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Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana: "Nos vamos a quedar sin Doñana, sin agricultura y sin turismo"

El biólogo alerta en esta entrevista con 'Público' sobre el peligro de no rebajar la demanda de agua porque el ajuste "se va a producir por las buenas o por las malas". "Es mejor –agrega– hacerlo de manera coordinada, organizada. Eso pasa por una reconversión de la industria agrícola, que es una industria yonqui del agua, con un consumo muy elevado".

Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana.
Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana.

Eloy Revilla, biólogo, es el director de la Estación Biológica de Doñana. El pasado lunes fue muy claro en la reunión del Consejo de Participación en el que alertó de la situación "crítica" del Parque Nacional. Revilla habla con Público después de que, en este contexto, PP y Vox, en contra de las advertencias de la Comisión Europea, impulsaran este jueves la tramitación de una ley que pretende ampliar las zonas regables en el entorno de Doñana, lo que añadirá más presión en una zona muy compleja y que afronta su más dura crisis.

La Estación Biológica es un instituto del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuya labor es la "comprensión, desde un punto de vista evolutivo, de la forma en que se genera la biodiversidad, la forma en que se mantiene y deteriora, además de las consecuencias de su pérdida y de las posibilidades de su conservación y restauración".

Revilla se aplica en esta entrevista en explicar los problemas que un uso excesivo de agua como el que se produce en Doñana. Más claro no puede ser: "La bajada de la demanda de agua se va a producir por las buenas o por las malas". "Es mejor –agrega– hacerlo de manera coordinada, organizada. Eso pasa por una reconversión de la industria agrícola, que es una industria yonqui del agua, con un consumo de agua muy elevado y hay que ajustarlo".

El otro camino, el de la sobreexplotación, el que se ha recorrido hasta hoy y que ha sido sancionado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, implica quedarse "sin Doñana, sin agricultura y sin turismo".

¿Qué quieren hacer PP y Vox con la recalificación de tierras en el entorno de Doñana? ¿Usted comprende exactamente lo que quieren hacer?

Yo no lo entiendo muy bien porque no está claro. En el borrador de la proposición de ley no está claro qué es lo que se pretende hacer. Yo entiendo que más allá de la generalidad que es declarar como regables una serie de terrenos que se están cultivando ya de manera ilegal utilizando agua obtenida ilegalmente, más allá de eso no se puede saber ni qué superficie ni cuánta gente ni cómo se va a obtener ese agua. Entonces, la consecuencia va a ser que se va a consolidar la situación actual, que llevamos una un montón de años así con ese problema ahí enquistado. Con una sentencia en contra de España por no hacer nada con el problema, y probablemente a Bruselas no le va a parecer bien consolidar algo que ya ha dicho un Tribunal Europeo de Justicia en la Unión Europea nada menos que no es de recibo.

Como científico, ¿esa imprecisión en la ley que afecta a un entorno tan complejo y en un contexto tan completo qué sensación le produce? ¿Asombro?

Es tan imprecisa que incluso en la exposición de motivos inicial hay párrafos que yo sinceramente no consigo entender qué es lo que se quiere decir. Hay párrafos que se contradicen unos con otros. Yo creo que una cosa tan seria, tan importante, que afecta a tanta gente, debería de hacerse con un poquito más de de calidad, un trabajo previo que además incluiría esos estudios técnicos, esas consultas con administraciones que tienen competencias, que son muy importantes para saber hasta dónde se puede llegar. No sabemos a qué superficie afecta, ni cuánta gente afecta, no sabemos cómo se va a hacer. Eso es una especie de brindis al sol.

¿Le llamó alguien de la Junta para preguntarle, para asesorarse sobre la situación de Doñana, antes de presentar la proposición de ley?

No. Nadie. 

¿Cree que se puede hacer lo que parece que quieren: legalizar esas fincas? ¿Cree que se podrá hacer eso teniendo en cuenta los condicionantes y que el Gobierno ya ha anunciado que llevará la ley al Tribunal Constitucional?

Yo no soy jurista. No sé del tema y me imagino que tendrá que preguntarle a alguien que sepa del tema. Pero yo creo que no tiene mucho recorrido y que va a acabar en los tribunales. Va a acabar recurrida y probablemente será anulada, pero, mientras tanto, vamos a seguir como estamos hasta ahora y ese es el problema que tenemos. Doñana tiene un problema de conservación importante asociado a la sobreexplotación del acuífero. Doñana y su comarca. El espacio protegido y la propia agricultura tienen un problema muy grande. Estamos gastando ese agua del subsuelo, cuando solo deberíamos de utilizar la que se recarga anualmente, que es variable y cada vez menos.

La extracción de agua de manera ilegal, ¿cuánto presiona el acuífero? ¿Es decisivo para llegar al punto al que hemos llegado?

Al acuífero le da igual que una explotación sea legal o ilegal. Lo importante para el acuífero es la cantidad total de agua que se extrae. Sabemos que se está sobreexplotando, sabemos que esa sobreexplotación está causando daños y que eso hace que no sea sostenible el uso. La cuestión entonces es que hay que reducir ese consumo. ¿Por dónde empezaríamos a a reducir el consumo? Pues yo creo que lo más razonable es empezar por los que no tienen permiso a la hora de utilizarla, que es lo que nos dice Bruselas, por otra parte.

Ha hecho una metáfora estos días: esto es como asar salchichas con cuadros, que ha tenido bastante éxito.

La utilicé en El Intermedio. Hay que tener cuidado con lo que se dice [bromea].

¿Lo que entiendo que quiere decir es que se está utilizando un patrimonio de todos para resolver un problema que debe resolverse de otra manera?

El problema es que estamos gastando el capital. Tenemos unos recursos en el banco y te puedes permitir solamente gastar los intereses. Y si gastas capital, el resultado final va a ser simplemente que te quedas sin capital y te quedas sin nada. Nos vamos a quedar sin Doñana, sin agricultura y sin turismo. Eso es lo que va a ocurrir al final. Y es un problema serio.

¿Está el Gobierno de España haciendo lo correcto? Se han cerrado pozos, pero no de la manera suficiente, porque sigue habiendo numerosas hectáreas de invernaderos irregulares.

Depende de la ventana de tiempo en la que tenga que contestar a esa pregunta. En los últimos 25 o 30 años el fallo es generalizado en todas las administraciones. Aquí tienen responsabilidad todas las administraciones: Gobierno, Junta y ayuntamientos. El fallo es generalizado en la gobernanza. En estos últimos momentos, la Confederación del Guadalquivir se ha puesto las pilas y han empezado a trabajar. ¿Qué ocurre? Que están desbordados. No cuentan con personal suficiente. No es nada sencillo cerrar un pozo porque legalmente tiene una tramitación que es larga. Ese cierre debería de ir acompañado de un cierre de la explotación, que debería hacer la Junta de Andalucía... Es necesaria esa coordinación entre administraciones. Es lo que nos reprocha Bruselas: tener una mejor gobernanza en el día a día en la gestión de los recursos.

¿Existe un punto de no retorno para Doñana? ¿Se ha llegado ya a ese punto o todavía depende de lo que llueva?

Estamos en una situación crítica porque estamos perdiendo a toda velocidad hábitats catalogados como prioritarios. ¿Se pueden recuperar? No lo sabemos. Esa es la respuesta. Lo sabremos una vez que se hayan perdido. Pero yo creo que es mucho mejor no jugar a intentar resucitarlos utilizando genética. Es mucho mejor evitar que se extingan antes. Es mucho más razonable, entiendo yo.

Los datos muestran que hay un declive de las lagunas que no se inundan desde 2013. ¿Depende de la lluvia que se revierta esa situación?

Y de la demanda. Si la demanda sigue aumentando... Sabemos que la cantidad de precipitación va a disminuir. La disponibilidad de agua va a ir disminuyendo. Lo que llamamos ahora sequía extrema es lo que sabemos que va a ser lo normal en los próximos años. Significa que vamos a tener que reducir la demanda de agua. Y esa demanda de agua va a bajar por las buenas o por las malas. Por muchos embalses que construyas, si no llueve, no hay agua. El ajuste se va a producir. Es mejor hacerlo de manera coordinada, organizada. Eso pasa por una reconversión de la industria agrícola, que es una industria yonqui del agua, con un consumo de agua muy elevado, y hay que ajustarlo.

Las aves reproductoras que habitan en Doñana están también en clara regresión, dice el trabajo. Todo esto, además de a los seres humanos, ¿afecta también a la biodiversidad que hay allí?

Exactamente. Respecto del acuífero, la mayor parte del efecto va a especies que dependen de las lagunas temporales. Las aves dependen de la marisma, que depende del agua que entra por escorrentías, ríos, arroyos. Estamos con una sequía tan grande y con una demanda de agua superficial tan importante también.

Las soluciones que se escuchan, aparte del cierre de pozos, son, por ejemplo, más obras para traer agua de otras cuencas o la compra de fincas. ¿Este tipo de ideas son son viables como solución?

Yo creo que todo ese tipo de ideas se deben de meter en una batería de actuaciones conjunta dentro de un plan ambicioso y multisectorial que tiene que tener un análisis previo. No se puede dar una respuesta a si esto sirve o no hasta que no se hacen esos análisis. Por eso es tan importante que cuanto antes las administraciones se pongan a trabajar juntas y tecnifiquen la solución del problema, porque no es un problema que se pueda solucionar políticamente. No, no se va a solucionar porque alguien venga y diga: yo traigo el agua de Escandinavia en un barco. Eso no es una solución, lo sabemos y el problema es ese. Sabemos que las soluciones van a ser complejas porque el problema es muy complejo y hay que analizarlas y que cada administración las implemente dentro de sus competencias.

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