Los partidos de Sumar endurecen la batalla por la lista de las europeas y aumentan la presión sobre Yolanda Díaz
Izquierda Unida, Compromís y Verdes Equo no ven garantizados los puestos de salida que piden en la candidatura a las elecciones al Parlamento Europeo. IU señala a las primarias y propone una mesa de negociación de los partidos.
Madrid-Actualizado a
La lista de Sumar a las europeas se perfilaba desde hace meses como un campo de batalla entre las organizaciones que conformaron la coalición del 23J. En un contexto de retroceso de la izquierda transformadora y de avance de la derecha, es casi una cuestión matemática y la previsión es que no haya puestos de salida suficientes en la candidatura para cubrir las aspiraciones de todos los partidos.
Al menos tres de las formaciones que quieren tener a sus candidatos en esos puestos mantienen ya a día de hoy un choque con la dirección de Sumar, precisamente porque, trasladan, no ven garantizado ese objetivo. Se trata de Izquierda Unida, Compromís y Verdes Equo.
Las tensiones por la lista de las europeas se iniciaron ya hace semanas, cuando las organizaciones comenzaron a designar a sus candidatos y a trasladar la necesidad de que tuvieran presencia en el próximo Parlamento Europeo que saldrá de las urnas el 9 de junio. Sin embargo, las negociaciones se han intensificado en los últimos días, lo que también ha elevado el choque con algunos partidos, que consideran que Sumar no está atendiendo sus peticiones.
Este es el caso de Izquierda Unida, que este lunes ha expresado, a través de su portavoz Ismael González, su malestar por el "punto muerto" en el que, a su juicio, se encuentran las conversaciones con los de Yolanda Díaz. IU ha puesto encima de la mesa dos peticiones concretas: que su candidato, Manu Pineda, esté "lo más arriba posible" en la lista, por lo menos en un puesto que garantice su presencia en la cámara europea, por un lado.
Y que en la lista haya candidatas y candidatos que, tras los comicios, se adhieran al grupo parlamentario de la Izquierda Europea, por otro. También es doble el argumento que esgrime la organización: por un lado, ponen en valor su rol como principal fuerza estatal de la coalición y su capacidad organizativa (sobre todo a nivel municipal, con una representación institucional de alrededor de 2.000 concejales) para garantizar un buen número de interventores que permita desarrollar una campaña electoral en todo el Estado.
Los argumentos de los partidos para pedir puestos de salida
Por otro, defienden que, en un contexto de avance de la ola reaccionaria, es necesario nutrir al grupo de la Izquierda Europea de diputados, en un momento en el que España se ve como un faro del progresismo en la UE, tras la victoria de las derechas en las elecciones nacionales de varios países (el último, Portugal).
Ante este "punto muerto", IU ha señalado a la celebración de elecciones primarias como una fórmula para desbloquear las negociaciones y darle la voz a las militancias de las formaciones. También han pedido desde la organización que los partidos inicien una negociación multilateral para tratar de cerrar un acuerdo (en la actualidad las negociaciones son bilaterales, entre Sumar, principal artífice de la lista electoral, y cada partido).
Tampoco Compromís está, a día de hoy, satisfecho con la marcha de las negociaciones, y asume que existe un choque de posiciones con los de Yolanda Díaz derivado de que no tiene garantizado un puesto de salida. La formación valencianista (que no forma parte de los órganos de dirección y de toma de decisión de Sumar, pero sí del grupo parlamentario en el Congreso) se había fijado dos objetivos prioritarios para estos primeros meses de legislatura respecto a su relación con los de Díaz.
El primero, lograr medidas importantes para el País Valencià en los Presupuestos Generales del Estado para 2024 (un objetivo perdido, ya que Pedro Sánchez decidió no aprobar unas cuentas para este ejercicio tras el adelanto electoral en Catalunya). El segundo, lograr, al menos, un puesto de salida en la lista de las europeas, ya que no habían tenido representación en el Gobierno (como sí sucedió con Más Madrid, IU o los comunes, a través de sus respectivos ministerios).
Compromís celebra este martes una reunión de su ejecutiva en la que estará presente el asunto de la candidatura a las europeas, mientras las negociaciones con Sumar continúan. También Verdes Equo aspira a tener un puesto de salida en la candidatura de Sumar para su candidato, Florent Marcellesi.
Una expectativa electoral peor que la de 2019
A juicio de esta formación, sólo de esta manera se puede garantizar que Sumar apuesta de forma decidida por el "eje verde" en su proyecto europeo. Sus argumentos en la negociación son, básicamente, dos. El primero es el reconocimiento de su rol como nexo entre el proyecto de Díaz y la familia de los Verdes europeos (Mélanie Vogel, copresidenta de este espacio, asistió el pasado 23 de marzo a la asamblea fundacional del partido en Villaverde tras facilitarlo Equo).
El segundo es que, en su análisis, la derecha y la ultraderecha se han fijado como principal estrategia política lanzar una ofensiva contra el Pacto Verde Europeo y el ecologismo, lo que demostraría que "uno de los retos y debates centrales de las elecciones europeas será la transición ecológica y justa" abanderada por el partido desde sus orígenes.
Desde Sumar trasladan que las tensiones con los partidos en un contexto de negociación de una lista electoral es una situación más o menos habitual, y restan importancia al choque. En este sentido, no contemplan unas primarias competitivas para repartir los puestos de la candidatura y se muestran convencidos de que "habrá acuerdo" y de que todas las organizaciones "se sentirán representadas" en él. Sí que avanzan que los inscritos podrán validar esa lista en una votación.
A día de hoy, la candidatura parece dejar poco margen para un acuerdo que logre integrar a los candidatos de todos y cada uno de los partidos (formaciones como Más Madrid y los comunes también están en la negociación, aunque de momento no señalan la existencia de un choque con los de Díaz por este motivo).
El número uno se lo reserva Sumar para Estrella Galán, directora de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), un perfil que ha sido bien recibido por todas las organizaciones. El número dos de la lista también podría recaer en la formación de Díaz, y suenan nombres como el de la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop. Jaume Asens, exportavoz de los comuns en el Congreso de los Diputados, también aspira a ocupar uno de los puestos de salida.
En junio habrá dos listas de la izquierda alternativa a las europeas: la de Sumar y la de Podemos
En las pasadas elecciones europeas, en 2019, la candidatura de Unidas Podemos Cambiar Europa, con algo más de dos millones de votos logró seis escaños; la previsión, en un momento de retroceso electoral de las izquierdas (y del espacio de la izquierda alternativa en particular), es que el resultado en junio sea peor que el de hace cinco años (también por la situación de competencia de dos candidaturas de este bloque político, ya que Podemos concurrirá con su propia lista, liderada por Irene Montero).
En ese contexto, los primeros cuatro puestos serían clave; si Sumar se reserva dos y los comunes un tercero, habría una eventual batalla entre tres formaciones por un puesto que ni siquiera estaría garantizado. Fuentes conocedoras de la negociación apuntan a que esta semana será clave para el desenlace de la pugna por la candidatura a las europeas.
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