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Elecciones autonómicas y municipales 2023

Unidas Podemos lanza su última ofensiva de campaña en Madrid, su plaza más difícil y principal baluarte de la derecha

Ione Belarra, Irene Montero, Sira Rego,  Juantxo López de Uralde y otros dirigentes cierran la campaña con Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor entre críticas a Más Madrid y al PSOE y con una máxima: "A la derecha hay que derrotarla en Madrid para poder cambiar este país".

Belarra, Montero, Jacinto, Sotomayor
Rego, Jacinto, Belarra, Montero, Sotomayor y Uralde, este viernes en Arganzuela (Madrid). Zipi Aragón / EFE

"Dadnos una oportunidad. Si en cuatro años no ha cambiado nada, no nos votéis más, pero dadnos una oportunidad". Pablo Iglesias pidió en abril de 2019 "una oportunidad, una legislatura para cambiar las cosas" y comprometió el futuro electoral de su formación a la capacidad de Podemos para transformar la política, para gobernar de manera distinta. No la consiguió en ese momento (el PSOE rechazó un gobierno de coalición con Unidos Podemos y se forzó una repetición electoral), pero sí algunos meses después, cuando Sánchez asumió que sólo gobernaría con el apoyo de los de Iglesias.

La formación morada cree que ha cumplido y ahora quiere trasladar este compromiso (que tan bien le sirvió hace cuatro años) a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid. Las principales dirigentes de Podemos, Ione Belarra (secretaria general y ministra de Derechos Sociales) e Irene Montero (número dos y ministra de Igualdad) han cerrado la campaña electoral de cara al 28M en Madrid, respaldando la candidatura de Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, candidatos de Podemos-IU-Alianza Verde a la Asamblea y al Ayuntamiento.

El tiempo de este viernes ha puesto la nota perfecta del ambiente que se respiraba en un acto en Arganzuela que ha reunido a alrededor de 800 personas (803 si se computan algunas mujeres críticas con la ley trans que han increpado a Montero y han logrado interrumpir su discurso durante un breve momento; y a las que la ministra les ha recordado que ese era "un espacio libre de transfobia").

Tromba de agua y cielo gris para un discurso de la épica. En campaña electoral la épica, lejos de ser extraordinaria, es un atributo reconocible en casi cualquier intervención. Sin embargo, Belarra advirtió al electorado de que "no hay que fijarse en lo que decimos, sino en lo que hacemos". Que las principales dirigentes de Podemos hayan elegido Madrid para cerrar su campaña (una decisión, un hecho), dice mucho.

Madrid es el bastión de la derecha, su baluarte principal, que acumula casi 30 años de gobiernos conservadores (con la salvedad de la única legislatura de Manuela Carmena a nivel municipal). También es el lugar donde Podemos-IU-AV ocupan la posición más débil en la izquierda, por detrás del PSOE y de Más Madrid, tanto en la ciudad como en la Asamblea. Todo esto convierte a este territorio, por lo tanto, en la plaza más difícil (con diferencia) para el espacio; pero es allí donde sus líderes decidieron dar la última batalla de esta campaña.

Lo hicieron por varios motivos, algunos reconocidos y verbalizados: "Desde Madrid controlan (las derechas) los medios estatales, la cúpula judicial, es desde donde irradian su poder a todo el Estado, y es aquí donde hay que derrotarles. Solo así vamos a poder cambiar este país, esta es la campaña más difícil porque es la más importante", argumentó Belarra durante su intervención.

Críticas a PSOE y a Más Madrid

Pero la batalla de Unidas Podemos en la comunidad no solo es contra la derecha, también libran una disputa por reforzar su posición dentro del denominado espacio progresista. En Madrid se han dado buena parte de las rencillas internas de la izquierda transformadora (la salida de Errejón de Podemos y su pacto con Carmena a las puertas de unos comicios; la traducción y desarrollo de ese pacto en Más Madrid...), y en Podemos quieren ocupar un lugar importante en este espacio.

Por eso, durante el mitin también criticaron al PSOE y a Más Madrid por su actitud en estos últimos cuatro años, en los que Podemos no ha estado en el ayuntamiento, ya que decidió no competir contra la candidatura de Manuela Carmena en 2019.

"¿Que ha hecho la izquierda conservadora, la izquierda cuqui, en todos estos años en Madrid? Nada. Necesitamos una izquierda valiente, una izquierda útil", manifestó Belarra. "Siempre hemos estado solas, incluso entre sectores progresistas que querían un pacto con Ciudadanos (a nivel estatal), y lo siguen queriendo para Madrid. Hay sectores progresistas en la ciudad de Madrid que están dispuestos a hacer a Villacís vicealcaldesa; no con nuestro voto", remachó Montero.

Sotomayor vaticinó que Podemos "volverá" al Ayuntamiento, una predicción que, de hacerse realidad, podría costarle el gobierno municipal a Almeida (las encuestas sitúan a Podemos-IU-AV muy cerca del 5% necesario para obtener representación). Jacinto prometió "no paralizar un desahucio, sino ejecutarlo, porque será el desahucio de Isabel Díaz Ayuso" de una Asamblea en la que la permanencia de Podemos-IU-AV podría arrebatarle la mayoría absoluta al PP, según las encuestas. 

La última ofensiva de Unidas Podemos se dio en su plaza más difícil, pero la que también entienden como más necesaria en un tablero en el que Podemos puede ser la llave de distintas realidades políticas. "Dadnos una oportunidad, una legislatura", parecía pedir Belarra.

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