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Vacunas contra la covid Dos alcaldes de Alacant se vacunan contra la covid porque aseguran que "sobraban dosis" en su centro

La oposición en El Verger cree que ha habido un "abuso del cargo" ya que ambos primeros ediles la han recibido antes que otros grupos de riesgo.

Vacuna Pfizer
Vacuna de BioNTech y Pfizer contra el coronavirus. Archivo / EFE

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Los alcaldes socialistas de los pequeños pueblos alicantinos de El Verger, Ximo Coll, y Els Poblets, Carolina Vives, que además son pareja, se han vacunado contra la covid-19 pese a no formar parte de los grupos de riesgo debido a que sobraban varias dosis que habían sido enviadas al centro de salud local.

Según ha confirmado Coll a Europa Press, recibieron una llamada el pasado viernes del centro de salud para suministrársela debido a que "sobraban dosis" y prefieron vacunarse antes de que se "tiraran a la basura".

Las vacunaciones de los altos cargos municipales levanta ampollas y desde el departamento de salud afirman que investigarán lo sucedido.

La oposición en El Verger cree que ha habido un "abuso del cargo" ya que ambos primeros ediles la han recibido antes que otros grupos de riesgo mientras que desde la agrupación provincial socialista descartan "mala fe".

El alcalde ha asegurado que él "no ha pedido nada" y sostiene que fue la "mejor opción" para "no tirar las dosis" de la vacuna que le habían dicho sobraban. Asimismo, Coll ha declarado que no se siente un "privilegiado" porque "hay vacuna para todos" y ha justificado la decisión, dado que está al frente de numerosas Concejalías, entre ellas la de los Mayores, lo que significa que tiene "contacto directo y diario con mucha gente".

"Me llamaron del consultorio y me explicaron que había sanitarios que no deseaban o no podían recibir la vacuna, por lo que nos llamaron a nosotros y allí acudimos con la Policía Local y la Guardia Civil", ha detallado Coll. El alcalde de El Verger ha confirmado que el Jefe de la Policía Local del pequeño municipio también recibió la vacuna.

"Llevo meses yendo a casas de gente de riesgo que no puede salir a la calle, trabajando en el Ayuntamiento y en contacto directo con muchas personas; sobraban siete dosis, no las vamos a tirar a la basura", ha recalcado el alcalde.

Igualmente, ha tachado de una "maniobra malévola" por parte de la oposición que intente polemizar con dicha situación. "Insisto en que no soy un privilegiado, en este pueblo de 4.600 habitantes nadie se va a quedar sin vacunar", ha sostenido.

Críticas de la oposición

Los hechos han generado polémica en las localidades de la Marina Alta –ambas son colindantes– y donde la oposición criticado la acción. Por su parte, el PSPV, al que pertenecen ambos primeros ediles, reconoce que la situación "podría haberse evitado" pero destaca que "no ha habido mala fe".

El portavoz de Compromís en El Verger, Basili Salort, ha explicado que conocieron esta vacunación en la Junta de Portavoces, a través del propio alcalde, y sostiene que ha habido "un abuso del cargo" por parte de Ximo Coll y Carolina Vives.

"Han pasado por encima de los grupos de vacunación establecidos, todo por interés propio; sus argumentos no son válidos y nos parece un abuso del cargo y estudiamos pedir la dimisión", ha declarado.

Por su parte, la portavoz del Partido Popular en la misma localidad, Adela Moncho, ha reconocido que después de que circulara un rumor "muy fuerte" por el pueblo al respecto, el alcalde lo confirmó en la Junta de Portavoces a preguntas de los populares.

"Es un escándalo y asqueroso cuando aún hay gente esperando para recibir la vacuna, me parece que esto es ya sálvense quien pueda", ha añadido Moncho.

Por último, el PSPV considera que "no ha habido mala fe" en lo ocurrido pero sí reconoce que "se podría haber evitado todo el revuelo". "Tenemos que ser responsables y dar una imagen, se hubiera podido evitar toda esta repercusión, aunque insistimos en que no hay mala fe, pero entendemos que haya gente molesta", han indicado fuentes de la agrupación provincial a Europa Press.

Los sanitarios se la juegan

Estos hechos no solo implican una ofensa para los pacientes de riesgo, sino que es una responsabilidad de los sanitarios que administran las vacunas, que corren el riesgo de ser expeditados y suspendidos como ocurrió este miércoles en Catalunya.

Así, tres trabajadores del Institut Català de la Salut (ICS) fueron expedientados y suspendidos de empleo por ofrecer vacunar contra la covid a familiares directos durante una campaña de vacunación en un centro para personas con discapacidad. 

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