La jornada electoral ha terminado sin grandes sorpresas en Euskadi. Imanol Pradales podrá ser el próximo lehendakari con los votos del PSE-EE, que repite como tercera fuerza. EH Bildu ha llevado las distancias a mínimos y se consolida como una alternativa real a los gobiernos del PNV. Sumar, por su parte, sobrevive y tendrá representación en el Parlamento vasco. Los jeltzales han valorado positivamente los resultados y le han quitado hierro a la subida de la izquierda abertzale. "Somos la primera fuerza política. La sociedad ha ratificado su confianza en nuestro partido", ha señalado Andoni Ortuzar. 

El PNV ha terminado la noche con 370.231 votos y 27 escaños, cuatro menos que en los últimos comicios. EH Bildu tendrá otros 27 asientos en el Parlamento vasco, seis más que durante la pasada legislatura. La suma de jeltzales y abertzales deja Gasteiz con una mayoría nacionalista sin precedentes. "Reconocemos también los resultados obtenidos por el resto de partidos. Euskadi es un país diverso y así lo reflejará nuestro Parlamento", ha añadido el líder del PNV.

"No vamos a fallar tras la confianza depositada. Vamos a darlo todo para fortalecer la convivencia y gobernar para todo el mundo. Esta semana nos pondremos en contacto con las demás fuerzas políticas. Tenemos experiencia y hemos demostrado nuestra capacidad para negociar y cumplir. Empieza una nueva etapa y vamos a trabajar para dar respuesta a los retos que tenemos por delante como país", ha terminado Ortuzar. El dirigente ha destacado el "triunfo" de su formación pese a las "encuestas direccionadas" y el "clima adverso" que, a su juicio, se habían generado en campaña.

La celebración para Imanol Pradales era este 21 de abril doble. El candidato del PNV consiguió revalidar el Gobierno para los jeltzales el mismo día de su cumpleaños. La militancia le cantó el Zorionak zuri en Sabin Etxea antes de que tomase la palabra. "Lo primero que quiero hacer es felicitar a la sociedad vasca porque ha ganado la democracia y eso está por encima de todo lo demás. Euskadi ha decidido y ha reivindicado cuál quiere que sea su futuro. El PNV ha ganado las elecciones", ha defendido el futuro lehendakari. 

"La pluralidad de la sociedad vasca ha quedado clara y tenemos el deber de darle cauce", ha añadido en referencia a la subida en las urnas de EH Bildu. Pradales se ha comprometido a formar un "Gobierno con mujeres y hombres de solvencia contrastada", capaz de "defender los intereses de toda la sociedad vasca". El candidato del PNV ha compartido sus "buenas sensaciones" acompañado de la cúpula jeltzale y ha evitado hablar de la pérdida de escaños. "Lo daré todo por Euskadi todos los días", sentenció antes de abandonar la sala de prensa. 

El PNV ha subido en número de votos, pero ha perdido la holgada mayoría de la que venía disfrutando durante las tres últimas legislaturas. En 2012, Urkullu llegó a la Lehendakaritza con 27 escaños y el 36,64% de los sufragios. En 2016, repitió como presidente con un diputado más. El mejor resultado lo firmó en los últimos comicios, creciendo hasta los 31 escaños y llevando al límite su hegemonía. EH Bildu fue en las tres convocatorias segunda fuerza con 21, 18 y 21 representantes respectivamente. La distancia entre los dos partidos era de 100.000 votos hace cuatro años, pero se reduce hasta los 30.000 sufragios tras los resultados de este domingo.

El empate técnico abre la puerta a un cambio de escenario que los abertzales califican de "histórico". Arnaldo Otegi ha celebrado que EH Bildu haya sido líder en los principales territorios de Euskal Herria. "Estamos entrando en una nueva época. Hace cuatro años había una fuerza política institucionalmente hegemónica. El PNV nos sacaba una diferencia de diez escaños. Ahora tenemos una competición entre dos fuerzas políticas principales", ha precisado el mandatario. La supremacía nacionalista nunca había estado tan reñida y el sorpasso ha sido en algunos momentos del escrutinio una realidad.