Israel dentro, España fuera: el 'United by Music' salta por los aires en Eurovisión
La Asamblea de la UER vive su mayor ruptura interna en décadas mientras España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia denuncian la impunidad política de Israel. RTVE asume el golpe en audiencias y apuesta por un 'Benidorm Fest' independiente.

Lara García Rodríguez
Madrid-
Eurovisión ha cruzado un umbral que preocupa en el seno de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). La que debía ser una sesión ordinaria de la Asamblea de la UER terminó convertida en una ruptura histórica en la que siete delegaciones forzaron una votación secreta sobre la continuidad de Israel en el certamen. Aunque el país fue respaldado, la decisión abre una crisis sin precedentes en la radiodifusión pública europea, sacude el futuro de uno de los mayores eventos televisivos del continente y deja en el aire una pregunta que ya resuena en todas las redacciones y, sobre todo, entre los eurofans: ¿y ahora qué?
¿Qué ha pasado en Ginebra?
Los canales oficiales han descrito la jornada de este 4 de diciembre de 2025 como un día trascendental en la historia de Eurovisión. La sesión fue probablemente una de las más tensas y esperadas de la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en los últimos años. Todas las televisiones públicas que forman parte de la institución estaban invitadas, pero fueron siete los miembros que decidieron dar un golpe en la mesa y pedir una votación secreta sobre la presencia de Israel en el certamen.
Eslovenia, Turquía, España, Países Bajos, Irlanda, Islandia y Bélgica se alzaron como las siete trompetas del apocalipsis, reclamando con su llamado una votación que es de obligado cumplimiento si lo solicitan cinco o más miembros. En la consulta participan todas las emisoras que integran la UER, incluidas aquellas que no intervienen en el certamen.
Tras las votaciones celebradas en la 95ª Asamblea General de la UER en Ginebra, Israel se mantiene en el evento musical, pero España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia se retiran.
¿Por qué se retiran los cuatro países?
RTVE ha sido la primera en anunciar la retirada de España del Festival de Eurovisión, cumpliendo la decisión que dio a conocer el Consejo de Administración del ente público, el pasado mes de septiembre.
En su intervención ante la Asamblea General, el secretario general de RTVE, Alfonso Morales, señaló que la Corporación "reconoce y valora" las medidas adoptadas por la UER pero que las considera "insuficientes". El jurista español fue tajante: "No gustaría expresar nuestras serias dudas sobre la participación de la televisión israelí KAN en Eurovisión 2026. La situación en Gaza, a pesar del alto el fuego y la aprobación del proceso de paz, y la utilización del certamen para objetivos políticos por parte de Israel, hacen cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral".
Sobre la instrumentalización del voto en las recientes ediciones y la ausencia de sanciones a este respecto, declaró: "No deberíamos aceptar dobles raseros". RTVE afea a la UER no haber gestionado a nivel ejecutivo las sanciones a Israel porque, a su parecer, esto ha generado una tensión interna inédita en el seno del organismo. Con aliento esperanzador, el máximo representante español ha concluido: "Desde el respeto y la profunda preocupación por la complicada situación en la que nos encontramos y con la esperanza de que seamos capaces de continuar adelante y permanecer unidos en UER".
Países Bajos tampoco estará en Viena, a pesar de que es uno de los históricos del Festival de Eurovisión: desde su participación en la primera edición en 1956, solo se ha ausentado del certamen en cuatro ocasiones. Esta será la quinta vez que los neerlandeses no acuden a la cita y según la organización, tomar la decisión no ha sido tarea fácil. Durante las últimas semanas han llevado a cabo consultas a diversos actores —diplomáticos, ONG, televisiones públicas e incluso la propia UER, además de órganos internos y miles de seguidores— y tras evaluar todas las perspectivas, emitieron un comunicado en el que expresan que "en las condiciones actuales, su presencia en Eurovisión no es compatible con los valores públicos que consideran esenciales".
Irlanda es otro clásico que se retira del Festival, según un comunicado oficial de RTÉ, por las miles de muertes que Israel ha provocado en Gaza, la crisis humanitaria que se sigue perpetrando, la cantidad de periodistas asesinados y las restricciones a la libertad de prensa en la zona. Desde su debut en 1996, se ha convertido en el país con más victorias —siete en total—y el único que ha conseguido el triunfo en tres años consecutivos.
Eslovenia, una de las delegaciones más críticas con la participación de Israel, también anunció que se retira del certamen y que no retransmitirá ninguna de las galas. En su discurso, la presidenta del Consejo de Administración de la RTVSLO, Natalija Gorščak, recordó, entre otras cosas, que la UER se negó a aceptar la participación de Rusia a consecuencia de la invasión de Ucrania, y que ahora no se atreve a expulsar a Israel.
Además, las emisoras públicas de Eslovenia, Irlanda, España y Países Bajos han amenazado con boicotear la competición musical en Viena si se permite que Israel participe.
El coste para RTVE
Eurovisión representa uno de los motores de audiencia para RTVE: la final de 2025 congregó a 5,88 millones de espectadores y un 50,1% de cuota en La 1, alzándose como el evento no deportivo más visto del año en la cadena pública. El seguimiento se disparó hasta los 6,31 millones y un 59,7% durante las votaciones y el impacto también se extendió al entorno digital: RTVE Play firmó su mejor registro histórico con 839.544 visitantes únicos, más del doble que en 2024. Una demostración clara de que el festival continúa siendo un activo estratégico capaz de movilizar a la audiencia como pocos formatos en la televisión pública.
No emitir el certamen supone renunciar a audiencia y relevancia, una pérdida relevante de visibilidad, menor capacidad de atraer anunciantes en torno al evento y un debilitamiento de su estrategia de conexión con público joven. Además, al ausentarse, la cadena pública cede un espacio simbólico que desde hace décadas funciona como conexión internacional y como uno de los pocos fenómenos televisivos capaces de movilizar a millones de espectadores al mismo tiempo.
No obstante, y pese a la retirada de la cadena pública de Eurovisión y a su decisión de no emitir ninguna de sus galas, fuentes oficiales de RTVE confirman que el Benidorm Fest seguirá adelante. La corporación apuesta por consolidarlo como un festival musical independiente y lo refuerza con un cuarteto de presentadores —Jesús Vázquez, Javier Ambrossi, Inés Hernand y Lalachus— que conducirán las galas del 10, 12 y 14 de febrero en Málaga.
El espejismo de la neutralidad se rompe
En el trasfondo late una discusión que atraviesa toda la historia del certamen: cómo ciertos Estados han convertido Eurovisión en un instrumento de diplomacia blanda. Israel lo ha hecho durante décadas, utilizando su participación en el certamen para pulir su imagen pública —este año, para amortiguar las denuncias internacionales por crímenes contra la población palestina—.
En los años ochenta presentó sus victorias como un gesto de "normalidad europea". En 1998 aprovechó el triunfo de Dana International para proyectar la imagen de un país moderno y tolerante, en pleno auge del pinkwashing. En 2018, tras la victoria de Netta, impulsó una campaña global para vender un Israel "joven y divertido", mientras se reprimían protestas en Gaza. El punto álgido llegó con Tel Aviv 2019, cuando el Gobierno desplegó una operación propagandística sin precedentes: tours oficiales para periodistas, vídeos institucionales, integración de marca-país, intentos de censurar alusiones a Palestina en la actuación de Madonna y sanciones a Islandia por mostrar banderas palestinas.
La UER insiste en separar música y política, pero la paradoja es evidente y la actuación del Estado israelí vuelve a romper esa ficción, y es que ningún escenario cultural es neutral cuando se utiliza para disputar el relato en medio de una vulneración sistemática de derechos humanos.
El presidente de RTVE, José Pablo López, ha acusado este viernes a Israel a través de X de "maniobrar en la sombra durante meses" para estar presente en Eurovisión y ha calificado de "farsa" las votaciones celebradas en la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusion.
"Anoche nos enteramos de que la votación sobre Eurovisión no fue espontánea sino que Israel maniobró en la sombra durante meses. Lo que parecía un debate democrático en Ginebra era solo una farsa cocinada en despachos", ha criticado López.
Para el presidente de RTVE, el principal argumento esgrimido por la UER "ha quedado destrozado: la neutralidad de Eurovisión no está garantizada, ni antes ni ahora. Israel y su gobierno seguirán utilizando el festival como consideren oportuno", ha lamentado. "Pero a esta hora UER guarda silencio, a ver si pasa la vergüenza y seguimos con el negocio", ha añadido López, quien censura además que en las últimas horas, la Unión Europea de Radiodifusión haya consentido "ataques muy graves" a RTVE, "calificándonos incluso como propagadores de odio, mientras que la organización ha mirado para otro lado".

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