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Ganadería Prado Alegre, un proyecto familiar que apuesta por el bienestar animal, la calidad y la transparencia

Esta iniciativa ganadera creada en 2019 busca promover el conocimiento "de principio a fin" del proceso de cría de los animales, así como fomentar la importancia de valorar la calidad y el cuidado por encima del volumen.

Ganadería Prado Alegre
Animales de la Ganadería Prado Alegre.  Cedida

La iniciativa familiar Ganadería Prado Alegre, promovida desde 2019 por Irene González, es un proyecto ganadero que prioriza el bienestar animal, la calidad y el cuidado de la alimentación y el entorno de sus animales. Todo ello a través de controlar el proceso "de principio a fin", para vigilar y velar por las condiciones en que crían sus vacas y bueyes.

Para comenzar este proyecto en la localidad de Salmoral (Salamanca), Irene dejó su trabajo en el mundo del marketing y apostó por sacar adelante su ganadería. "[Ganadería Prado Alegre] nace desde cero, de la pasión por el campo y los animales", explica la ganadera, quien también destaca los valores que da el campo. Al principio, comenzaron con tan solo tres vacas, poco a poco su ganadería fue creciendo y, actualmente, han introducido la cría de bueyes.

Bienestar animal, calidad y transparencia son las bases de la Ganadería Prado Alegre

Otra de las máximas de esta iniciativa es la transparencia. A través de sus redes sociales, los consumidores pueden ver de primera mano el origen del producto, el entorno en el que viven estos animales y la forma en la que son tratados. "El cliente sabe de principio a fin el estado de los animales, qué han comido, en qué condiciones están y eso lo valoran", destaca Irene.

Ganadería Prado Alegre
Proyecto Ganadería Prado Alegre. Cedida

"Creo que conseguimos transmitir que es un trabajo artesanal, que aquí no producimos animales en serie uno detrás de otro, sino que cada uno lleva su tiempo", añade la ganadera, quien también considera que la sociedad cada vez pone más en valor este tipo de ganadería. Ella remarca que su meta es seguir trabajando de esta forma- cebando el ganado en libertad, con piensos de gran calidad (incluso han registrado su fórmula), manteniendo sus propias tierras de labor y seleccionando el forraje-,  porque consideran que el cuidado en el proceso se ve recompensado en la calidad.

Recientemente, Ganadería Prado Alegre ha iniciado una colaboración con el equipo de Alberto Salto -carnicero y emprendedor- para ampliar sus horizontes de promover la "calidad desde el campo hasta la mesa". Ambas iniciativas se conocieron gracias a las redes sociales y pronto coincidieron en sus objetivos.

Ganadería Prado Alegre
Alberto Salto, visitando el proyecto Ganadería Prado Alegre. Cedida

Actualmente, la ganadería vende sus animales a la empresa de Salto, esta preparan las piezas y las vende en su carnicería de San Fernando de Henares y en su plataforma online. "Ahora mismo, la demanda supera un poco la oferta que tenemos", comenta Irene, pero considera que ese "esperar" por el producto puede ser positivo al poner en valor todo el proceso que hay detrás.

"No nos queremos convertir en una gran industria cárnica. Nosotros buscamos el trabajo artesanal, conseguir carne de la mejor calidad, y esto sabemos que va reñido con el volumen. Para nosotros, lo importante es la calidad y no el volumen", resume.

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