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La reunión en Suiza sitúa a Junts como actor esencial en la negociación con el PSOE sobre el conflicto catalán

El hermético encuentro entre Puigdemont y Cerdán se ha centrado en fijar la metodología de trabajo, calendario y la aceptación del coordinador de verificadores, que será el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tras la primera reunión con Junts en Ginebra, a 2/12/2023
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tras la primera reunión con Junts en Ginebra, a 2/12/2023. Efe / Efe TV

Finalmente se ha producido la esperada, hermética y polémica reunión entre Junts y el PSOE con verificadores internacionales en Suiza. Aunque dos días después del límite fijado en el acuerdo de investidura, el encuentro se ha materializado este sábado con Puigdemont y Cerdán a la cabeza.

Y si los acuerdos de investidura certificaron el retorno de Junts a la política española como actor determinante y con voluntad de incidir, la reunión suiza de este sábado resitúa definitivamente a Puigdemont y su partido como actor esencial en la negociación con el PSOE para lo que los independentistas llaman "la resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado".

Un papel que Junts recupera después de una legislatura ausente en la mesa de diálogo entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno español. Y que conlleva una escenificación que tiene, sin duda, mucho que ver con la eterna pugna por la hegemonía del independentismo con la Esquerra de Oriol Junqueras y Pere Aragonès.

La reunión acabó después de más de cinco horas igual que empezó esta mañana: con absoluto secretismo y los implicados de regreso a sus lugares de origen. El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, se marchó en el único vuelo de regreso a Madrid limitándose a decir que la reunión "ha ido bien" y confirmando que los dos partidos reanudarán las conversaciones después de las fiestas navideñas.

En un comunicado, los partidos han asegurado que las reuniones han servido para "dar continuidad al acuerdo"

En el plano oficial, los dos partidos se han limitado a emitir un escueto comunicado, en el que aseguran que la reunión ha servido "para dar continuidad al acuerdo que propició la investidura del presidente Pedro Sánchez, firmado en Bruselas".

El comunicado también indica que ambos partidos acordaron proponer al diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez (San Salvador, 1955) para que coordine el mecanismo internacional que forma parte del acuerdo político.

Según la nota de Junts, el embajador Galindo ha participado en la reunión de este sábado, en la que "ambos partidos le han agradecido su compromiso a poner a disposición de las partes su experiencia y su voluntad de contribuir a alcanzar la solución política y negociada en el conflicto".

Secretismo con mensaje de última hora para la ubicación

La cita se ha visto envuelta de secretismos propios de las películas de espías, nevada incluida, en las señoriales calles de Ginebra. Aunque el hermetismo no permite contrastar la información adecuadamente, algunas fuentes apuntan a que unas horas antes de la cita, en principio fijada para empezar a las 10 de la mañana, Puigdemont y Cerdán recibieron un mensaje en sus teléfonos de la ubicación a donde debían desplazarse para celebrar la reservada y polémica reunión.

O, al menos, así lo explican fuentes de la negociación, y expertos en mediaciones internacionales admiten que es un procedimiento al uso. El mensaje en cuestión con la ubicación de la reunión, según las mismas fuentes, habría sido enviado por un miembro del equipo internacional de verificadores auspiciado por el Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant, que organizaba el encuentro.

La reunión ha sido organizada por el Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant

La cita no era en la sede central de la fundación, a orillas del bucólico lago Léman, en el corazón de Ginebra, sino en un lugar —por el momento desconocido— o bien de la periferia de la ciudad suiza o bien en una localidad cercana a ella.

Cerdán esperaba en un hotel de Ginebra después de haber llegado el viernes por la noche al aeropuerto, lo mismo que la líder de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. Los dos aterrizaron por separado en medio de una nube de cámaras y micrófonos, y en el caso de Nogueras también de algunos insultos de ciudadanos españoles que se percataron de la presencia de la dirigente independentista.

Las delegaciones y los viajes por separado

Las delegaciones de Junts y del PSOE se pusieron en marcha a primera hora de la mañana, con el amanecer aún luchando por abrirse paso, para acudir al lugar indicado e iniciar una reunión que, según algunas fuentes, habría durado unas cinco horas aproximadamente.

En el caso de Junts, han participado Carles Puigdemont, Míriam Nogueras y Jordi Turull

En el caso de Junts, han participado Carles Puigdemont, que acudió a Ginebra desde su residencia en Bruselas; la jefa de filas en el Congreso, Míriam Nogueras, que voló desde Barcelona; y el secretario general del partido, Jordi Turull, que prefirió hacer el largo viaje en coche para esquivar la expectación periodística que encontraron en el aeropuerto Nogueras y Cerdán.

En cuanto al PSOE, solo ha trascendido la presencia de Santos Cerdán. El hermetismo sobre el lugar de la reunión o el hecho de que los miembros de la delegación de Junts viajaran cada uno por separado a la capital suiza indican el nivel de secretismo —o de discreción, según se quiera ver— con que se ha desarrollado un encuentro calificado como una "simple reunión de trabajo" por Cerdán.

Según fuentes conocedoras de la negociación, no se ha entrado a debatir sobre grandes materias, con lo que la gran expectación generada responde más a las peculiares y opacas formalidades para la celebración del encuentro que al contenido.

Unas condiciones que, según esas mismas fuentes, habría impuesto Junts. Pero que también sería una petición de los propios verificadores, que no acostumbran a exponer su trabajo en público y bajo los focos de los medios de comunicación.

El procedimiento seguido perseguía "reducir al mínimo las injerencias en la negociación"

Buscan con ello "reducir al mínimo las injerencias y turbulencias en la negociación que comporta el debate público, y garantizar así la eficacia negociadora", apuntan los especialistas en resolución de conflictos.

Por su parte, Junts también ha forzado que las reuniones sean fuera del Estado español para posibilitar la participación de Carles Puigdemont, sobre el que pesa una orden de detención estatal, ya que el expresident de la Generalitat está decidido a liderar personalmente el proceso negociador con el PSOE, como ya hizo en el caso de la investidura.

Metodología, calendario y un coordinador de verificadores

Según fuentes de la negociación, la reunión de este sábado se ha centrado en fijar la metodología de trabajo, el calendario y la aceptación del coordinador de verificadores, que corresponderá al diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez.

El de Suiza de este fin de semana es el primer encuentro que mantienen Junts y el PSOE después de la investidura de Pedro Sánchez con la presencia de los verificadores, pero fuentes de la dirección de Junts aseguran que ya se han producido otras cuatro con anterioridad, algunas con este mismo formato,"y se celebrarán muchas más en distintas ciudades europeas", subrayan.

En la cita se han reiterado las posiciones de los dos partidos, pero con "voluntad de llegar a un punto común"

Estas mismas fuentes califican el encuentro de "productivo" aunque reconocen que este sábado solo se han reiterado las posiciones de inicio de los dos partidos, aunque "con voluntad de llegar a un punto común".

Tal y como se recoge en el acuerdo de investidura, Junts habría puesto sobre la mesa la demanda de un referéndum de autodeterminación para Catalunya por la vía del artículo 92 de la Constitución. Y, mientras no llegue ese referéndum, trabajar para el traspaso a la Generalitat del 100% de los impuestos recaudados en Catalunya.

Por parte del PSOE, Cerdán habría manifestado la imposibilidad constitucional de ese referéndum de autodeterminación, y habría ratificado la propuesta del PSOE de legislar para facilitar un despliegue estatutario en la línea del Estatut aprobado antes de la sentencia del Constitucional. También ha puesto sobre la mesa garantizar la suficiencia financiera de la Generalitat.

Otro aspecto importante sería el "compromiso inequívoco", aseguran fuentes de la negociación, que ha explicitado Cerdán en el impulso desde el Gobierno español para el retorno de las sedes sociales a Catalunya de las empresas que las trasladaron el 2017. Aunque este punto tiene en las empresas privadas la decisión última en cada caso.

Ambiente cordial para romper el hielo de la desconfianza

Respecto al ambiente de la reunión, las fuentes consultadas se limitan a asegurar que ha sido "cordial", aspecto reconocido en el comunicado oficial. No obstante, todas las partes se han mostrado "molestas" por la presión mediática y la filtración de los verificadores de la Fundación Henry Dunant.

También se asegura que ha habido muestras de voluntad para "iniciar una nueva etapa" en la relación entre Junts y el PSOE. A pesar de ello, el emisario del PSOE habría dejado claro que esta será "una negociación lenta por la complejidad de los temas", pero también a causa de una "profunda desconfianza mutua".

Aún así, fuentes de Junts admiten que las negociaciones para la Mesa del Congreso y para la investidura de Sánchez han servido para "romper el hielo" y empezar a construir algún puente "de confianza" que se deberá ratificar y ampliar paso a paso "a medida que se vayan logrando y se cumplan los acuerdos".

"Harán falta muchas reuniones en los próximos meses y años para intentar que el diálogo se abra camino entre fuerzas que se encuentran en las antípodas respecto al modelo territorial y al encaje de Catalunya", aseguran desde el PSOE.

Pero, además, los socialistas se muestran incómodos con la expectación mediática generada, y son muy conscientes de que, más allá de las previsibles críticas de la derecha y la ultraderecha, se ha generado un cierto desconcierto en las bases socialistas por el hecho de tener que negociar en el extranjero y con verificadores.

"Es una negociación entre dos partidos con una profunda desconfianza, y es bueno que alguien nos ayude a avanzar"

"Es una negociación entre dos partidos que nos tenemos una profunda desconfianza y es bueno que alguien nos ayude a avanzar, venciendo suspicacias y recelos", se justifican desde el PSOE. Pero no esconden la voluntad de intentar "normalizar" la negociación con Junts con urgencia y retirarla de los focos, para evitar un tema espinoso que se suma a la ya delicada y polémica tramitación de la ley de amnistía.

Junts pugna con ERC por un papel destacado

La falta de desconfianza sobrevuela la justificación para la utilización de verificadores internacionales en la negociación entre Junts y el PSOE. Pero desde Junts tampoco esconden que este planteamiento responde a la necesidad de visualizar una cierta internacionalización del conflicto catalán.

Para ello, se ha contado con diversas organizaciones especializadas en resolución de conflictos internacionales, entre las que el Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant no sería la única pero tendría un papel principal.

Henry Dunant es una fundación privada, vinculada a la Cruz Roja y con presidencia honorífica del exdirigente del PSOE Javier Solana. Entre los muchos conflictos que ha monitorizado la Henry Dunant, destaca su participación en el proceso de desarme y disolución del fin de ETA.

Las consultas de los independentistas catalanes se han conocido ahora, pero se producen desde hace años. La interlocución es especialmente fluida con la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, que vive exiliada en Ginebra, tal como avanzó Público.

La escenificación que supone la verificación internacional persigue por parte de Junts notoriedad pública, pero también contentar a las bases más unilateralistas del partido, que ven con reticencias el giro que han supuesto los acuerdos con el PSOE.

Junts necesita la plataforma de este tipo de reuniones para ganar terreno en su pugna con Esquerra

Y también que, tras la negativa de Puigdemont al ofrecimiento de Esquerra para mantener una negociación conjunta con el PSOE, Junts necesita la plataforma que da este tipo de reuniones en el extranjero con verificadores internacionales para ganar terreno en la pugna por visualizar quién tiene la interlocución prioritaria con el PSOE.

Y es que el planteamiento —y una cierta parafernalia que le acompaña— no se puede desligar de la eterna pugna por la hegemonía del independentismo que mantienen Junts y Esquerra.

Y no se puede olvidar que los republicanos disponen de todos los resortes del Govern para negociar. No solo en la renovada mesa de diálogo para afrontar el conflicto político y un posible referéndum, sino también en otros foros donde negociar traspasos como el de Rodalies, un nuevo sistema de financiación "singular" y muchas otras materias. Además de que la interlocución entre ERC y el PSOE o entre el Palau de la Generalitat y la Moncloa está más que consolidada.

"Negociamos cada semana", aseguran con sorna desde ERC. Y por ello no es casualidad que, justo antes de la reunión con Junts en Suiza, se haya hecho pública la reunión que se celebrará en Barcelona, entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, prevista para el 21 de diciembre.

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