La Universidade da Coruña ha suspendido las jornadas sobre trabajo sexual que iban a celebrarse la próxima semana –los días 19 y 20 de septiembre– después del aluvión de críticas de colectivos feministas y de otros ámbitos, que consideraban que este evento suponía en realidad una promoción de la prostitución. 

En un comunicado oficial, la Universidad da Coruña afirma que no se reúnen las condiciones necesarias para celebrar estas jornadas. "El fuerte rechazo, el acoso y la crueldad que estamos experimentando sobre este tema en las redes sociales, la información errónea que distorsiona la realidad y los comentarios recibidos nos hacen predecir la imposibilidad de garantizar la seguridad del debate o su calidad académica", se puede leer en el comunicado. 

Tras rechazar "cualquier tipo de discriminación y explotación de la mujer" y de reiterar que comparten los objetivos del Pacto contra la Violencia de Género, los responsables de la Universidade da Coruña se justifican y explican las razones que les llevaron a programar esas jornadas: "Creemos que la Universidad debe ser un ámbito de libertad para contrastar distintos puntos de vista, se compartan o no". "Todos los debates deben tener cabida en la Universidad", prosigue el comunicado, "y esa es la única razón", añade el comunicado, "por la que, conjuntamente con la Facultad de Sociología, tal y como explicamos en el Comunicado de 6 de septiembre, decidimos mantener la celebración de las Jornadas de Trabajo Sexual". 

El comunicado de la Universidade da Coruña concluye con un deseo: "Esperamos que en el futuro este y cualquier otro tema puedan discutirse con el respeto que merece una institución de educación superior". Y añade: "Este debate no es exclusivo de la universidad sino de la sociedad y debe tener un foro abierto para abordar el problema que ahora falta". 

Antes de que se conociera la decisión de cancelar el encuentro, un grupo de profesoras, catedráticas e investigadoras lanzó un manifiesto titulado Por el derecho a debatir en la Universidad en todas partes en el que se criticaba la decisión de cancelar el evento por suponer un riesgo para la libertad de expresión y se defendía que este tipo de actos deben celebrarse en las facultades universitarias porque son un "espacio abierto".