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Miles de personas exigen parar el macroproyecto del Puertito de Adeje y una moratoria turística en Canarias

Tras recoger 31.000 firmas para parar el proyecto macroproyecto urbanístico del Puertito de Adeje, más de 2.000 personas han salido a las calles en la isla en una manifestación que reaviva el ambiente de las movilizaciones contra el Puerto de Granadilla o las prospecciones petrolíferas.

Una mujer sostiene una pancarta en la manifestación ecologista de Tenerife de este sábado
Una mujer sostiene una pancarta en la manifestación ecologista de Tenerife de este sábado. Andrea Domínguez Torres

Un hombre cubierto de cadenas carga un bloque. Se llama Richard Quintero, es canario y viste con una camiseta blanca de botones, el uniforme típico de los camareros que trabajan para el turismo en Canarias. También lleva una bandeja negra con una cerveza gallega encima. "¿Para esto nos quieren no? Solo para servir copas, pues aquí estamos", critica al comienzo de la manifestación.

La convocatoria se celebró este sábado en Santa Cruz de Tenerife para exigir la paralización de los grandes proyectos urbanísticos en la isla y pedir la protección de la biodiversidad. La delegación del Gobierno de España en Canarias cifra en 2.000 las personas que asistieron, pero los organizadores hablan de entre 3.000 y 10.000 manifestantes.

Solo la construcción del Puerto de Granadilla o las prospecciones petrolíferas en las costas canarias movilizaron a tanta población para proteger el medioambiente. Ahora ya no es un solo proyecto lo que se pretende parar, sino conseguir un cambio de rumbo en el futuro de Tenerife y de las Islas Canarias.

La última noticia que hizo saltar las alarmas ocurrió hace un mes con el Puertito de Adeje. Allí la construcción de un macroproyecto urbanístico de lujo pretende acabar con una de las últimas zonas sin masificar de la isla. Cuna del Alma, rebautizada por la población como Tumba del Alma, se proyecta en un pueblo pesquero y pretende cambiar el entorno de un barranco canario por unas villas de lujo. Pero este no es el único proyecto en marcha, el Cabildo de Tenerife ha anunciado su intención de construir un Circuito del Motor de Fórmula 1.

"No es un disfraz, es una realidad, nuestros hijos, estudian, van a la universidad y, al terminar, ser camareros es lo que les queda", añade Richard. La crítica no es hacia la profesión como tal sino a la dependencia del Archipiélago hacia el sector turístico. El turismo es el principal motor económico de las Islas. Este sector copó el 21% del Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias en 2021, antes de la pandemia alcanzaba el 33%. Sin embargo, la brecha social canaria no ha parado de expandirse.

En el mismo año 2021, las tasas de exclusión social golpearon a una de cada tres personas. Esto quiere decir que en torno a 630.000 residentes se encuentran en exclusión, de forma severa o moderada, según un estudio encargado por Cáritas.

Del activismo en redes sociales a llenar las calles

Esta nueva ola ecologista contra la masificación y el cemento en las islas surgió en las redes sociales. En ellas un grupo de jóvenes concienciados con el medioambiente empezó a divulgar sobre el valor de la biodiversidad en las islas.

Primero, consiguieron frenar un macropuerto en una Zona de Especial Conservación (ZEC) en Tenerife, conocido como El Puerto de Fonsalía. Después, evitaron una iniciativa para hacer turísticos los charcos que bañan las costas canarias y que son seña de identidad de la población local. Ahora, convocaron esta manifestación tras conseguir la paralización temporal de Cuna del Alma y recabar 31.000 firmas para su paralización definitiva.

"Traspasar la pantalla para estar aquí y ver a toda esta gente da más ganas de seguir luchando", cuenta Adrián Flores, ambientólogo especializado en biodiversidad terrestre y conservación en islas y uno de los que comenzó a movilizarse a través de las redes. "No somos cuatro locos como nos han dicho en alguna ocasión", apunta. En esta concentración han estado representados todos los colectivos ecologistas de la isla, que se han unificado para sostener el lema: Salvar Tenerife.

Con esta movilización se persigue el rumbo que tomaron las Islas Baleares en febrero de este mismo año: una moratoria turística. De esta manera, la ciudadanía canaria pide una paralización temporal del crecimiento urbanístico en la construcción de hoteles o alojamientos turísticos. Además, la adecuación de los sistemas de vertidos de aguas, así como la conservación de las especies marinas y terrestres de flora y fauna.

Una pancarta con el mensaje 'Turista, vete a casa' en la manifestación ecologista de Santa Cruz
Una pancarta con el mensaje "Turistas, idos a casa" en la manifestación ecologista de Santa Cruz. Andrea Domínguez Torres

"Estos proyectos siempre son iguales. Inversores con un gran poder adquisitivo quitan territorio a los canarios, no dejan ningún beneficio en la zona y arrasan con nuestra naturaleza y biodiversidad que es lo que realmente nos hace únicos", explica el ambientólogo.

"Esta es la isla domesticada", así describe Atlán a Tenerife. Este joven se dedica desde hace un año a recorrer Canarias mientras limpia las costas de las islas. Por el momento, ha pasado por los litorales de La Palma, La Gomera, El Hierro y Tenerife. Al principio organizó un viaje de seis meses, pero la cantidad de basura que ha encontrado en las playas le ha obligado a extender su viaje.

"No es un hotel o una carretera más, sino un paso más hacia el abismo", defiende Atteneri Rivero, bióloga botánica y voluntaria de la Asociación Tinerfeña Amigos de la Naturaleza (ATAN). "Hoy estamos miles de personas en la calle y saldremos las veces que haga falta", añade. Junto a ella, está Pedro Hernández, de la Asociación Ecologista El Guincho, que viene desde Gran Canaria para sumarse a las voces críticas contra las instituciones canarias. "La historia se decide en la calle. Esto es un extraordinario ejemplo", reflexiona el grancanario.

Entre sonidos de silbatos, se cuela una melodía del folclore típico canario y comienzan a ondear las banderas tricolores del Archipiélago. Para concluir la manifestación, las asociaciones ecologistas implicadas lanzan un mensaje con la voz del pintor canario César Manrique, una figura clave contra el crecimiento urbanístico descontrolado en las Islas: "Es necesario de una manera urgente que las autoridades se conciencien y vean lo que puede significar Canarias en un futuro, que ya no es futuro sino es presente".

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