El problema que sufren los periodistas por criticar a Vox: "Nazis en la puerta de mi casa esperando para romperme la cara"

Publicado el 18 de marzo del 2022

Por desgracia, no es novedad que periodistas denuncien el acoso de los seguidores de Vox por mostrarse críticos con el partido de ultraderecha. El último en contar su experiencia fue Javier Ruiz.

El periodista contó que cada vez que es "mínimamente crítico con Vox" se ha encontrado con oleadas de insultos y amenazas. Incluso ha denunciado que desde algunos programas han hecho pública su dirección y que, como consecuencia de esto, ha llegado a encontrarse "a dos simpáticos jóvenes nazis en la puerta de mi casa esperando para romperme la cara".

Ruiz cuenta que ha recibido mensajes como: "Cuneta Javier, vigila donde te tomas el café que quizá alguien te da el sustito". O una persona con la bandera franquista en su perfil que le dice que "a Javier Ruiz hay que colgarlo de un pino".

No es la primera vez que algo así ocurre a profesionales de la comunicación. Es preocupantemente común que los periodistas más críticos con la ultraderecha reciban cientos de comentarios de odio a diario. En muchos casos incentivados desde el propio Vox y con la participación directa de miembros de Vox.

Relacionada: "Arriba los LGBTQA y abajo el fascismo, como debe ser": la curiosa imagen de la sede de Vox en València

Es un ejemplo el caso de Ricardo Rodrigo Amar, editor de El Jueves, que sufrió el señalamiento público desde la cuenta oficial de Vox y recibió una gran cantidad de mensajes de odio y amenazas. Todo porque a la ultraderecha no les gustaba lo que publicaban.

La relación de Vox con los periodistas que no les bailan el agua es complicada hasta el punto que han llegado a vetar medios de comunicación de sus actos, entre ellos, este humilde diario.

En 2019 el ensañamiento público con la prensa fue más que evidente, desde aquel montaje de El Señor de los Anillos "luchando" contra los medios que consideraban contrarios hasta el vídeo que proyectaron en Vistalegre señalando con nombres y apellidos a aquellos periodistas que no eran de su agrado.

La actitud de matón se comparte entre sus miembros y seguidores a través de la validación mutua, solo hay que pararse a mirar cualquier publicación en redes que tiene un mínimo de crítica hacia Vox y la cantidad de respuestas con insultos y amenazas.