Este artículo se publicó hace 4 años.
El PNV, ante el nuevo papel de EH Bildu en Madrid: "Antes nos llamaban españolazos"
El apoyo de la coalición soberanista a los Presupuestos Generales del Estado repercute en la batalla con el partido de Iñigo Urkullu por la hegemonía en Euskadi. "Han cambiado ellos, no nosotros", sostienen en Sabin Etxea.
Bilbao-
En las oficinas principales del PNV y EH Bildu comparten estos días un diagnóstico, aunque lo hacen desde ángulos distintos. Todo, básicamente, por la decisión de la coalición liderada por Arnaldo Otegi de apoyar los Presupuestos Generales del Estado, algo que el PNV también hará esta vez y que ya ha hecho en otras ocasiones con otros gobiernos, tanto socialistas como del PP. El "con quién", el "cómo" y el "para qué" centran hoy las diferencias en el campo nacionalista.
En Donostia cierran una semana especialmente intensa. El lunes, Otegi anunció la convocatoria de una asamblea para que fuese la militancia abertzale la que se pronunciase sobre si efectivamente había que apoyar los Presupuestos, tal como proponía la dirección de EH Bildu. El cónclave de la militancia fue virtual y ses saldó como la Mesa Política de la coalición soberanista preveía: rotundo apoyo a la decisión de dar el sí a las Cuentas del Gobierno. 1.453 votos afirmativos (91,5%) contra 89 en contra (5,6%) y 46 en blanco (2,9%).
"El amplio aval de las bases a la propuesta de la Mesa Política refleja la voluntad de nuestra formación de ser agentes proactivos, de buscar alianzas que tengan como objetivo ampliar y blindar los derechos de las personas y ponerle freno a las derechas y a sus políticas retrógradas", afirmaron desde EH Bildu tras conocerse los resultados.
El cambio está en el ambiente. Para Jule Goikoetxea, profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad del País Vasco e investigadora de la Universidad de Oxford, "EH Bildu ha hecho la apuesta de no solo estar en las instituciones, sino de hacer algo dentro de las instituciones españolas. Aunque hayan participado en algunas legislaturas en el Congreso, nunca habían abierto la puerta a ninguna negociación de calado", sostiene.
"Es importante señalar que sería la primera vez que la izquierda abertzale apoyase unos presupuestos en España, al igual que durante la moción de censura fue la primera vez que apoyó a un presidente español", destaca por su parte el analista vasco Javier Alberdi, quien observa también una "estrategia de desdemonización" de EH Bildu, coalición en la que, además de Sortu, están Alternatiba, Eusko Alkartasuna y exmiembros de la desaparecida Aralar.
En esa línea, Goikoetxea cree que ese cambio en la estrategia política de la formación soberanista "hace que el PNV pueda visionar algo que el resto también visiona: la puesta en duda a largo plazo de su hegemonía institucional". En Euskadi, destaca esta investigadora, "la hegemonía cultural no la tiene el PNV sino la izquierda abertzale, pero la hegemonía institucional siempre ha sido el centro del PNV".
La disputa está abierta. Es una batalla por la relevancia en Madrid, pero también por lo que todo eso puede significar a los ojos del electorado vasco. Hasta ahora, el partido de Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar había ejercido como el único del espectro político de Euskadi capaz de negociar y ejercer influencia sobre la gobernanza de España. Ahora, en cambio, una EH Bildu pragmática ejerce un papel similar.
Alberdi considera que "hay que entender este paso de apoyo a los gobiernos progresistas a nivel España como un cambio respecto a las posiciones de bloqueo en el Congreso similares a las mantenidas por la CUP –hay que recordar que Herri Batasuna llegó incluso a dejar sus escaños vacíos en los años ochenta– a unas posiciones pactistas similares a las de ERC".
"Decían que nos vendíamos por un plato de lentejas", señalan desde el PNV
En la sede del PNV descartan que todo esto haya producido una modificación o replanteamiento de su discurso. "¿Cambio nosotros? El cambio es de Bildu, que ha venido a hacer lo que llevamos haciendo 40 años, tiempo en el que decían que nos vendíamos por un plato de lentejas o directamente nos tachaban de españolazos o colaboracionistas", sostienen fuentes de la dirección nacionalista.
En Sabin Etxea –sede principal del PNV– sostienen que la coalición independentista ha hecho "una enmienda a la totalidad a su estrategia política" de las últimas cuatro décadas. "Ahora, con unas enmiendas a unos PGE, resulta que van a tumbar el régimen y a acercar la República Vasca. Más cambio que eso...", ironizan desde ese edificio bilbaíno.
Tambaleos
En ese endiablado contexto político, Goikoetxea apunta que el partido de Ortuzar ha sido históricamente "una de las claves de la gobernanza". "Cuando el ganador de las elecciones generales no obtenía la mayoría absoluta, siempre necesitaba a los partidos nacionalistas, PNV o CiU, para que les aprobaran los Presupuestos a cambio de cumplir los respectivos estatutos de autonomía, transfiriendo algunas competencias", explica la profesora de la UPV.
De esa manera, el PNV "siempre ha podido acaparar los intereses vascos, porque al negociar los Presupuestos siempre conseguía que trasladaran alguna transferencia más". Sin embargo, Goikoetxea considera que "eso empieza a tambalearse". "El PNV solo puede tener la hegemonía mientras el PSOE tenga algo de poder aquí en Euskadi, y mientras no se unan Podemos y EH Bildu", añadió. La batalla continuará.
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