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El salvoconducto a España del sudanés que sobrevivió a la tragedia de Melilla ya está en manos del embajador en Marruecos

Funcionarios de la Embajada española en Rabat entrevistaron esta semana al joven Basir, que pidió asilo por esta vía pionera tras ser devuelto ilegalmente a Marruecos el 24 de junio. La cita llegó días después de que el Congreso reprobara a Marlaska y pidiera al Gobierno que atendiera su solicitud.

Basir, el joven sudanés (en la imagen de espaldas), que pidió asilo hace casi tres meses en la Embajada de España en Rabat, junto a su abogado Arsenio Cores (c), y la delegada de la Agencia EFE en Marruecos María Traspederne (d), durante la entrevista con
Basir, el joven sudanés (en la imagen de espaldas), que pidió asilo hace casi tres meses en la Embajada de España en Rabat, junto a su abogado Arsenio Cores (c), y la delegada de la Agencia EFE en Marruecos María Traspederne (d), durante la entrevista con EFE este lunes. Mohamed Siali / EFE

Casi tres meses después de presentar su solicitud de asilo, la Embajada española en Rabat (Marruecos) ha recibido a Basir (nombre ficticio por seguridad), el joven sudanés que sobrevivió a la tragedia en Melilla del 24 de junio. Fue devuelto a Marruecos junto a casi 500 refugiados como él, pero pidió asilo en la sede diplomática el pasado diciembre como último recurso para encontrar protección en Europa.

La entrevista duró unas dos horas y la realizó personal funcionario, aunque no el embajador, Ricardo Díez-Hochleitner, que es quien debe tomar la decisión final sobre si permite a Basir viajar a España.

Solo en ese caso quedaría en manos de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) el estudio del caso y la decisión de otorgarle el estatuto de refugiado o la protección subsidiaria, las dos modalidades de asilo que recoge la ley para personas que huyen de conflictos o de persecución que ponga en riesgo su integridad. Ese es el caso de Basir, según el relato que entregó en la Embajada hace casi tres meses.

El lunes regresó a la sede diplomática, acompañado por Arsenio G. Cores, abogado de Demos, Estudio Legal de Derechos Humanos y representante legal del joven sudanés. Junto a su compañera, Adilia de las Mercedes, decidieron hacerse cargo de forma gratuita del caso de Basir.

El objetivo también pasa por poner a prueba el sistema de asilo español y las palabras del ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, que siempre ha defendido que las personas subsaharianas tienen otras vías para ejercer su derecho a solicitar protección internacional en España sin recurrir al peligroso cruce irregular en patera o saltando las vallas de Ceuta y Melilla.

Cita tras la reprobación de Marlaska

El letrado destacada que, tras dos meses de silencio administrativo, recibieron la cita para realizar la entrevista pocos días después de que el Congreso de los Diputados reprobara a Marlaska por su gestión de la tragedia. En la moción, presentada por el PP, también se pedía expresamente al Gobierno que trajera a España a Basir. Su caso fue mencionado y apoyado por la gran mayoría de los grupos parlamentarios, incluso entre algunos que votaron en contra de reprobar al ministro. Para Cores, este consenso político se basa en el "riesgo extremo que corren su integridad y su vida".

"La bola está ahora en el tejado del ministro Albares", afirma el abogado de Basir

El artículo 38 de la Ley de Asilo establece la posibilidad de pedir protección en embajadas y consulados españoles, aunque su reglamento nunca ha sido desarrollado y apenas se ha aplicado salvo en contadas ocasiones y sin apenas publicidad.

La Fiscalía, en el escrito con el que archivó sin consecuencias su investigación sobre las muertes del pasado 24 de junio en la frontera de Melilla, pedía expresamente que se desarrollara este artículo y se facilitara esta vía. El Defensor del Pueblo también lo ha solicitado en varias ocasiones. Basir va a obligar a que, como mínimo, se debata y a que el Gobierno decida si cumple o no lo que dicta la ley.

Pero más allá del embajador, "la bola está ahora en el tejado del ministro Albares", titular de Exteriores, apunta Cores. Porque este movimiento puede generar tensiones internas y hacer que cientos de personas migrantes sigan esta vía para lograr la protección internacional que ahora le niegan las vallas. El Ministerio no ha aclarado por el momento su postura sobre la situación de Basir.

No hay un plazo definido para que el embajador resuelva, pero esta entrevista ha llegado antes de que su solicitud cumpla los tres meses en los que, si no hay respuesta, pueda considerarse rechazada por silencio administrativo. El letrado de Basir recuerda que el Derecho Internacional y el español "obligan a que se haga un tratamiento diferenciado y urgente para las solicitudes de asilo de personas víctimas de tortura".

Basir lleva años en un periplo migratorio en el que ha recorrido cinco países africanos. Huyó de su región en Sudán, Kordofán del Sur, después de resultar herido de gravedad a causa del conflicto armado que acabó con la vida de su padre y de su hermano. Se refugió en otra región con unos familiares que también le acabaron agrediendo y persiguiendo por ser cristiano y no querer convertirse al islám. Después pasó por Egipto, Libia, Argelia y Marruecos, y en todos los lugares ha sufrido malos tratos, agresiones o tortura.

"Esperamos que el ministerio a su cargo actúe con celeridad y garantizando los derechos de Basir como refugiados y como superviviente de tortura que continúa cada día en un entorno torturante", insiste Core.

Su caso también ha tenido repercusión a nivel europeo. El eurodiputado de Anticapitalistas, Miguel Urbán, ha impulsado una carta a Marlaska y Albares en la que varios colegas de los grupos de la Izquierda Europea, los Verdes y Alianza de Socialistas y Demócratas les exigen  que "resuelvan positivamente y con la mayor celeridad" su petición de asilo, después de que fuera "devuelto ilegalmente" a Marruecos cuando ya estaba en suelo de Melilla.

El perfil de Basir es claramente merecedor de protección internacional. De hecho, la tasa de reconocimiento de asilo para las personas que proceden de Sudán está en el entorno del 90%. Los más de cien compañeros de Basir que lograron cruzar a Melilla el pasado junio y no fueron devueltos pidieron protección internacional en Melilla y todas sus solicitudes fueron, al menos, admitidas a trámite. El camino que la ley traza para Basir está meridianamente claro. La decisión del Gobierno sigue siendo una incógnita de momento.

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