Este artículo se publicó hace 3 años.
Moreno y Espadas pelean por situarse en el centro de un tablero político andaluz polarizado
El presidente de la Junta y el secretario general del PSOE se verán a finales de la próxima semana en un encuentro decisivo que tendrá consecuencias para lo que queda de legislatura
Sevilla-
A finales de la próxima semana, el día 1 de octubre, salvo cambios en las agendas, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se sentará con el secretario general del PSOE de Andalucía y alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Entre los temas a tratar estará el presupuesto andaluz.
La reunión se antoja decisiva para saber el camino que va a tomar la legislatura, marcada por la polarización y la radicalidad de la ultraderecha, en la Comunidad más poblada, y para calibrar el punto en el que está y va a estar la relación entre PSOE y PP en Andalucía, porque, según dijeron a Público fuentes cercanas a Espadas, en esta ocasión, el socialista "va en serio" al respecto del presupuesto.
Vista la posición de Vox, el socio parlamentario de Moreno, que hoy no está por la labor de dar al Ejecutivo andaluz formado por una coalición de PP y Ciudadanos, unas nuevas cuentas –serían las cuartas– llevarían la legislatura de forma pacífica hasta su final natural. Y vista la nueva estrategia de oposición que ha iniciado Espadas tras ganarle a Susana Díaz y Luis Ángel Hierro las primarias socialistas antes del verano, si el presidente y el PP quieren un nuevo presupuesto, que será expansivo, gracias a los fondos de Europa, tendrían que contar –si los ultras siguen como están hoy– con el PSOE.
Sería la primera vez que el principal partido de la oposición, el que quiere ocupar el lugar del otro, le daría un presupuesto a su máximo adversario en Andalucía. La estrategia de disputarle la centralidad a Moreno tiene riesgos, porque hay serio peligro de que el PP ocupe la mayor parte del espacio, al fin y al cabo, a ellos les tocaría ejecutar el presupuesto, y porque podría permitir que el presidente se venda, una vez más, como un hombre moderado, capaz de pactar a su izquierda y su derecha asuntos centrales para Andalucía. De hecho, esta semana Moreno ha hecho pleno: se ha reunido, además de con el presidente Ximo Puig, con la vicepresidenta Nadia Calviño, y con la ministra y líder de Unidas Podemos, Ione Belarra–.
También, podría causar contestación en las propias filas socialistas, ahora que se entra en un año electoral, haya o no presupuesto. Por otro lado, no disputarle ese espacio central a Moreno, se argumenta también, le dejaría expedito el camino al PP.
La reunión Moreno y Puig
La reunión entre Moreno y Espadas será la segunda desde que Espadas ganó las primarias y llegará, de hecho, después de que Ximo Puig, presidente del País Valencià, del PSOE, firmara una alianza con Moreno para que ambas Comunidades, que representan al 28% de la población española, empujen en la dirección de desbloquear la financiación autonómica. Pretenden la creación de un fondo que compense a las Comunidades que reciben una peor financiación por habitante ajustada, entre las que están ambas, junto a Murcia y Castilla-La Mancha.
Este asunto, el de la financiación, es un viejo caballo de batalla de los socialistas que, cuando gobernaban, reclamaban al Gobierno una y otra vez.
La reunión entre Puig y Moreno, que no había podido producirse en la etapa de Díaz al frente del PSOE, ha dejado fuera de foco a Espadas, quien ha sido generoso con Puig –y con Moreno– y ha asumido el riesgo de permitir el encuentro y de dar demasiado protagonismo a su rival, el presidente andaluz, a cambio de un objetivo político relevante: una oportunidad de mejorar la financiación de la Comunidad. Pretenden un acuerdo que estabilice el sistema –si finalmente el Gobierno de Madrid y otras comunidades se avienen a la creación del fondo propuesto por ambos presidentes– para unos años, después de que lleve atascada su revisión desde 2014, hace ya siete años.
El PSOE andaluz ha reaccionado, con la idea de recuperar el brío, por la vía de disparar contra Pablo Casado y señalar las contradicciones evidentes que tiene el PP en este asunto, pero que, por otra parte, también existen en el PSOE. Este es un asunto de territorios, que supera a los partidos. Así, para los socialistas, "la línea" a seguir "es la de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por un lado, entre territorios y, por otro, entre partidos". Este razonamiento llevó al diputado Mario Jiménez a arremeter este jueves contra Casado: "Es un cobarde político ante Isabel Díaz Ayuso, que defiende la insolidaridad entre Comunidades". Madrid rechazó –según ha manifestado Montero– hace escasas fechas la creación de ese fondo pactado este martes por Moreno y Puig.
Desde ese punto de vista, la posición de Espadas es la de defender las tesis pactadas en 2018 en el Parlamento de Andalucía, sobre las que existe un consenso con el PP, porque lo buscó Montero, cuando era consejera de Hacienda de Díaz.
Así resume el asunto la portavoz adjunta del PSOE andaluz, María Márquez: "El modelo de financiación que en estos momentos defiende el Gobierno andaluz es el que impulsamos y defendimos los socialistas en 2018 en el Parlamento, al que el PP terminó sumándose a última hora –Moreno, tras muchas dudas, optó por firmar, lo que hoy, cuando gobierna, le ha beneficiado enormemente– y que es responsable y riguroso".
En ambos cuarteles generales, según las fuentes consultadas por Público, se tiene la percepción de que es el rival el que anda desconcertado. En San Telmo, ven que Espadas –que hasta noviembre no va a tener una Ejecutiva regional a pleno pulmón (en cierto sentido, el regional está desaparecido) y se apoya en la dirección del grupo parlamentario– no logra meterles mano y en la dirección socialista analizan que los miembros del Gobierno con capacidad de decisión en el ámbito político y presupuestario –el presidente, su mano derecha, Elías Bendodo, el vicepresidente, Juan Marín, y el consejero de Hacienda, Juan Bravo– "dicen cosas diferentes en función del momento".
Lo cierto es que el presidente Moreno está en este momento, en que Vox tira con bala –Javier Ortega Smith reclamó este jueves una vez más elecciones–, en el lugar central en el que quiere estar. Según las fuentes consultadas, está cómodo justo ahí, con un pie bien instalado en el centro, justo cuando se acercan los comicios, que serán dentro de un año y dos meses como mucho. ¿Perderá votos por la derecha? ¿La estrategia de Espadas le dará los votos del centro que busca también Moreno? En juego, la hegemonía en la Comunidad más grande del país, clave para Sánchez y para Casado.
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