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Un año de la tragedia de Zaldibar: las incertidumbres que siguen pendientes

12 meses después del derrumbe en el vertedero, aún siguen sin ser localizados los restos de Joaquín Beltrán, uno de los trabajadores desparecidos. Vecinos, ecologistas e investigadores advierten que continúan varios puntos oscuros.

Vertedero de Zaldibar
Imagen de archivo de las tareas de búsqueda en el vertedero de Zaldibar. EFE

La espera, 12 meses después, continúa. Siguen esperando los familiares de Joaquín Beltrán, cuyos restos permanecen en algún punto de una inmensa montaña de basura y tierra. Esperan también los vecinos del vertedero donde Joaquín trabajaba y donde perdió la vida hace ahora un año junto a otro operario, Alberto Sololuze. Quieren saber, al igual que el movimiento ecologista, qué hay detrás de ese derrumbe.

Hace un año no había mascarillas ni restricciones de movilidad, pero en Zaldibar y alrededores oyeron hablar por primera vez de la palabra confinamiento. "1. Se aconseja no ventilar las viviendas y mantener las ventanas cerradas el mayor tiempo posible. Especialmente por la noche. 2. En la medida lo posible, se recomienda no realizar actividad deportiva al aire libre hasta nuevo aviso", recomendaba Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) a los vecinos de Zaldibar, Ermua y Eibar el 14 de febrero de 2020.

Todo había empezado unos días antes. El día 6 de ese mes, el vertedero de residuos Verter Recycling se vino literalmente abajo, arrastrando a Sololuze y Beltrán. El alud llegó incluso a la autopista A-8, sin que se produjera ningún accidente entre los vehículos que circulaban por allí. 

12 meses después, la tragedia del vertedero de Zaldibar acumula diferentes interrogantes que continúan sin recibir respuestas. Las dudas, acompañadas por una gran dosis de indignación, siguen acumulándose entre quienes llevan ya un año reclamando verdad y justicia. 

La búsqueda de Joaquín

La prioridad es hoy encontrar los restos de Joaquín Beltrán. "Lo más importante sin resolver es que Joaquín sigue sin aparecer entre toneladas de basura", resume a Público Janire Lazkano, una de las portavoces de la plataforma Zaldibar Argitu, creada precisamente para pedir que se aclaren todos los puntos relacionados con esta tragedia. "Lo prioritario debe ser sacar el cuerpo de Joaquín de ese vertedero", subraya. En agosto pasado, los equipos de la Ertzaintza que trabajan allí localizaron restos óseos de Sololuze. 

En el pleno de control celebrado este viernes, el parlamentario de EH Bildu Mikel Otero interpeló al lehendakari sobre la catástrofe de Zaldibar. En ese escenario, Iñigo Urkullu subrayó que el Gobierno Vasco mantendrá "sin descanso" la búsqueda de Beltrán. 

Las causas del derrumbe

"Un año después han cambiado muy pocas cosas respecto a lo ocurrido aquel 6 de febrero", afirma Lazkano en vísperas de las distintas movilizaciones que, respetando las restricciones por la pandemia, se realizarán este sábado para recordar este primer aniversario. "Se han dado muy pocos pasos para esclarecer lo ocurrido en Zaldibar y no se ha aclarado nada sobre las causas del derrumbe", sostiene.

El caso está hoy en el juzgado de Durango, donde se unificaron dos causas abiertas para tratar de esclarecer lo sucedido. "Sabemos que esto es una carrera de fondo y que el juicio durará tiempo. Esperamos que sirva para esclarecer los hechos y depurar responsabilidades", afirma a Público el portavoz de Ekologistak Martxan, Javier Vázquez.

En julio pasado, la Ertzaintza detuvo al máximo responsable del vertedero, José Ignacio Barinaga, a la administradora única, Arrate Bilbao, y al ingeniero director técnico del vertedero, Juan Etxebarri. La jueza a cargo de este caso dejó a los tres en libertad con cargos. Hoy están a la espera de juicio. "La justicia, para que sea justa, también debe ser rápida", añade Vázquez.

Responsabilidades políticas

"Sería interesante saber por qué el Gobierno Vasco intentó ocultar durante los primeros días que ya conocía los antecedentes de este vertedero", afirma a Público el periodista e investigador Ahoztar Zelaieta, autor del libro "Zaldibar. Zona cero" publicado recientemente por la editorial Txalaparta. En tal sentido, remarca que el Ejecutivo autonómico "había sancionado al vertedero al inicio de su actividad porque había almacenado residuos peligrosos, para lo cual no estaba autorizado".

Zelaieta se pregunta "por qué conociendo esos antecedentes de 2012, el Gobierno Vasco lo consideró en 2015 el segundo mejor vertedero de Euskadi, cuando teres años antes lo había sancionado", al tiempo que apunta otro dato: "La información de que había sido sancionado en 2012 se conoció después del derrumbe de hace ahora un año".

"Lo sucedido en Zaldibar ha sido un desastre humano en el que se han perdido dos vidas. También ha sido un desastre ecológico, porque se ha caído un monte lleno de amianto y otras sustancias. Y también un desastre político: antes del derrumbe eran evidentes las faltas de control que había sobre ese vertedero", subraya por su parte la portavoz de Zaldibar Argitu.

Contaminación en la zona

Hay otra incertidumbre que no abandona a Zaldibar y los pueblos del entorno: ¿Qué niveles de contaminación provocaron el derrumbe y los posteriores incendios? "Veíamos columnas de humo enormes bajando hacia los pueblos", recuerda Lazkano, quien no duda en calificar la gestión de la crisis desde el punto de vista medioambiental como "una chapuza".

"Primero nos decían que estuviéramos tranquilos, que la calidad del aire era buena. Luego mandaron a analizar la calidad del aire a Madrid, y salían cantidades exageradas de dioxinas y furanos –relata Lazkano–. Entonces se anuló el partido de fútbol que debían disputar el Eibar y la Real Sociedad, nos dijeron que no hiciéramos deporte al aire libre y recomendaron que cerráramos las ventanas".

"Estamos en el medio, pero nadie nos ve", resumían cinco meses después de la tragedia los vecinos de Eitzaga, el barrio donde se ubica el vertedero. Entonces volvieron a solicitar a las autoridades "la realización de un examen médico" a quienes viven en esa zona de caseríos. "Después de 12 años sufriendo las consecuencias de un vertedero sin control de los productos depositados y de incendios producidos y no notificados de los que hemos sido testigos, creemos que es lo mínimo que debería hacer la administración con las y los afectados Desde la primera semana lo venimos reivindicando y a día de hoy seguimos sin tener respuesta", lamentaban.

Gestión de residuos

El fatídico derrumbe del vertedero de Zaldibar volvió a poner sobre la mesa el debate sobre el modelo de gestión de residuos, algo que supera los límites de ese municipio y contagia al resto del Estado. "Con la montaña de basura se ha caído un modelo que tiene que ser reconstruido de abajo a arriba", subraya la portavoz de Zaldibar Argitu.

Pocos días después de que el vertedero se viniese abajo, la plataforma Zero Zabor Bizkaian (En Bizkaia Basura Cero) advertía que "la administración debe proporcionar seguridad y tranquilidad a la población a la que sirve, recuperando la credibilidad perdida, mediante una correcta gestión y control de los vertederos", así como "garantizar la transparencia sobre el origen de los residuos vertidos, tanto en el caso del amianto como de otros posibles vertidos de residuos peligrosos". Las dudas siguen hoy en el aire.


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