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Un PSOE crecido aspira a ganar las europeas, gobernar Madrid y vencer en todas las comunidades

Como en las generales, los socialistas temen que si las “tres derechas” suman puedan pasar a la oposición, aun siendo los más votados. Sánchez hará una campaña intensa, similar a la del 28-A, y ahora sí se le reclama en todos los territorios

El candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, Pedro Sánchez, durante su valoración de los resultados electorales en la sede socialista en la Calle Ferraz de Madrid | EFE/ JuanJo Martín.

El PSOE está en efervescencia tras la victoria en las elecciones generales y afronta los comicios del próximo 26 de mayo con grandes expectativas. Sus retos pasan por ganar las elecciones europeas, ganar en más autonomías y grandes ciudades pero, sobre todo, gobernar en Madrid, la joya de la corona.

Y es el que optimismo reina en las filas socialistas y se ven con posibilidades de poder gobernar en casi las doce comunidades autónomas donde se celebran elecciones y donde creen que pueden ser la fuerza más votada, como ha pronosticado este jueves el CIS.

Pero este optimismo, se combina a la vez con el miedo a que si suman en parlamentarios las llamadas “tres derechas” pueden quedarse en la oposición, y éste es el mensaje que están lanzando los candidatos autonómicos socialistas.

Como objetivos concretos, el PSOE cree que mantendrá los gobiernos que ahora tiene: Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón y Baleares; pero no cierra las puertas a poder gobernar en territorios hostiles para los socialistas como Castilla y León, La Rioja, Cantabria o Canarias.

Sin embargo, la obsesión de la dirección del PSOE es ganar Madrid y convertir a Ángel Gabilondo en presidente de la comunidad. A pesar de la división en la izquierda, se cree que se dan las mejores condiciones para que haya una mayoría progresista y esté liderada por el ex rector universitario. El PSOE lleva sin gobernar en la Comunidad desde 1995 y, una nueva victoria del PP, le condenaría a casi dos décadas en la oposición.

Más difícil se ve en el Ayuntamiento madrileño, sobre todo, si se extrapolan los votos de las elecciones generales, pero la apuesta personal de Pedro Sánchez por Pepu Hernández está acompañada de poner todos los esfuerzos posibles para llevarlo a la Alcaldía o, en el peor de los casos, sumarse a un hipotético gobierno con Manuela Carmena. En esta ocasión, no hay dudas de que se sumarán a una coalición para gobernar.

El PSOE, además, aspira a mantener la Alcaldía de Sevilla con Juan Espada y recuperar otras capitales andaluzas, pero en el terreno municipal la gran apuesta del PSOE es ganar Gijón, gobernada por los socialistas desde 1979, y que perdieron en 2015 por un pacto entre el PP y Foro Asturias.

Ferraz cree, además, que otras capitales de provincia pueden volver a tener alcaldes o alcaldesas socialistas, como en Extremadura o Castilla-La Mancha, pero todo está muy abierto ante la previsible presencia de varios partidos en casi todos los consistorios.

A nivel europeo, el PSOE quiere volver a ganar con Josep Borrell al frente, lo que no hace desde 2004, cuando también fue como cabeza de lista el todavía ministro en funciones de Asuntos Exteriores. La fragmentación del voto en la derecha favorece estas expectativas, pero el voto al Parlamento Europeo suele ser menos comprometido y tampoco se espera una amplia victoria como en las generales.

El objetivo es ser el partido más votados y llevar el mayor número de eurodiputados socialistas a Bruselas, porque creen que pueden tener un papel fundamental en el próximo Parlamento europeo.

En cuanto a la campaña de las tres elecciones se nota menos tensión y algo de cansancio en Ferraz. No obstante, el líder socialista Pedro Sánchez se volverá a volcar en estos comicios y su presencia será tan intensa como en las elecciones generales, volviéndose a recorrer todo el país

El PSOE cree que Sánchez es un valor en alza y, en contra de lo que pasaba en otra épocas, su presencia suma a los candidatos autonómicos y locales, y ahora todos quieren contar con él en sus territorios.

De lo que se es consciente en Ferraz es que estas elecciones marcarán también la formación del nuevo Gobierno y la estabilidad parlamentaria a la que aspiran los socialistas para los próximos cuatro años. El reparto de fuerzas en cada comunidad, los pactos posibles y cómo se posicione cada partido será determinante para saber con qué apoyos contará Sánchez para seguir al frente del Gobierno.

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