Este artículo se publicó hace 4 años.
ContaminaciónLos vertidos de aguas fecales dejan el río Jarama contaminado por miles de toallitas
La Comunidad de Madrid asegura que entre enero y noviembre se han retirado 27.000 toneladas de toallitas higiénicas de los colectores y aliviaderos del sistema de saneamiento que dan a parar a los ríos.
Alejandro Tena
Madrid-
Las toallitas se van acumulando en las ramas, se adhieren a la arena de la orilla y a las hojas de los arbustos que hay cerca del arroyo de Valdebebas, una pequeña rivera situada en zona Red Natura 2000 –un área de conservación de biodiversidad de la Unión Europea– que más adelante confluye con el río Jarama. El paisaje ha quedado teñido de blanco y las aguas muestran, de cuando en cuando, el marrón de los vertidos fecales de los que deriva todo el problema.
La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asociación Ecologista del Jarama-El Soto, Ecologistas en Acción y el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA) denuncian que el mal saneamiento y las deficiencias en los sistemas de depuración de la Comunidad de Madrid son los culpables de dejar este paraje en un estado de riesgo. "Son vertidos intermitentes", explican. Aunque los colectores no están permanentemente enviando aguas sucias al arroyo, la realidad es que se dan momentos en los que los que el cauce acaba convertido en un cenagal.
"Cada vez que llueve, los colectores colapsan y llegan los vertidos al río"
Antonio Martínez, portavoz ecologista, manifiesta su preocupación por el estado del paraje y advierte que el caso de las miles de toallitas que "forran" las ramas de los árboles, "incluso a cinco metros de altura", son sólo la cara visible de un problema relacionado con la salud pública. "Es el fiel reflejo de los sistemas de saneamiento y depuración de la Comunidad de Madrid. Cada vez que llueve, los colectores colapsan y llegan los vertidos a los ríos. Es decir, no es algo que sea constante, pero ocurre con frecuencia", expone, para detallar a continuación que no son arrastres de agua fecal derivados de las alcantarillas saturadas por las precipitaciones, sino vertidos directos que llegan por aliviaderos a los ríos.
"No se trata del problema de educación o civismo con las toallitas, que también, sino de una mala gestión", incide el portavoz ecologista. "Lo peor es que no es algo que pueda ser calificado como inevitable, es el resultado de tener una carencia de tanques de tormenta", recalca. La situación trasciende a las lianas de toallitas que cuelgan de las ramas de los árboles, ya que los vertidos fecales se pueden convertir en un gran problema de salud pública si se tiene en cuenta que muchas de las heces que llegan a esta rivera terminan desembocando en el cauce del Jarama, un río cuyas aguas sirven de regadío a parte de la huerta madrileña. Esto, sumado a la situación de covid-19, se convierte en un foco de riesgo, en tanto que algunas investigaciones han detectado presencia del virus en el 75% de las muestras de aguas residuales de Madrid.
Pero, ¿quién tiene la culpa? Las cuatro organizaciones ecologistas señalan directamente a la Comunidad de Madrid y a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) por no asegurar la zona en los periodos de lluvias. Pero las diferentes Administraciones competentes no terminan de asumir su parte.
Desde la Consejería de Medio Ambiente del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso reconocen que existe un problema relacionado con los vertidos de toallitas higiénicas e informan que en los primeros nueve meses del año se han retirado 27.000 toneladas de estos residuos acumulados en los colectores y depuradoras. Unas labores de limpieza que suponen un coste anual de dos millones de euros, según las estimaciones del Canal de Isabel II. No en vano, la Comunidad de Madrid dice no tener competencias suficientes y pone el foco sobre el organismo de cuenca, la CHT.
Fuentes del organismo encargado de administrar la cuenca del Tajo explican a Público que los vertidos se han producido en los "puntos de alivio de las redes de saneamiento de aguas residuales urbanas", lo que, a su juicio, revela que se trata de un problema competente a la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, la Confederación Hidrográfica informa de que se han iniciado trabajos de inspección para, posteriormente, exigir su corrección y llevar a cabo sanciones si fuera necesario. Entre enero de 2019 y octubre de 2020, el organismo ha abierto 152 expedientes sancionadores como consecuencia de vertidos en tramos de los cauces de la Comunidad de Madrid.
La existencia de vertidos por desbordamiento de sistemas de sanitario es algo habitual en épocas de lluvia, tal y como explican desde la CHT, pero los colectores y los aliviaderos "deben disponer de elementos" que limiten la contaminación de los cauces de los ríos.
Las organizaciones ecologistas sostienen que ambas Administraciones "se pasan la pelota de una forma descarada" mientras la situación no se termina de resolver. "Lo hemos denunciado en numerosas ocasiones y nos estamos planteando acudir a la Justicia como ya hicimos con el caso de Guadalix", advierte Martínez, en referencia a este otro río afluente del Jarama en el que se vienen produciendo vertidos de manera constante, tal y como ha denunciado la Fiscalía recientemente.
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