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El desierto de Atacama es víctima de la 'fast-fashion': acumula montañas de ropa que pueden verse desde el espacio

Toneladas de prendas y calzado sin usar o con escaso uso se acumulan en Chile y han sido captadas por un satélite.

Montañas de ropa apilada en el desierto de Atacama, en Chile, a 15 de noviembre de 2022.
Montañas de ropa apilada en el desierto de Atacama, en Chile, a 15 de noviembre de 2022. MARTIN BERNETTI / AFP

El desierto de Atacama, en Chile, acumula toneladas de ropa desechada. La pila es tan grande que se puede ver desde el espacio, según han confirmado las imágenes del satélite SkyFi.

Las montañas de prendas de vestir y calzado se suceden entre otros restos de basura. La mayoría, sin usar o con escaso uso. Son víctimas de la fast-fashion.

Este fenómeno se refiere a los grandes volúmenes de ropa producidos por la industria de la moda, según denuncia Greenpeace. La necesidad de generar más ventas provoca que las marcas masivas saquen nuevas colecciones cada cortos periodos de tiempo.

Las prendas se producen con materiales de baja calidad, que duran menos, y crean a su vez la necesidad de sustituirlas por otras nuevas. Actualmente, las campañas de nuevos productos que promueve la industria de la moda ya no se reducen a las clásicas primavera/verano y otoño/invierno, sino que las marcas producen decenas de colecciones de ropa al año.

Esta continua generación de nuevos productos provoca que, por un lado, se necesite abaratar costes para que sean asequibles y, por otro, que las prendas tengan una vida mucho más corta.

Para abaratar costes, las marcas de fast-fashion prescinden de dos elementos muy importantes: la calidad de los materiales y la mano de obra. Estas prendas se producen en países como Bangladesh, India, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka o China, bajo condiciones de explotación y vulnerando derechos humanos con el trabajo forzado y el trabajo infantil.

Una mujer examina las prendas abandonadas en el desierto de Atacama, en Chile, a 15 de noviembre de 2022.
Una mujer examina las prendas abandonadas en el desierto de Atacama, en Chile, a 15 de noviembre de 2022. MARTIN BERNETTI / AFP

En un reporte de la Fundación Ellen MacArthur, se registró el aumento de producción de prendas de ropa en el mundo. En 2015 se fabricaron 100 mil millones de productos de vestimenta. 

La fabricación de ropa produce el 10% de las emisiones de CO2 a nivel global y es responsable de la contaminación de recursos como el agua y la tierra, según denuncia Greenpeace.

El daño ambiental de estos productos no se limita a su producción y su consumo. La ropa que no se vende acaba siendo quemada o desechada en lugares como en el desierto de Atacama o los vertederos africanos. Estos desechos suelen acabar en países con menores recursos que usan como vertedero. Según señala Greenpeace se queman o se tiran 2,6 toneladas de ropa por segundo.

La cantidad de ropa desechada en Atacama es tal, que usuarios de las redes sociales se pusieron en contacto con la empresa de fotografía satelital SkyFi para confirmar que, efectivamente, puede verse desde el espacio.

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