Este artículo se publicó hace 3 años.
Un año desde que EH Bildu se convirtió en interlocutor estable del Gobierno
Pese al revuelo que causó en el seno del Ejecutivo y entre las filas socialistas, el acuerdo para derogar la reforma laboral fue el preludio del posterior apoyo de la formación independentista vasca a las cuentas del Ejecutivo para 2021.
Pilar Araque Conde
Madrid-
El pasado año, a estas alturas, la política española vivía momentos de desconcierto por el acuerdo entre los partidos del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, con EH Bildu para derogar la reforma laboral. El pacto, sometido a varios matices horas después del anuncio, provocó controversia tanto en el PSOE como en el seno del Gobierno, aunque el revuelo informativo también salpicó a los agentes sociales. Si bien, este primer acuerdo formal alcanzado entre la izquierda soberanista vasca con las formaciones que sostienen el Ejecutivo, especialmente con el PSOE, fue el preludio del apoyo histórico meses después a los primeros presupuestos del Gobierno de coalición.
Diez años después de su nacimiento, la coalición soberanista reforzó su estrategia en el segundo congreso del partido celebrado el pasado 9 de mayo. Además de la clara apuesta por continuar con la vía independentista de izquierdas, EH Bildu sentó las bases para consolidar la idea de la unidad de las fuerzas progresistas más allá de Euskadi para hacer frente a la "agenda autoritaria" de la extrema derecha.
En la práctica, esta senda se ha visto reflejada en el Congreso desde la investidura de Pedro Sánchez en 2020, en la que EH Bildu de abstuvo y entró a formar parte en el denominado bloque de la investidura (compartiendo espacio con otras fuerzas progresistas como ERC, Más País, Compromís y BNG). Cabe recordar que en 2018, los dos diputados de EH Bildu votaron a favor de la moción de censura de Pedro Sánchez contra el entonces presidente del Gobierno, el conservador Mariano Rajoy. En esa ocasión, la formación de Arnaldo Otegi justificó el respaldo no como "un apoyo al PSOE" sino como "rechazo al PP", aunque no hubo ningún tipo de acuerdo explícito con el partido de Sánchez.
El PSOE levanta el veto a EH Bildu
En el marco de la ronda de contactos de cara a la investidura del actual presidente del Gobierno, y dada la presencia de Unidas Podemos en el Ejecutivo, el PSOE levantó el veto a esta formación y se sentó por primera vez en en el Congreso con EH Bildu en aras de llegar a un acuerdo. Entre las reivindicaciones de la formación independentista vasca se encontraba la derogación de la reforma laboral impulsada por el PP en 2012, aunque esta modificación ya se incluyó en el pacto de Gobierno sellado por PSOE y Unidas Podemos.
Meses después, hace justo un año, EH Bildu hizo público un pacto con los grupos parlamentarios del Gobierno para derogar "de forma íntegra" la reforma laboral a cambio de su abstención en la quinta y penúltima prórroga del primer estado de alarma. El acuerdo, difundido solo por esta formación, tenía la rúbrica de los tres portavoces (Mertxe Aizpurua, Adriana Lastra y Pablo Echenique). "Las fuerzas políticas que suscriben este acuerdo se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el PP. La derogación deberá ser efectiva antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por el covid-19", rezaba el texto.
Cuatro horas más tarde, al filo de la medianoche, los socialistas mandaron un comunicado en el que se anulaba "el punto primero", que sustituía "derogación íntegra" por "derogación de la reforma laboral de 2012". Además, el PSOE apuntó tres modificaciones concretas y "urgentes" en esta materia. Pero, incluso antes de esta rectificación, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, escribió en un tuit que estas formaciones habían pactado "adelantar" la modificación en el mercado laboral, sin hacer mención a la palabra "íntegra".
Oskar Matute: "Una vez lograda esa normalidad, hay que pasar de las palabras a los hechos"
"Lo que pasó después es una interpretación, que tiene que ver con las dificultades que hay en el Gobierno sobre cómo se aborda este tema", apunta a este medio el portavoz de EH Bildu en la Cámara Baja, Oskar Matute, en referencia a los diferentes mensajes que se publicaron después de la difusión del acuerdo. El parlamentario añade que, de hecho, la rectificación formal anunciada por el PSOE cuatro horas después se debe a "las presiones que ejercieron los sectores económicos para relativizar el acuerdo".
Esas interpretaciones tensaron durante los días posteriores las relaciones en el Gobierno de coalición. Así, mientras el entonces vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, alegaba que "pacta sunt servanda (lo firmado obliga)", el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, aludía a la derogación de los aspectos más lesivos y urgentes en el ámbito laboral. También, este primer acuerdo formal del PSOE con EH Bildu provocó un profundo malestar entre las filas socialistas.
"Normalidad" en las relaciones con EH Bildu
Si bien, desde entonces y un año después, las relaciones entre ambos grupos están enmarcadas dentro de la "normalidad", según han reconocido en varias ocasiones los portavoces de ambos partidos. En este aspecto, además de permitir la aprobación de las cuentas para 2021 a través de otro nuevo acuerdo, la coalición soberanista ha avalado, bien con su voto favorable o con una abstención, la mayoría de decretos y normas del Gobierno que se han debatido en la Cámara Baja.
Eso sí, Matute avisa: "Una vez lograda esa normalidad, hay que pasar de las palabras a los hechos. Nuestra capacidad sigue siendo la misma desde la investidura. Los cinco diputados de EH Bildu influimos de la misma manera. Si la izquierda no hace políticas de izquierdas, que la gente las identifique como buenas para su vida, esto causará más desafección y el avance del populismo de extrema derecha. Si te frenas en cada campaña que te levante la derecha, transmites la imagen de incapacidad para ofrecer respuestas".
A colación de esta efeméride, Matute ha preguntado a la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la sesión de control al Gobierno de este miércoles sobre sus intenciones para desmontar la reforma laboral. "Vamos a derogar la reforma laboral de PP. Permítame la discreción porque trabajan desde hace dos meses los agentes sociales. Yo rendiré cuentas en diciembre en esta Cámara si los trabajos para derogar la reforma laboral no están culminados", ha prometido Díaz ante las cuestiones del portavoz de la formación independentista vasca y del diputado de la CUP, Albert Botran, (quien se ha interesado por las medidas en el ámbito laboral comprometidas con la Unión Europea).
Con todo, EH Bildu, que confía en reunirse pronto con la vicepresidenta tercera en el marco de la ronda de encuentros que mantendrá para apuntalar el bloque de investidura, se mantendrá vigilante ante la previsión del Gobierno de impulsar las políticas sociales retrasadas por la irrupción de la pandemia, como la reforma laboral. "El Gobierno tiene que desplegar una batería de medidas que apuntalen que no van pagar los platos rotos los trabajadores", sentencia Matute.
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