La gobernabilidad de Cantabria dependerá, una vez más, de Miguel Ángel Revilla, actual presidente y líder y candidato del Partido Regionalista Cántabro (PRC), que perdería el primer puesto en el ranking de votos y diputados. Las elecciones las ganaría el PP. 

Revilla asume el desgaste después de años al frente del Ejecutivo, pero "estará en condiciones de negociar con el PP o con PSOE y Podemos-IU y decidir como será el próximo gobierno cántabro", según las conclusiones del estudio Key Data para Público.

"Lo que va a hacer Revilla es especular. Los datos dicen que no suma solo con el PSOE y ya ha pactado otras veces con el PP", afirma a Público Paz Álvarez, directora técnica de Key Data. Así, el PRC podría liderar un ejecutivo con el PSOE, como sucede en la actualidad, pero que, como novedad, tendría que entenderse con la confluencia Podemos-IU.

María José Sáenz de Buruaga conseguiría que el PP volviera a ser el partido más votado, condición que había perdido en las elecciones autonómicas cántabras de mayo de 2019. Los de Alberto Núñez Feijóo superarán el 34% de los votos en Cantabria, lo que supone un total de 13 escaños.

Este resultado podría ser insuficiente, incluso con el apoyo de Vox, para arrebatar al PRC el Gobierno de la comunidad. Y eso que la ultraderecha también crece, sube cuatro puntos y un escaño respecto a las elecciones anteriores, consiguiendo cuatro representantes. Por su parte, Ciudadanos desaparecería también de la cámara cántabra.

Las posibilidades

Sin embargo, tampoco podría reeditarse el gobierno actual de PRC y PSOE porque la suma de ambos partidos no llega a los 18 diputados necesarios para la mayoría absoluta. A los nueve de PRC y los siete del PSOE tendrían que sumarse los dos de Podemos.

Este escenario requiere, sin embargo, que Revilla se avenga y lo asuma, porque hasta ahora ha mostrado reticencias a gobernar con Podemos. Si Podemos no llegara al 5% y se quedase fuera del parlamento de Santander, entonces la suma de PP y Vox suma los 18. Aún así, el PP tendría la posibilidad de pactar con el PRC.

La aritmética dejaría, por tanto, abierta la posibilidad de que Revilla se coaligue con el Partido Popular con quien ya ha gobernado y con quien, además, puede tener que negociar también el gobierno del ayuntamiento de Santander.

Sin embargo, este escenario podría pasar por que Revilla hiciera presidenta a Sáenz de Buruaga, candidata del PP, previsible ganadora de las elecciones. Hay también un número importante de indecisos, que podrían decantar la balanza hacia uno u otro lado. Siempre con Revilla en el potaje.