a sus socios de Gobierno. "Si me pregunta qué es lo que desmoviliza a la izquierda, creo que es que nos afanemos en ocasiones más de lo debido en subrayar las diferencias y no las alianzas en favor de las conquistas", le dijo el miércoles en el Congreso al portavoz de UP, Pablo Echenique.
Andalucía y la movilización de la izquierda
Tanto en Ferraz como en Moncloa son conscientes de las dificultades que va a tener el PSOE para sacar un resultado positivo en las elecciones de Andalucía. No pierden, en todo caso, la esperanza de amortiguar el impacto lo máximo posible. En este sentido, consideran que el debate electoral celebrado el pasado martes "movilizará a la izquierda" porque se han visto las posiciones muy claras.
El análisis que realizan los socialistas es que Vox y su candidata Macarena Olona "van a menos". En todo caso, como ha mantenido el candidato socialista, Juan Espadas, desde hace meses, es muy necesario que todo el electorado de izquierdas vote.
Preparando ese posible terreno de derrota ante el PP de Juanma Moreno ya se apunta a que los comicios del 19-J no tienen por qué suponer el inicio de un nuevo ciclo electoral. En el horizonte consideran que serán más decisivas y un mejor termómetro para testar al partido las elecciones municipales y autonómicas de 2023. Lo que dejan claro en Moncloa es que estas no coincidirán con las generales, como se ha especulado también en diferentes ocasiones.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.