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Ayuso desperdicia el nuevo escáner del Ramón y Cajal valorado en un millón de euros por no contratar personal

CCOO denuncia que el dispositivo sólo se usa dos días a la semana, y exclusivamente por las mañanas, porque la Comunidad de Madrid no dispone de los técnicos de radiología que se necesitan para manejarlo.

Fotomontaje de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al escáner del Ramón y Cajal valorado en un millón de euros por no contratar personal
El escáner de un millón de euros infrautilizado en el centro de especialidades de Emigrantes en Madrid.  Comisiones Obreras

Imagina que estás a la espera de que te digan si tienes un tumor y tienes que aguantar tres meses de incertidumbre y angustia para poder hacerte una prueba. Luego, añádele el posterior retraso para empezar con el tratamiento o ser operado. Esto es lo que sufren muchos pacientes de la Comunidad de Madrid, mientras "hay máquinas desperdiciadas porque no hay personal que sepa manejarlas". Así lo denuncia Luis, trabajador del Hospital Ramón y Cajal, en cuyo área sanitaria especializada, el centro de especialidades Emigrantes, un recién estrenado escáner apenas puede usarse por no disponer de los especialistas suficientes que lo manejen.

Según informa CCOO, después de haber invertido cerca de un millón de euros en hacer la obra y comprar el aparato, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sólo lo abre dos días a la semana, y exclusivamente por las mañanas, porque no ha contratado a los técnicos de radiología que se necesitan. Sino que mueven de sus puestos de trabajo habituales a diferentes sanitarios las escasas horas que funciona. A veces, incluso, son especialistas desplazados desde otros centros quienes se ocupan del servicio.

Este nuevo escáner ofrece una radiografía mucho más nítida y precisa que las ordinarias. Se usa, entre otras cosas, para diagnosticar enfermedades graves como el cáncer. "Cuando nos anunciaron su apertura, pensamos que se reducirían los tiempos de demora, pero una vez acabado el montaje nos dimos cuenta que, sin disponer de más recursos humanos, no tenía sentido esa enorme inversión", narra Luis. 

La demora para pruebas diagnósticas en la sanidad pública de la región era de casi 200.000 personas en el mes de marzo. Teniendo en cuenta que, tal y como explica la organización sindical, en cada turno se pueden realizar 35 pruebas sin contraste y 25 con contraste; de contratar personal para su uso diario, en poco más de 15 días se acabaría la lista de espera.

Los trabajadores consideran "incomprensible" que en un contexto, agravado por la pandemia, donde "el colapso es desmesurado" y se deriva "todo a la privada", no se contraten más sanitarios. Y lamentan que esta dinámica "se esté convirtiendo en la tónica habitual" del servicio madrileño de salud. 

No es la primera vez que el Gobierno del Partido Popular de Madrid instala dispositivos de pruebas diagnósticas de última generación, pero no amplía la plantilla y cae en el olvido. Ya ocurrió con el único acelerador lineal con resonancia magnética de España, donado por Amancio Ortega al Hospital Universitario La Paz de Madrid, que tan sólo registró 12 pacientes a lo largo de todo el 2022. 

Unas cifras que contrastan con los 160 del Hospital SacroCuore de Verona (Italia) en su primer año operativo y a los 390 del Hospital Severance de Seúl (Corea del Sur). Y que resultaron realmente indignantes entre los enfermos, ya que permite tratar hasta 40 tipos de cánceres.

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