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Primarias PSOE La 'era Sánchez II' da un giro al escenario político

Habrá un gran relevo en la secretarías del partido, endurecerá la oposición al PP y hasta puede condicionar la duración de la legislatura. Adriana Lastra en las quinielas para convertirse en la nueva portavoz del Grupo Socialista

El reelegido secretario general del PSOE, Pedro Sanchez, celebra su victoria en las primarias. REUTERS/Sergio Perez

MANUEL SANCHEZ

La amplia e inesperada victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE abren un nuevo escenario tanto en  el partido como en la vida política del país lleno de incógnitas y de posibles turbulencias, que pueden llegar hasta modificar el calendario político de la legislatura o a consumar una ruptura en las filas del Partido Socialista muy difícil de gestionar.

Uno de los más estrechos colaboradores de Sánchez afirmó a Público que el nuevo líder del PSOE aún no ha hecho lo más difícil, “lo más difícil está aún por llegar”, pero cree que la rotunda victoria le da suficiente fortaleza a nivel interno y de cara a la ciudadanía para poder afrontarlas con ciertas posibilidades de éxito.

La inquina de Díaz

A nivel interno, la noche electoral en Ferraz visualizó que Susana Díaz parece no estar dispuesta a echar una mano al nuevo secretario general. La dirigente andaluza no pudo disimular en su rostro, en sus gestos y en sus palabras la inquina que siente contra Sánchez, ni la sorpresa de una derrota que no contemplaba ni en sus peores pesadillas.

Díaz advirtió de que sólo está a disposición del partido, no concretamente del secretario general

Díaz advirtió de que sólo está a disposición del partido, no concretamente del secretario general, y con su salida de la sala de prensa dirigiéndose a los suyos en tono militar: “Venga, ¡Vámonos!” nada más acabar la forzada pose fotográfica, dio a entender que se va atrincherar en sus cuarteles del sur donde, como dijo, sí cuenta con el aprecio y el cariño de los suyos porque la conocen y la quieren.

La duda está en si desde allí volverá a intentar torpedear a Sánchez, condicionarle el 39º Congreso y su Ejecutiva al tener más poder en la elección de los delegados, o se limitará a pasar a un segundo plano en el ámbito nacional y consolidar el poder en su territorio, donde tampoco lo tiene fácil.

De hecho, el PSOE-A estaba muy dividido tras la derrota de José Antonio Griñán, y sólo la victoria electoral posterior de Díaz y sus formas internas de actuar en el partido volvieron a poner orden interno. Cómo ha gestionado este proceso de primarias ha vuelto a reabrir la división y los partidarios de Sánchez, aunque no ganaron en votos en ninguna provincia, a buen seguro darán la batalla o, al menos, le plantarán cara si mantiene la política de hostilidad hacia el nuevo secretario general.

Los barones, defenestrados

Lo que parece seguro es que cambiarán las caras de los secretarios generales del PSOE en gran parte de los territorios en los próximos congresos regionales previstos para julio, en especial, los que dieron su apoyo a Susana Díaz y han visto como su militancia estaba muy alejada de ellos.

Se da por seguro que Javier Fernández, no repetirá en Asturias

Así, se da por seguro que el todavía presidente de la Gestora, Javier Fernández, no repetirá en Asturias. El estrepitoso fracaso de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana donde ha sido arrasado por los partidarios de Sánchez, hace inviable que pueda ganar su Congreso. En Extremadura, a Guillermo Fernández Vara ya le ha salido competencia para liderar el partido y, además, el dirigente extremeño es el principal señalado como culpable de la situación del PSOE por su empecinamiento en facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy.

Por su parte, Emiliano Garcia-Page ya amagó diciendo que podría irse sino le gustaba el proyecto, y Sánchez ha ganado en numerosas provincias de su comunidad. Javier Lamban, por su parte, ha comprobado que sin la coacción que hubo para conseguir los avales, sus militantes no están en las posiciones anti-sanchistas que con tanta vehemencia ha defendido.

Además, se ha demostrado que la fortaleza de estos barones nada tiene que ver con la que en su día tuvieron Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono o Manuel Chaves, que también perdieron unas primarias, pero luego doblaron el pulso al entonces ganador José Borrell. Aquellos ganaban ampliamente elecciones, y la mayoría de los actuales barones gobiernan, paradójicamente, gracias al apoyo de Podemos.

Crisis en el Grupo Parlamentario y Podemos

Otro frente que tendrá que abordar Pedro Sánchez será como recomponer el Grupo Parlamentario Socialista, también mayoritariamente favorable a Díaz en este proceso. La dimisión de Hernando estaba cantada, pero hay más estructura en el Grupo que a buen seguro cambiará de forma inmediata.

Las primeras quinielas apuntan a la dirigente asturiana Adriana Lastra como portavoz, aunque algunos se inclinaban por Margarita Robles, aunque no pertenezca al partido. También está casi descartado que sea Patxi López el portavoz, aunque dirigentes cercanos a Sánchez creen que sería el mejor símbolo de una verdadera integración. Con toda seguridad José Luis Ábalos también estará cerca de la dirección del Grupo.

Está casi descartado que sea Patxi López el portavoz, aunque sería el mejor símbolo de una verdadera integración

Pero, además de las caras, también cambiará la política parlamentaria del PSOE. Una de las primeras medidas de Sánchez será solicitar en pleno la comparecencia de Mariano Rajoy más allá de que acuda a la comisión de investigación. Sánchez también está dispuesto a hacer una oposición mucho más exigente que la realizada hasta ahora, sin concesiones al Partido Popular y quiere que se visualice claramente que la oposición a Rajoy la hace el PSOE y no Podemos.

No obstante, es más que probable que los socialistas acerquen posturas con la formación que lidera Pablo Iglesias y, en lugar de remar cada uno por un lado, coordinar actuaciones frente al Partido Popular.

De momento, Sánchez mantendrá la anunciada posición de oponerse a la moción de censura de Podemos, pero como él mismo no ha descartado, nadie puede adivinar si se atreverá a dar el paso en los próximos meses con el apoyo del partido morado.

Además Sánchez pretende estar preparado para un posible adelanto electoral y, aunque cree que Mariano Rajoy si puede se mantendrá en el poder hasta que se despeje el horizonte judicial que tiene su partido, no descarta un golpe por sorpresa del actual presidente.

El 39º Congreso

Finalmente, Sánchez tiene que preparar un Congreso que no se antoja fácil porque en este formato los aparatos federales tienen más control sobre lo que pueda ocurrir en el cónclave socialista, y algunos rivales del otra vez secretario general son partidarios de condicionar, de nuevo, su liderazgo.

La tentación de hacerle una Ejecutiva hostil a Sánchez o un Comité Federal en el que vuelva a estar en minoría está en la cabeza de algunos, pero otros dirigentes más sensatos creen que repetir la situación ya sí sería llevar al PSOE al suicidio. “No está el partido para permitirse un nuevo caso Borrell”, afirmó un dirigente que apoyo a Díaz, y que espera que se calmen las aguas.

Además, como dice el propio Sánchez él ha cambiado mucho desde 2014, ha aprendido de sus errores y dice saber lo que tiene que hacer. Confía en que la historia no se repita, al menos, en tan corto espacio de tiempo.

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