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Sortu culmina su renovación y prepara un proceso “al estilo de Catalunya”

La izquierda abertzale celebrará este sábado en Bilbao su “congreso de refundación”, que contará con un amplio número de invitados extranjeros. Otegi será ratificado como secretario general en la nueva dirección, que emprenderá contactos para tratar de impulsar la vía soberanista. El PNV no estará entre sus interlocutores.

Sortu culmina su renovación y prepara un proceso “al estilo de Catalunya”. EFE

DANILO ALBIN

@danialri

BILBAO.- Quienes este sábado se acerquen al Palacio Euskalduna de Bilbao, podrán escuchar una amplia gama de idiomas y acentos. Del catalán al filipino, pasando por el inglés con acento australiano o el castellano con deje uruguayo. Todos y cada uno de los hablantes formarán parte del numeroso palco de invitados al congreso de refundación de Sortu, el partido político que actualmente representa a la izquierda abertzale. En una lengua u otra, los asistentes a este encuentro serán testigos de uno de los principales momentos en la historia de este movimiento político, cuyos líderes no dudan en utilizar el término “refundación”. Léase cambio de ciclo, y también de (algunas) caras.

“Acabamos de recorrer un proceso muy novedoso para la cultura política de la izquierda abertzale”, resume a Público el actual portavoz de este partido, Arkaitz Rodríguez. En octubre de 2009, este joven donostiarra fue detenido en el marco del operativo denominado “Bateragune”, dirigido contra aquellos que promovían un cambio de rumbo en el mundo independentista. Entre los encarcelados estaba Arnaldo Otegi, quien permaneció en prisión hasta el 1 de marzo del año pasado. Rodríguez, de 37 años, había salido de la cárcel cinco meses antes, en octubre de 2015.

“Fruto de ese cambio estratégico, en este país se han creado nuevas condiciones para avanzar hacia la constitución de una república vasca”, sostiene Arkaitz Rodríguez

Hoy se muestra firmemente convencido de que el “cambio estratégico” adoptado por la izquierda abertzale en 2009 –lo que supuso el comienzo del fin de ETA, que anunciaría el cese de la violencia dos años más tarde- “fue un acierto”. “Fruto de ese cambio, en este país se han creado nuevas condiciones para avanzar hacia la constitución de una república vasca”, sostiene. Lo mismo opina la mayoría de los participantes en el proceso precongresual de Sortu: durante los últimos ocho meses, la militancia ha debatido sobre cómo encarar su refundación, lo que incluye una renovación importante de sus dirigentes.

De hecho, algunas caras muy conocidas del independentismo desde los duros años de Herri Batasuna –como Pernando Barrena o Joseba Permach- no formarán parte de su nueva dirección, en la que previsiblemente sí continuarán otros veteranos como Rufi Etxeberria, Karmelo Landa o el propio Otegi –que seguirá ocupando el puesto de secretario general-. “Durante el proceso profundamente democrático y participativo que hemos realizado durante estos meses, se apostó por una renovación que estuviese la altura del reto que teníamos entre manos: abordar un profundo cambio del modelo organizativo y de la cultura política-organizativa de la izquierda abertzale”, explica su portavoz.

El “profundo cambio” del que habla Rodríguez se resumió en la ponencia “Zohardia”, que obtuvo el apoyo del 91,15% de los militantes. En ese documento se hablaba de la necesidad de “superar la identidad de resistencia y dar el salto a una identidad de proyecto”. “El reto del nuevo tiempo no es protestar o responder a las medidas nocivas, sino construir otra sociedad, una sociedad distinta”, señalaba. Además, se apostaba por “romper con muchas inercias del pasado” y “renovar la propuesta y el discurso independentista”.

“Un segundo frente”

A la hora de buscar un modelo, tanto Rodríguez como los demás integrantes de la nueva dirección lo tienen claro: Catalunya

El congreso de este sábado servirá para ratificar tanto el contenido de ese texto como los nombres de las personas que intentarán llevarlo a la práctica. Rodríguez –que se encargará del área de Acción Política- está entre ellas. “Creemos que la izquierda abertzale estaba necesitada de una adaptación en las formas de funcionar y en los enfoques mentales”, señaló. A la hora de buscar un modelo, tanto Rodríguez como los demás integrantes de la nueva dirección lo tienen claro: Catalunya. De hecho, el objetivo será “la puesta en marcha de un proceso soberanista al estilo del que están desarrollando” en aquel territorio. “Buscamos la apertura de un segundo frente independentista en Euskal Herria, que junto al de Catalunya contribuya a que en ambas naciones podamos recuperar nuestra soberanía nacional”, subrayó.

Para alcanzar ese fin, la izquierda abertzale tiene previsto iniciar una “dinámica de conversaciones” con todos aquellos agentes políticos, sociales y sindicales que “se declaran abiertamente soberanistas” y comparten la idea de “poner en marcha un proceso de estas características”. A falta de concretar quiénes serán sus interlocutores, Rodríguez tiene claro quiénes quedarán fuera de esa mesa. “El PNV, en un primer momento, no sería uno de los agentes llamados a participar en esa dinámica”, apuntó.

España, Francia y los disidentes

Del mismo modo, la refundada Sortu tendrá que hacer frente a las secuelas del pasado de violencia que vivió Euskadi. “Tal como ha hecho hasta ahora la izquierda abertzale, pretendemos continuar avanzando en términos unilaterales en todo aquello que esté en nuestra mano, independientemente y al margen de la actitud que vayan a mantener los Estados español y francés”, aseguró su portavoz. A su juicio, tanto España como Francia “están utilizando las consecuencias del conflicto para tratar de bloquear la puesta en marcha de un proceso soberanista” en el País Vasco. En concreto, criticó la actitud de ambos estados “en materia de desarme y de presos”.

En esa línea, Rodríguez admitió que también existen sectores de la propia izquierda abertzale “que no comparten el cambio estratégico y la apuesta política” del independentismo. Se refería así a los críticos, agrupados principalmente en un nuevo colectivo que defiende la amnistía de los presos (ATA, por sus siglas en euskera). Sobre este asunto, el dirigente de Sortu advirtió que el Estado “está interesado en alimentar a ese tipo de sectores debido a una actitud de intransigencia e inmovilismo”. En cualquier caso, aseguró que se trata de grupos “minoritarios”, con escasa “capacidad de incidencia e influencia”. Ninguno de ellos estará este sábado en el Euskalduna.

De allá y más allá

Quienes sí presenciarán el congreso de Bilbao serán las representaciones de varios partidos políticos, tanto de Europa como de otras latitudes. Según ha adelantado la formación independentista vasca, se prevé la asistencia de delegaciones del Sinn Féin (Irlanda), Bloco de Esquerda (Portugal), Die Linke (Alemania), MLN-Tupamaros (Uruguay) o FMLN (El Salvador), entre otros. Con menos horas de viaje en su espalda, también habrá representantes catalanes de ERC, CUP y POR, así como del BNG gallego, Izquierda Castellana o el sindicato CUT (Andalucía). En total, se estima que habrá 40 invitados.

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