La fiscal de Madrid pide el archivo de la causa al no haber indicios de la filtración del correo y defiende que la pareja de Ayuso ya lo había difundido
Pilar Rodríguez señala que el secreto de las comunicaciones entre fiscal y abogado se rompió cuando Miguel Ángel Rodríguez las divulgó. González Amador solicita procesar ya al fiscal general del Estado.

"No puede considerarse secreto lo que ya ha sido divulgado". Así de tajante reza el escrito de defensa de la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, por un presunto delito de revelación de secretos en relación a la filtración de información sobre la investigación por fraude a Hacienda a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amado.
La defensa de la fiscal, que está siendo investigada junto al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, sostiene, además, que no se puede producir un delito de revelación de secretos, debido a que esas conversaciones "que nunca debieron trascender de la relación fiscal-letrado", "dejaron de ser secretas" cuando el abogado de González Amador se las hizo llegar a su cliente y este se las remitió al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, "que, a su vez, lo divulgó".
La fiscal aduce, por otra parte, que tampoco considera probado que la filtración de un correo fechado a 2 de febrero de 2024 procediera de la Fiscalía General del Estado.
Por todo ello, en su escrito, su defensa pide al juez Ángel Hurtado el sobreseimiento libre o provisional de la causa en su contra y señala que el secreto de esas comunicaciones entre el fiscal y el abogado de González Amador se rompió cuando el jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, las divulgó.
La fiscal jefe, argumenta su representante, únicamente atendió las órdenes del fiscal general "dentro de sus competencias y obligaciones, con absoluto apego a la legalidad aplicable". Y destacan que es lo habitual en las relaciones jerárquicas de la carrera fiscal, como recoge además el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
El escrito repasa las actuaciones de la fiscal jefe, que pidió los correos intercambiados con el abogado de González Amador tras publicar El Mundo una información sobre esta comunicación, se los remitió a su superior y tuvo "nula participación", según su representante, en la difusión de una nota de prensa que aclaraba el caso, sin que se le informase de que se iba a publicar.
Su defensa considera "un hecho plenamente acreditado" que la fiscal jefe "no filtró, no difundió ni comunicó información alguna a la prensa o persona o institución ajena al Ministerio Fiscal" y apunta que ni Rodríguez ni el fiscal Salto –que interpuso la denuncia por fraude fiscal– sabían ni sospechaban que los correos pudieran ser objeto de filtración alguna, una filtración que no considera acreditada.
Respecto al visto bueno del texto de la Fiscalía, su defensa lo enmarca en un proceder habitual y destaca que Rodríguez "se limitó a dar su conformidad sobre un texto ya redactado, que no se identificaba como nota de prensa, y que difería de lo posteriormente publicado".
El escrito destaca un mensaje en el que Rodríguez sostiene que no deben comentar "nada del asunto" del novio de Ayuso y señala además que "no existe ningún indicio" de que se concertara "con nadie para divulgar correo electrónico alguno".
El novio de Ayuso pide procesar ya al fiscal general
Por su parte, Alberto González Amador ha pedido al juez procesar al fiscal general del Estado y a la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, por un delito de revelación de secretos.
En un escrito de 68 páginas, el letrado de González Amador pide al magistrado del Supremo Ángel Hurtado que dicte el auto de procedimiento abreviado (equivalente a procesamiento) para enviar al banquillo a los fiscales una vez se han practicado todas las diligencias de instrucción.
Para ello se apoya en el informe de la UCO del móvil de Rodríguez, que subrayó la "participación preeminente" del fiscal general en la filtración de los correos sobre González Amador; así como en la declaración de la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra.
Lastra dijo al juez que la mañana del 14 de marzo de 2024 tuvo una conversación telefónica con García Ortiz en la que trataban de la publicación de la nota informativa cuando, tras leer las informaciones en prensa, le preguntó en tono de reproche: "¿Álvaro, esto lo has filtrado tú?". "Eso ahora no importa", le contestó.
Asimismo, destaca el borrado de los móviles del fiscal general y de su cuenta de correo electrónico, lo que evidencia, en su opinión, que "lo único que ha pretendido García Ortiz es que no se conozca la verdad de los hechos que él y las personas que le auxiliaron protagonizaron entre los días 7 y 14 de marzo de 2024".
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