El troleo de Jimmy Kimmel a Trump tras ganarle en popularidad: "Considerando que no soy un delincuente convicto, debería ser mayor"

Nada como el humor para resarcirse de un daño. Nada como una sonrisa para desmontar la ignominia de lo cotidiano. Nada como un buen chascarrillo para evidenciar la desvergüenza de un tirano. El presentador Jimmy Kimmel, cuyo despido exigió Donald Trump por un chiste sobre el movimiento MAGA, se ha tomado la mejor de las revanchas, una que no alza la voz ni requiere de aspavientos, pero que puede ser mucho más dañina.

Así, el presentador de la ABC echaba mano este martes de una reciente encuesta de popularidad elaborada por YouGov y The Economist –en la que Kimmel aventaja en 16 puntos a Trump tras ser despedido por las presiones ejercidas en su contra– para lanzar una considerable pulla al mandatario del color de los Cheetos. 

"Considerando que no soy un delincuente convicto, amigo de Jeffrey Epstein y que nunca he pagado a una estrella porno ni enviado a un equipo de matones enmascarados a un parque para separar a una anciana de sus nietos, creo que mi popularidad debería ser mayor", esgrimió el cómico para dar paso a la risotada generalizada.

Tomen nota, amigos. Cuando la cosa se ponga fea, cuando su superior arremeta con beligerancia o su casero tenga a bien subirle –una vez más– la mensualidad, no se deje llevar por la ira, no se enoje, no levante la voz ni se rebaje, esgrima una sonrisa y sírvase de la ironía: funciona siempre y es beneficioso para la salud.