Este artículo se publicó hace 4 años.
Techo de gastoSánchez comienza a romper las ataduras de Rajoy a los Presupuestos
El Congreso vota este martes la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria para derogar la capacidad de veto del Senado al techo de gasto. Tanto los Prespuestos como el propio techo de gasto vigentes fueron impulsados y elaborados por el Gobierno de Rajoy.
Madrid-Actualizado a
En febrero de 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy desarrolló una serie de modificaciones en la ley de estabilidad presupuestaria, enmarcadas dentro de las medidas para hacer frente a la crisis económica. Entre estas modificaciones, los conservadores otorgaron al Senado la capacidad de vetar el límite de gasto no financiero que presentaran los distintos Ejecutivos.
Este límite de gasto, conocido como el techo de gasto, constituye uno de los primeros pasos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, ya que establece el marco económico en el que se moverán las cuentas y fija las líneas esenciales de gastos e ingresos previstos por el Gobierno.
El PP llevó a cabo aquella reforma bajo el pretexto de dar "más peso político" al Senado, una Cámara en la que el PP ha disfrutado históricamente de incontestables mayorías. Ahora, Sánchez tratará de acabar con esta disposición legal como primer paso para aprobar sus cuentas. El Congreso debate este martes una proposición de ley del PSOE destinada a reformar la le de estabilidad presupuestaria para eliminar el veto del Senado al límite de gasto no financiero.
Se trata, junto a la ley de eutanasia, de una de las primeras normas registradas en esta legislatura por el Grupo Socialista, y recuperada de la XII Legislatura. En diciembre de 2018, el Gobierno de Sánchez elaboró un techo de gasto como paso previo para tramitar sus Presupuestos Generales del Estado. Conscientes de que el PP tenía mayoría absoluta en el Senado, el PSOE registró esta misma modificación de la ley de estabilidad presupuestaria para suprimir el veto de la Cámara Alta.
Sin embargo, PP y Ciudadanos también sumaban mayoría en la Mesa del Congreso, y vetaron esta iniciativa durante toda la legislatura, hasta que se convocaron las elecciones, el 28 de abril de 2019. Aunque los socialistas lograron atraerse los suficientes apoyos para aprobar el límite de gasto no financiero en la Cámara Baja, cuando llegó al Senado los conservadores hicieron efectiva su mayoría y lo tumbaron.
Tras las elecciones del 28 de abril, la representación en la Cámara Alta dio un vuelco absoluto, y fueron los socialistas los que obtuvieron una mayoría absoluta. Sin embargo, la repetición electoral del 10 de noviembre dejó un Senado sin mayorías, donde Sánchez deberá granjearse prácticamente los mismos apoyos que en el Congreso si quiere aprobar el techo de gasto.
Con la reforma que se debatirá este martes en la Cámara Baja, el presidente del Gobierno no precisaría de una mayoría en el Senado para aprobar el techo de gasto. Pero es prácticamente imposible que la norma se haga realidad antes de que finalice la tramitación de los Presupuestos del Ejecutivo de coalición que, siguiendo las previsiones del propio Gobierno, deberían estar aprobados antes del verano.
Sánchez arrastra el techo de gasto de Rajoy desde 2017
Sánchez arrastra desde julio de 2017 el techo de gasto presentado por la Hacienda de Cristóbal Montoro, y desde junio de 2018 sus Presupuestos. Con esta reforma, el presidente del Gobierno busca librarse del blindaje a una política económica que ya tuvo que asumir nada más llegar a La Moncloa, cuando la urgencia de tener unas cuentas forzó a los socialistas (y también a Unidos Podemos) a concluir la tramitación de los Presupuestos del PP, interrumpida por la moción de censura.
Se espera que la mayoría de los grupos de la Cámara den el visto bueno a la admisión a trámite de esta reforma. Tras este debate, el jueves, el Gobierno llevará a la Cámara el techo de gasto y los objetivos de déficit aprobados en Consejo de Ministros hace apenas unas semanas, un trámite que anuncia la inminente llegada de las cuentas.
El Ejecutivo ha aumentado el límite de gasto no financiero un 3,8%, lo que supone 127.609 millones de euros; este incremento tiene como base el gasto efectivo realizado en el pasado ejercicio, 122.899 millones. La cifra supone una ampliación de la previsión del límite de gasto no financiero que el PSOE trató de aprobar, sin éxito, en diciembre de 2018, cuando se propuso un techo de gasto del 1,8%. Con la actual ley de estabilidad presupuestaria los de Sánchez tienen que lograr una mayoría simple en ambas Cámaras para poder sacar adelante sus previsiones.
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