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Condenan al jefe de la Policía Local de Candeleda por acoso sexual y laboral

La Audiencia Provincial ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Penal número uno de Ávila que condenaba al jefe del cuerpo de la localidad abulense a ocho meses y medio de cárcel y a pagar una indemnización a las víctimas.

24/2/22-Un coche de Policía Nacional a 10 de febrero de 2022, en Madrid (España).
Un coche de Policía Nacional a 10 de febrero de 2022, en Madrid (España). Alejandro Martínez Velez / Europa Press

El Juzgado de lo Penal número uno de Ávila ha condenado al jefe de la Policía Local de Candeleda a ocho meses y medio de prisión por acoso sexual y laboral a dos mujeres que trabajaban a sus órdenes, una como vigilante municipal al servicio de este cuerpo y la otra como policía local en prácticas.

La sentencia ha sido ratificada por la Audiencia Provincial tras rechazar el recurso de apelación presentado por el condenado contra el fallo inicial. Además, se le condena "en calidad de responsable civil" a indemnizar a la primera de las víctimas con 4.000 euros y a la segunda con otros 2.500 euros.

Años de acoso que acabaron con la salud mental de las víctimas

En el primero de los casos, el acoso comenzó en 2008, cuando el ahora condenado aún no era jefe de la Policía Local y "apremiaba" a esta mujer "con claros requerimientos e insinuaciones, evidenciando el propósito de mantener relaciones sexuales con ella".

Ante el rechazo a sus insinuaciones por parte de su subordinada, cuando ya había sido nombrado jefe del cuerpo en la localidad en 2011, trató de crear "un ambiente hostil hacia ella" con comentarios "ofensivos" y desprecios constantes. Esta situación, que implicó, entre otras cuestiones, que "no se le abonaran las horas extraordinarias como al resto de compañeros". 

La presión a la que estaba sometida llevó a la primera víctima a desarrollar cuadros de ansiedad y depresión, llegando a solicitar la baja. Entre otras cosas, esta situación implicó que no se le abonaran las horas extraordinarias como al resto de compañeros.

En el caso de la policía local en prácticas, cuya actividad comenzó a mediados de 2012, la situación se repitió mediante "insinuaciones y comentarios que claramente denotaban su voluntad de mantener relaciones sexuales".

"Las insinuaciones", según el fallo, "eran reiteradas y con claro contenido sexual" hasta que tras el rechazo de la víctima, el ahora condenado "cambió radicalmente su comportamiento hacia ella y, aprovechándose en todo momento de su condición de jefe de la Policía Local y con el propósito de aislarla del resto de compañeros y de crear un ambiente hostil hacia ella, comenzó a menospreciarla".

Tras un largo periodo de acoso continuado, mentalmente agotadas, fueron capaces de denunciar los hechos y se abrió el procedimiento penal que ha condenado, finalmente, a su agresor.

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