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Las plazas se vacían: los toros pierden 850.000 espectadores en ocho años

El Ministerio de Cultura constata cómo los espectáculos taurinos se reducen un 16% en cuatro años y pierden casi la quinta parte de su público en menos de una década mientras, paradójicamente, crece el número de profesionales.

La brutalidad de algunos festejos taurinos genera un creciente rechazo a su celebración. / JIM MCLAREN

Los toros están de capa caída, con independencia de que se convirtieran en uno de los ejes del debate en la campaña de las elecciones autonómicas de Andalucía tras la propuesta de Pablo Iglesias de celebrar un referéndum sobre su abolición ante el creciente rechazo social que genera la brutalidad de algunas de sus variantes: han perdido casi la quinta parte del público en tan solo ocho años mientras en solo cuatro el número de festejos se reducía en casi una sexta parte.

Son algunos de los datos que ofrece el último Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura, que da fe del decaimiento de los festejos taurinos.

Estos se han reducido en casi una sexta parte (un 16,4%) en tan solo cuatro años, en los que han pasado de 1.858 a 1.553, con descensos en todas las especialidades: las corridas de toros pasaron de 428 a 387 entre 2013 y 2017 (-9,6%), mientras el número de rejones, novilladas y festivales varios se desplomaba un 16,5% (de 1.214 a 1.014) y las becerradas caían casi un 28% (de 373 a 269).

Ese desplome del número de festejos taurinos, en el que resulta clave el aumento de los costes por las mayores exigencias de seguridad y servicios de emergencia por parte de las administraciones, que ha resultado disuasorio en el caso de los pequeños municipios, ha corrido paralelo a una caída todavía más acusada del número de espectadores que asisten a ellos, que en solo ocho años se ha reducido en más de 850.000 personas: prácticamente una quinta parte menos entre 2007 y 2015, según la misma fuente.

Cae la asistencia a las plazas

En 2014 y 2015 acudieron a las plazas de toros un total de 3,62 millones de espectadores. Son 860.000 menos de los que el anuario estima para el periodo 2007-2008, en el que indica que la asistencia alcanzó al 9,8% de los habitantes del país (4,55 millones sobre un censo de 44,78 millones) y casi 300.000 menos de los que calcula para el bienio 2010-2011, en el que indica que asistió a ese tipo de festejos un 8,5% de la población (3,96 millones).

Buena parte de esos 3,62 millones de personas asistieron a más de un tipo de festejo taurino, ya que la entrada en las plazas para ver corridas, novilladas o rejoneos se cifra en 2.701.000 personas mientras el apartado de “otro tipo de espectáculo” alcanza los 2.230.000.

En cualquier caso, las retransmisiones televisivas de festejos taurinos se imponen con claridad en audiencia a las plazas de toros. Las pantallas llegaron a concentrar a 6,77 millones de espectadores en el periodo 2014-2015, mientras otro medio millón veía los toros a través de Internet.

Más profesionales en el sector

El descenso del aforo de las plazas de toros, por otra parte, no parece directamente relacionado con el precio de las entradas, ya que algo más de la cuarta parte de los asistentes entró en ellas gratis (562.000) o con descuentos (136.000) mientras algo más de la décima parte (287.000) disfrutaba de las rebajas que proporcionan los abonos de temporada. Algo más de 1,6 millones de espectadores (60%) pago la entrada a “precio normal”.

Esa tendencia descendente del número de convocatorias y del volumen de asistentes, al que se le suma la ligera reducción del número de empresas ganaderas que crían toros de lidia, que pasaron de 1.341 a 1.329 en los últimos cuatro años, choca con otros dos datos del sector: aumenta el número de profesionales inscritos en los registros oficiales y crece la cifra de escuelas taurinas, que entre 2013 y 2017 pasaron de 43 a 58. Las tendencias parecen, al menos a primera vista, contradictorias.

Casi tres cuartas partes de estos centros se concentran en Andalucía (26), Castilla-La Mancha (11) y Madrid (6), mientras carecen de ellas siete comunidades: Asturias, Balears, Canarias, Galicia, Navarra, Euskadi y La Rioja.

El número de profesionales del toreo ha aumentado de una manera notable en los últimos cuatro años, al pasar de 9.784 a 10.959 (+12%). No obstante, y aunque se dan incrementos en todas las especialidades, el grueso del crecimiento se concentra en los mozos de espadas, que aglutinan más de la mitad de las incorporaciones al sector (627 de 1.175), además de entre los novilleros (303) y los banderilleros (126).

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