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¿Hasta cuando durará la calima?

Se espera que el fenómeno alcance su mayor incidencia este miércoles y se mantenga activo también el jueves.

Imagen de la Alcazaba de Almería con el cielo cubierto con la intensa calima este martes.
Imagen de la Alcazaba de Almería con el cielo cubierto con la intensa calima este martes. Carlos Barba / EFE

La capa de polvo del Sáhara que ha cubierto la península ibérica e Illes Balears impulsada por la borrasca Celia ha puesto en alerta a las ciudades por la calidad del aire extremadamente desfavorable y por algunas lluvias de barro. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisa de que la calima se mantendrá este miércoles. De hecho, se espera que alcance su mayor incidencia.

De acuerdo a la previsión de la Aemet, la concentración de polvo comenzará a descender de forma muy ligera este jueves, pero no será hasta el viernes cuando la situación mejore ya con mayor intensidad. "El viernes aun se notará el polvo, pero, poco a poco, se irá limpiando la atmósfera en la Península, aunque durante el fin de semana podría alcanzar zonas de las Islas Canarias, con menor intensidad", ha declarado Rubén Del Campo, portavoz de la Aemet.

La llegada de polvo en suspensión ha ido avanzando desde el sureste peninsular, donde comenzó el lunes y es más intensa, y ha dejado cielos oscurecidos -teñidos en muchos casos de un llamativo naranja rojizo- y notables capas de polvo en casas, aceras y coches. Según la Aemet, se espera que el fenómeno, en su avance hacia el norte, alcance Países Bajos e incluso el noroeste de Alemania.

Lo más significativo de esta entrada de polvo es la mala calidad del aire. Las implicaciones en la salud de respirar calima incluyen un incremento en la probabilidad de sufrir enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Las autoridades sanitarias recomiendan sobre todo a los ancianos, niños y personas con patologías respiratorias que vigilen sus síntomas y que tomen medidas como limpiar con un paño húmedo las superficies en el interior de las viviendas donde haya caído polvo.

Las provincias de Murcia, Alacant, Almería, Madrid, Albacete, Guadalajara, Segovia, Ávila y Burgos, entre otras, han registrado datos de calidad del aire "extremadamente desfavorable", según los datos del Índice de Calidad del Aire en España (ICA).

Esta situación ha estado motivada por la borrasca Celia, un área de bajas presiones centrada en el Golfo de Cádiz desde donde impulsa los vientos intensos procedentes del desierto del Sáhara, muy cargados de polvo. Allí están soplando vientos con intensidad y estos levantan la superficie de la arena de la superficie, que se queda en suspensión y han llegado a la península. 

En España estos episodios no son "ni extraños ni aislados", especialmente en puntos de las Islas Canarias, donde son habituales. Según datos de Aemet, entre 2004 y 2009 hubo polvo en suspensión hasta un 30% de los días en el sureste peninsular, un 18% de días en el centro del país y un 10% de los días en el noroeste de la península.

Los especialistas, eso sí, han apuntado que la intensidad del actual episodio  "hacía décadas que no se registraba en España", como ha declarado el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina. Incluso Euskadi se ha visto afectado por la calima pese a que no es habitual que este fenómeno alcance la cornisa cantábrica.

De acuerdo a la Aemet, aún no está del todo claro que en este fenómeno haya influido el cambio climático. Aunque sí es cierto, según han apuntado, en lo últimos 100 años el desierto del Sáhara ha aumentado en un 10% su superficie, lo que supone una mayor fuente de partículas. Además, el cambio climático favorece la aridez e influye en la frecuencia e intensidad de los patrones meteorológicos como las borrascas, que necesitan de viento para arrastrar el polvo.

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