Sin pistas del "perjuicio económico" de la Complutense que motiva su personación en el 'caso Begoña Gómez'
El centro universitario acepta el ofrecimiento del juez Peinado para personarse en la causa como perjudicado por supuestos daños económicos en relación al software de la cátedra que codirigió la esposa del presidente del Gobierno. Sin embargo, hace más de un año que la universidad concluyó una investigación interna que no arrojó luz sobre posibles irregularidades.
Madrid--Actualizado a
La personación como acusación particular de la Universidad Complutense de Madrid en la causa contra Begoña Gómez reabre el viejo frente relacionado con el software vinculado a la cátedra que codirigió la esposa del presidente del Gobierno en dicho centro.
Tras el ofrecimiento realizado por el juez Peinado la semana pasada, la Universidad Complutense ha accedido a personarse en el procedimiento como "perjudicado" en base al software desarrollado para la Cátedra de Transformación Social Competitiva, con financiación privada y cuyo uso iba a ser gratuito, de libre acceso para las pymes. Peinado investiga a Begoña Gómez por los delitos de intrusismo y de apropiación indebida en relación a dicha herramienta tecnológica.
La propia universidad, cuyo rector, Joaquín Goyache, estuvo investigado en la causa respecto a la manera en la que Begoña Gómez accedió a una cátedra extraordinaria, no ha podido cuantificar el supuesto perjuicio económico. Hay que recordar que Goyache dejó de estar imputado cuando la Audiencia de Madrid enmendó al juez Peinado por no existir indicios de delitos respecto al rector. Ahora él mismo impulsa las acciones legales en la causa contra Begoña Gómez y afirma que interviene en defensa de los "intereses legítimos" de la universidad.
El empeño de la universidad por personarse contra Gómez se ve ahora materializado. El 18 de junio de 2024 el centro universitario pidió al juez Peinado que le permitiera ejercer la acusación particular como posible perjudicado, y dos días después el juez inadmitió la petición "por no constar el perjuicio que pudiera haber sufrido" la Complutense, consta en el auto del juez, de 20 de junio de 2024.
Sin embargo, más de un año después de aquella contundencia, el mismo juez ofrece la personación a la Complutense sin haber quedado acreditado durante todo este tiempo el supuesto lucro o enriquecimiento de Begoña Gómez con el software, cuyo desarrollo formaba parte de la cátedra, como una herramienta digital propia.
Financiación privada
Una de las cláusulas del Convenio para la creación de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva establecía el desarrollo de un software: "A lo largo de los dos primeros años se pondrá en marcha y desarrollará una Plataforma tecnológica digital concebida como una herramienta para la medición de impacto social y su cuantificación, que facilite una aceleración dentro del proceso, que dará como resultado una maximización del impacto social y su cuantificación". El software para la cátedra fue desarrollado y financiado por Google, que aportó 110.000 euros, Telefónica, 55.000 e Indra, 128.000 euros, según datos aportados en el sumario de la causa.
El software se llegó a ofrecer en pruebas en la web de la cátedra de Transformación Social Competitiva, donde constaba que "su uso no tiene ningún coste"; y además que lo gestionaba la propia universidad, "sin ánimo de lucro".
Investigación interna
Tras la negativa del juez a la Complutense para personarse en la causa, el centro inició una investigación interna encaminada a comprobar a quién pertenecía el software y cuánto dinero había supuesto, es decir, si existía algún perjuicio patrimonial para la universidad.
"Las actividades de investigación realizadas no permiten a esta Universidad Complutense alcanzar una conclusión definitiva respecto a al existencia, o no, de perjuicio sobre su patrimonio", concluyó el centro tras una investigación que pasó por preguntar al Registro Mercantil y a la Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria.
La investigación interna dejó claro que Begoña Gómez inscribió en 2020 la marca TSC Transformación Social Competitiva, y en 2023 otra marca: TSC Transforma Plataforma de Medición de impactosical y Medioambiental. Ese mismo año Gómez constituyó una sociedad mercantil con el nombre de Transforma TSC SL, que no tuvo nunca actividad ni presentó cuentas. La propia coordinadora de la cátedra declaró ante el juez que ella creó el dominio web "para proteger la marca" ya que la universidad no lo hacía.
La universidad considera que la mercantil de Begoña Gómez, Transforma TSC SL, "por cuanto su denominación, persona que la constituye y objeto, pudiera dar lugar a, como mínimo, confusión con el contenido y promotores del Convenio para la creación de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva firmado entre la Universidad Complutense de Madrid y otras personas jurídicas".
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