Este artículo se publicó hace 2 años.
Nos quieren explicar la guerra como si fuéramos niños pequeños
Pablo Iglesias
Madrid-
Según datos recogidos por Escola de Cultura de Pau de Catalunya, existen 18 guerras "importantes" activas en el mundo.
Una es Ucrania. Allí la guerra comenzó en febrero de 2014 con combates en varios territorios aunque solo ha recibido atención mediática masiva con la reciente invasión rusa iniciada el 24 febrero y que podría terminar en algún tipo de acuerdo negociado entre Rusia y Ucrania o desembocar en la III Guerra Mundial con las principales potencias nucleares implicadas. Nunca me imaginé que podría llegar a decir esto.
Es innegable la relevancia de la invasión rusa que está provocando, muertes, violaciones de derechos humanos, la destrucción de un país, millones de refugiados que huyen de la guerra y que parece que va a provocar una crisis económica en toda Europa que amenaza con ensañarse con los trabajadores y que podría llevarnos nada menos que a una catástrofe nuclear.
Pero lo que llama la atención es que algunos nos quieran explicar la guerra como si fuéramos niños pequeños. Como si el problema principal fuera que un ser perverso, Putin, hasta hace nada amigo entrañable de José María Aznar y referente de Abascal, ha terminado de enloquecer. Y que la guerra se explicara como una lucha entre las fuerzas del bien y el mal donde ni el control de los recursos energéticos, ni los intereses económicos y geopolíticos aportaran nada para entender lo que pasa.
Hagamos la prueba del algodón. Si el problema de esta guerra es la lucha del bien contra el mal ¿Entonces qué pasa con las otras 17 guerras. Qué pasa con Camerún, con Etiopía, con Mali, Mozambique, Lago Chad, el Sahel, República centroafricana, República democrática del Congo, Uganda, Somalia, Darfur, Sudán del sur, Afganistán, Myanmar, Irak, Siria, Yemen… ¿Les suenan todas las guerras que he mencionado? A qué no. Fíjense que ni siquiera he mencionado la ocupación de Palestina. Ya se sabe que los israelíes tratan a los palestinos mucho mejor que Putin a los ucranianos. Tampoco he mencionado a los saharauis, con los que España tenía un compromiso y a los que la ONU reconoció su derecho de autodeterminación. Sin embargo, ya se sabe, la democracia marroquí trata de maravilla a los saharauis.
Pero si esto es un problema de las fuerzas del bien contra el mal ¿Por qué no enviamos armas a los saharauis y a los palestinos? ¿Por qué se celebra la supercopa de España en Arabia Saudí si este país bombardea a los yemeníes? ¿No es lo mismo un niño bombardeado de piel morena que un niño bombardeado rubio y de ojos azules?
Pero no me hagan caso. Cualquiera que se haga preguntas es un comunista de mierda amigo de Putin.
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