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Cabezas de gamba Sanidad advierte del riesgo de chupar las cabezas de las gambas 

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria aconseja limitar el consumo de la carne oscura de los crustáceos con el objetivo de reducir la exposición de cadmio de cara a estas fiestas navideñas. 

Imagen de gambas. Pixabay

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria ha publicado unas recomendaciones de cara a las fiestas navideñas en las que recomienda limitar el consumo de carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición de cadmio.

La mayor fuente de exposición humana a este metal pesado, asociado en la naturaleza a minerales como el cinc o el plomo, es la alimentación. De ahí que sea considerado un riesgo alimentario, aunque tenga múltiples aplicaciones industriales en la quema de combustibles fósiles, metalurgia o incineración de basuras. 

En algunos países europeos, entre los que se encuentra España, se consume, además de la parte blanca del marisco, otras partes como pueden ser la cabeza de las gambas, langostinos, cigalas, etc. y el cuerpo de los crustáceos de tipo cangrejo, cuyos niveles de cadmio son altos. 

Pese a que su absorción en el aparato digestivo es baja, tiende a acumularse en el organismo, principalmente en el hígado y riñón, durante un tiempo estimado de entre 10 y 30 años. 

El cadmio es tóxico para el riñón, acumulándose principalmente en los túbulos proximales, pudiendo causar disfunción renal, señala la Aecosan. La presencia de este metal en el cuerpo humano también puede causar desmineralización de los huesos. 

Por esta razón, la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores (DGSANCO) de la Comisión Europea ha publicado en su página web una nota informativa sobre “Cadmio en crustáceos”, instando a los países de la UE donde hay un consumo elevado de este marisco entero a seguir unas recomendaciones para consumir unos niveles aceptables. 

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