Este artículo se publicó hace 2 años.
Vox rechaza sentarse con el Gobierno para buscar soluciones a la crisis económica como ya hizo en la pandemia
La extrema derecha se excusa en que quiere negociar en la tribuna del Parlamento. También se borró, hace ahora dos años, de los planes para la reconstrucción abordados en el Congreso para hacer frente a la pandemia.
Madrid-
Vox, el partido presidido por Santiago Abascal, ni está ni se le espera. Este miércoles, la extrema derecha se ha desmarcado de la ronda de contactos impulsada por el Gobierno con los diferentes grupos parlamentarios en el Congreso con el fin de emprender un diálogo relativo al Plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra. ¿Con qué argumento? Quieren negociar con el Gobierno "en la tribuna" del Parlamento y no "a puerta cerrada", se excusan.
En medio de la emergencia energética agravada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia que ha disparado los precios de la luz, el gas y la gasolina, el Ejecutivo de coalición se ha puesto como meta el 29 de marzo para aprobar un conjunto de medidas que ayuden a mitigar los efectos de esta nueva crisis. Se trata de un plan que posteriormente será sometido a votación en la Cámara Baja pero que el Gobierno busca consensuar antes con los grupos para amarrar su apoyo. Vox no participará en esta tarea de Estado.
Lo cierto es que la formación ultra también se borró de los planes para la reconstrucción abordados en el Congreso para hacer frente a la pandemia del coronavirus, hace ahora dos años. La Cámara Baja dio luz verde a finales de julio de 2020 a dos de los cuatro planes elaborados para reactivar la economía española después de tres meses de trabajo en el seno de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.
Las medidas sanitarias y las relativas a la UE cosecharon amplios apoyos, mientras que la oposición tumbó las medidas sociales para los más vulnerables, y por un error en la votación, también cayeron las económicas. La formación de extrema derecha se levantó de la mesa cuando el órgano parlamentario apenas llevaba un mes de rodaje.
Dos años después, ante otro momento delicado por el impacto económico y social de la invasión a Ucrania, Vox ha sido la única formación que ha declinado participar en estas reuniones con todos los grupos parlamentarios, que cuenta con la presencia por parte del Gobierno, en función de las respectivas agendas, de las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
En este sentido, cabe recordar que ya en septiembre del año pasado, cuando Bolaños relevó a Carmen Calvo al frente de su departamento en el mes de julio, también convocó a todas las fuerzas con representación en las Cortes y Vox rechazó acudir al encuentro.
Contra el feminismo y el ecologismo
La extrema derecha no se sienta a trabajar con el resto de fuerzas políticas en medio de la crisis y esta vez se excusa en que no quiere hacerlo "en despachos". Poco le importó a los de Abascal negociar el Gobierno de Castilla y León con el PP en el más absoluto secreto, pero cuando se trata de trabajar en el seno parlamentario con el resto de grupos que representan a la sociedad española, y en un momento crítico con una guerra a las puertas de Europa, Vox pide hacerlo en la tribuna del Congreso.
Por ello les ha reprendido este miércoles el ministro Presidencia. "Uno es muy patriota, pero no tanto como para sentarse con el Gobierno para solucionar los problemas de los españoles. La ultraderecha, de nuevo, ha declinado nuestra invitación para sentarse a hablar de lo que interesa a los españoles, a las empresas, a los autónomos y a las familias", ha sostenido Bolaños tras el encuentro mantenido con el grupo popular.
Eso sí, el partido ultra ha defendido sus propuestas en la sesión de control al Gobierno. Para los de Abascal, detrás de la subida de precios de los combustibles está "el fundamentalismo verde", como llaman al ecologismo, y la solución pasa por cerrar el "insultante" Ministerio de Igualdad. "Use esos 20 mil millones de euros que la señora Montero quiere utilizar en la guerra de sexos", le pidió el líder de extrema derecha a Pedro Sánchez.
Ni propuestas económicas trascendentales, ni intenciones de, al menos, escuchar al Gobierno. Vox vuelve a utilizar una crisis para ampliar su discurso negacionista y rehúye de las obligaciones democráticas derivadas del trabajo parlamentario.
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