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Quimio a más de 30 grados y esperas de 24 horas en urgencias, el verano en la sanidad pública de Málaga

Pacientes y sindicatos denuncian las carencias de los hospitales de la capital de la Costa del Sol por falta de personal y recorte de gastos cuando la población se multiplica en los meses estivales.

Vista de la entrada de urgencias del Hospital Civil de Málaga.
Vista de la entrada de urgencias del Hospital Civil de Málaga. Jorge Zapata / EFE

Pacientes que reciben quimioterapia empapados en sudor porque no funciona el aire acondicionado en un verano con varias olas de calor, esperas de hasta más de 24 horas en urgencias para ser atendido y profesionales desbordados por falta de personal en varios departamentos.

Así transcurre el estío en los hospitales públicos de Málaga, provincia que multiplica su población en estos meses, aunque la Junta de Andalucía asegura que se ha reforzado la atención y no hay deficiencias en el servicio.

Pacientes y sindicatos han denunciado desde el pasado mes de julio un rosario de carencias en la atención que se presta en los hospitales públicos de Málaga, la cuarta provincia de España con mayor porcentaje de habitantes con seguro médico privado y la primera de Andalucía, donde el índice de privatización de la sanidad ha crecido notablemente en los últimos cinco años. Tal es el avance que el número de médicos y camas hospitalarias casi se han igualado entre la sanidad pública y privada malagueña.

María es la mujer de un enfermo de cáncer de pulmón de 65 años que ha vivido en su propia carne las deficiencias del sistema público sanitario en la capital de la Costa del Sol, uno de los principales destinos turísticos del país durante el verano.

El hombre ha tenido que recibir sesiones de quimioterapia en una sala del área de oncología del Hospital Clínico como si estuviera en una sauna, porque el aire acondicionado no funcionaba cuando el termómetro superaba con creces los 30 grados y el calor apretaba de lo lindo. El esparadrapo que le tapaba la vía se despegó de tanto que sudaba y llegó a inflamársele la mano.

"Los radiólogos también están con el abanico para refrescarse un poco. Luego hay otras salas donde sí funciona el aire acondicionado, y te dicen que te vayas allí para estar mejor, aunque esas salas estén para otras pruebas médicas. Y ahí en cambio te tienes que poner una rebequita, de lo fuerte que está puesto el aire", cuenta a Público María, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a que sus palabras puedan causarle problemas al tratamiento de su marido.

Pero el calor no ha sido el único inconveniente que ha tenido que sufrir este paciente oncológico. Según su mujer, las máquinas de radioterapia están estropeadas "un día sí y otro no".

Ella asegura que desde el miércoles de la semana pasada hasta el lunes ninguna de las dos funcionaba y durante todos esos días los enfermos no pudieron recibir su tratamiento. "No puedo entender que ocurra eso", dice María, "cuando se trata de unas máquinas tan importantes para enfermos de toda la provincia que vienen a este hospital, que no tengan un servicio técnico para arreglar el problema rápidamente".

Este pasado miércoles, las dos máquinas de tomoterapia para pacientes oncológicos estaban averiadas, según el secretario de Sanidad de Comisiones Obreras (CCOO) de Málaga, Juan Carlos Navas, aunque se preveía que iban a repararlas antes de que acabara esta semana.

Ese mismo día, la Consejería de Salud de la Junta, gobernada por el PP, aseguró a este periódico, sin embargo, que la avería de las máquinas se había producido días atrás y que ya estaban funcionando con normalidad.

CCOO también ha denunciado los fallos de refrigeración que se han producido este verano en el Hospital Clínico, hasta el punto de advertir de un riesgo de golpe de calor en la cocina del centro por temperaturas elevadas, motivo por el cual decidió llevar el asunto a la Inspección de Trabajo por incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

"La temperatura en la cocina era de más de 32 grados centígrados con una humedad relativa superior al 44%"

"La temperatura en la cocina era de más de 32 grados centígrados con una humedad relativa superior al 44%. Y la temperatura sube fácilmente a más de 40 grados cuando funcionan las planchas, el baño maría….", informó el sindicato.

Respecto a estos fallos de refrigeración del centro, la Junta asegura que el Hospital Clínico Universitario "se encuentra inmerso en la incorporación de nuevos equipos de climatización y ventilación" para mejorar las condiciones de confortabilidad y habitabilidad de las estancias del centro, que estará en marcha "en breve", aunque no precisa fechas.

Esperas de más de 24 horas en urgencias

Las largas esperas en las urgencias de los hospitales públicos malagueños también están siendo motivo de protestas de pacientes y sindicatos durante estos meses.

Un veraneante de Bilbao, aquejado de un absceso amigdalino, denunció, en declaraciones a la cadena Ser, que el 30 de julio tuvo que pasar 24 horas sentado en una silla de urgencias del Hospital Regional hasta que le pasaron al área de observación, porque no había camas disponibles: "lo que yo vi en ese tiempo que pasé en esas sillas en urgencias" dijo "me horrorizó. Enfermos de 90 años pasando horas en una silla sin poder ser ingresados. El personal, que es muy profesional y fantástico, me decía que habían cerrado 300 camas".

Un paciente tuvo que llamar a la Policía Nacional para que le atendieran, después de 27 horas de espera

Otro paciente aseguró a la misma cadena de radio que ese último fin de semana de julio tuvo que llamar a la Policía Nacional para que le atendieran, después de 27 horas sentado sin que le viera un médico en las urgencias del Regional.

La Junta, asegura, en cambio, que la dirección del hospital no tiene constancia de ninguna denuncia policial y alega que al paciente se le asistió "en los tiempos adecuados" y que, en general, "se dio respuesta" a la mayor afluencia de pacientes que se registró esos días.

María también ha sufrido el estado de las urgencias de los hospitales malagueños durante el verano, en su caso las del Clínico. Ocurrió el pasado domingo, a causa de una infección de orina que sufrió su marido. Llegó con fiebre a las cinco de la tarde y hasta las nueve de la noche no fue atendido, pese a tratarse de un enfermo de cáncer.

"Me tuve que poner a gritar, a protestar para que le atendieran. Les dije veinte veces que mi marido era un paciente oncológico, que es inmunodepresivo y no puede estar con tanta gente como había en ese momento esperando en urgencias. Pero nada".

Desesperada, María tuvo que ir a buscar a su consulta a un médico del servicio para que miraran a su marido, para que le pusieran al menos una vía para inyectarle suero y no se deshidratara. Y media hora después, ya le dieron el alta, sin haberle detectado la covid que luego comprobó que tenía.

Pero el problema, según ella, no es de los profesionales, que prestan una atención muy buena y se preocupan por los pacientes – recalca-, sino de la falta de personal que padecen en verano los hospitales malagueños. "A mí me llaman todos los días de oncología preguntando cómo está mi marido", subraya.

En la misma puerta de entrada al área de oncología el sindicato de Enfermería SATSE ha tenido que poner un cartel en el que advierte a los familiares de los pacientes ingresados de que "no se puede garantizar una asistencia adecuada", debido a "la falta de enfermeras de forma habitual".

"El máximo responsable de este hospital, así como el SAS son conocedores de esta situación y no han hecho nada por solucionarlo"

"El máximo responsable de este hospital, así como el Servicio Andaluz de Salud (SAS) son conocedores de esta situación y no han hecho nada por solucionarlo", añade la organización sindical.

Ese no es el único cartel que ha puesto SATSE en los hospitales de Málaga y avisa que los seguirá colocando en todos aquellos servicios que lo requieran, no para crear alarma, sino para informar a pacientes y familiares de la situación en la que se encuentra la atención sanitaria por la falta de personal.

La situación es "muy grave", dice SATSE

El delegado del Sindicato de Enfermería en el Hospital Regional, Ignacio Anguita, califica la situación como "muy grave", por la sobrecarga de trabajo que deben soportar unos profesionales que "no dan abasto" para atender con menos personal a tanta población en los meses de verano.

"Desde hace bastantes meses, el SAS tiene cerrado el grifo de las sustituciones de larga duración y de las de personal con reducción de jornada. Así que en este hospital tenemos alrededor de 130 bajas sin sustituir y otros cerca de 300 de reducciones de jornada, lo que hace que tengamos un déficit de entre 250 y 300 enfermeros", calcula este responsable sindical.

El problema, según Anguita, viene de lejos, porque no se ha incrementado desde 2008 el personal de enfermería del hospital, que cuenta con unos 2.000 profesionales, de los cuales más de un tercio son contratados de forma temporal, a expensas de sucesivas renovaciones.

No se ha incrementado desde 2008 el personal de enfermería del Hospital Regional

Por eso, afirma, se han tenido que cerrar más camas que nunca en verano, más de 200, porque no hay personal de enfermería suficiente para atender la demanda de estos meses.

"Estamos peor que antes de la pandemia", asegura el delegado de SATSE. "Jamás había ocurrido que hubiera, por ejemplo, sólo dos enfermeros en el turno de mañana para toda la planta de cirugía digestiva, con 32 pacientes. Eso no da ni para hacer las curas. Es una aberración. Y en la UCI, cada enfermero está llevando dos o tres pacientes, cuando se recomienda que se ocupe únicamente de uno".

Y el cierre de camas aumenta, a su vez, el riesgo de colapso en las urgencias del hospital en un verano en el cual se ha notado un incremento del número de pacientes que acaban ingresados por sus dolencias, en muchos casos patologías respiratorias, según Ignacio Anguita.

La UGT ya denunció a principios de julio que el cierre de 141 camas en el Hospital Regional estaba provocando largas esperas de pacientes en el servicio de urgencias para ser ingresados. 

"El aumento de la población flotante es una característica propia de Málaga en estas fechas" advirtió entonces este sindicato, "El SAS sigue con su política de castigo hacia el Hospital Regional y sus pacientes, extremo que, al parecer, no se sufrió lo bastante durante la pandemia, que ahora en su plan vacacional lo que hace es reducir drásticamente la contratación y cerrar camas en nuestro hospital, ocasionando sobrecarga en los servicios que quedan abiertos".

CCOO denuncia "un recorte presupuestario drástico"

Juan Carlos Navas, de CCOO, asegura a este periódico que todo esto es consecuencia de "un recorte drástico" de los gastos en la sanidad pública malagueña.

"Han pegado un tijeretazo tremendo, y viendo que el sistema se está colapsando, no están reaccionando" denuncia CCOO

"Este recorte en época estival no había ocurrido desde hace muchísimos años. Han pegado un tijeretazo tremendo y lo peor es que, viendo que el sistema se está colapsando, no están reaccionando", añade.

La falta de personal, a juicio de Navas, se nota más en servicios como el de urgencias en una ciudad cuya población aumenta considerablemente en verano, más en una semana como ésta en la que celebra su Feria. 

En el Hospital Regional, de acuerdo con sus estimaciones, se llegan a atender hasta 600 pacientes al día, un número que puede provocar un colapso por la falta de personal, sobre todo en fines de semana, cuando al no darse altas en el hospital, tampoco se liberan camas.

Tal es la situación que cerca de un millar de profesionales del Regional han remitido un escrito a la gerencia del hospital, según CCOO, en la que le trasladan su "inmensa preocupación por la situación tan lamentable" en la que se encuentra el centro.

"Las circunstancias actuales nos han llevado a la paralización y quiebra de muchos servicios esenciales para la población"

"Las circunstancias actuales", afirman los firmantes, "nos han llevado a la paralización y quiebra de muchos servicios esenciales para la población, teniendo consecuencias imprevisibles porque afecta al bien más preciado de la ciudadanía que es la salud".

La Consejería de Salud niega, sin embargo, los problemas, el colapso en las urgencias y las carencias en los hospitales de Málaga que denuncian pacientes y sindicatos.

La Administración autonómica asegura que se han hecho 5.031 contrataciones en atención hospitalaria y otras 766 en la primaria para cubrir las vacaciones estivales del personal de esta provincia, y que sus centros disponen de 787 camas más de las que se utilizaron en el verano de 2022, hasta llegar a 2.445. Además, señala que la sanidad pública malagueña cuenta con 4.674 profesionales más que en 2018, último año de gobierno del PSOE en la Junta.

En medio de un verano tan polémico en la sanidad pública malagueña, se ha producido un llamativo cese en la dirección de Enfermería de su mayor hospital, el Regional, también conocido como Carlos Haya. Su responsable, Sandra Rojas, dejó el cargo a principios de agosto, al reincorporarse de sus vacaciones. 

Según el SAS, el cese se debe a motivos personales, es una dimisión, pero según el Sindicato de Enfermería SATSE se trata de una destitución que llega en el peor momento, cuando más necesidades y problemas hay en el servicio. Es más, aseguran que para ella fue una sorpresa absoluta, que para nada se lo esperaba.

"Jamás se ha visto cesar a un director de Enfermería cuando hay que gestionar con un mínimo de recursos, como ocurre en los meses de verano", dice Ignacio Anguita.

El Clínico y el Regional de Málaga son, precisamente, los dos hospitales de Andalucía con las mayores listas de espera de pacientes para consultas externas y de las más abultadas para intervenciones quirúrgicas, según los últimos datos publicados por la Junta ya hace más de un año, en junio de 2022. 

El primero registraba entonces 78.037 pacientes en lista de espera para consultas externas, 42.189 de ellos con una demora de más de 60 días, y el segundo, 67.916, de ellos 33.020 superando los dos meses de espera.

Mientras, la resolución de las carencias de la sanidad pública malagueña sigue a la espera de la construcción de un tercer hospital. La Junta de Andalucía ha previsto que, a finales de este año o principios del siguiente, comiencen las obras para levantar, en el plazo de un lustro, un nuevo centro en cuatro torres, con 810 habitaciones, 4 unidades de UCI y un hospital de día con 108 puestos.

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