Este viernes 10 de noviembre, tú, yo y el núcleo duro de los colaboradores del mítico programa de la Fábrica de la Tele tendremos una noche de amor frente a la pantalla. Belén Esteban, Terelu Campos, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Hernández y María Patiño se embarcan en un viaje a Miami para buscar un nuevo empleo después de que Mediaset cancelase en junio Sálvame y fuese sustituido en la parrilla por Así es la vida, un espacio presentado por Sandra Barneda y César Muñoz al que sigue TardeAR, el nuevo magacín de Ana Rosa.
«Creo que ninguno de los que estamos aquí hubiéramos ido con una expectativa de recolocarnos. Eso era huevo Kinder y el trabajo estaba dentro. La sorpresa que escondía era este maravilloso programa», confiesa Matamoros. Y es que el verdadero salvador del formato era Netflix.
A las 21.00 horas (hora peninsular) arranca ¡Sálvese quien pueda!, un road trip gamberro que eleva a sus ocho protagonistas a la categoría de icono pop. Todavía estás a tiempo de quedar con unos amigos y compartir el gazpacho, los clínex, cotilleos y su poquito de agua con misterio para brindar por el regreso de esta pandilla que no ha dejado a nadie indiferente a lo largo de los 14 años que duró su programa en emisión.
Chicos Netflix
«Os digo una cosa: Me siento orgullosa donde he estado y donde estoy ahora. Ya no soy chica Mediaset; pero no estoy en el paro, que quede bien claro. Ahora trabajo en mi Fábrica de la Tele, pero sobre todo soy chica Netflix», se reivindica Esteban.
La tertuliana de San Blas no oculta el varapalo que fue para todo el equipo ver como acababa su larga y exitosa carrera en Telecinco y sus fotos desaparecían de los pasillos. «Hemos estado dando la vida en un programa y hemos ganado dinero, pero más han ganado los otros», quiso aclarar en la presentación a los medios que tuvo lugar esta semana en el madrileño restaurante Habanera.
Hace solo una semana que se anunció la ruptura definitiva entre La Fábrica de la Tele y Mediaset, después de más de una década de proyectos conjuntos. Sin embargo, cuando este formato se grabó, el grupo audiovisual poseía el 30% de las acciones de esta productora y, por tanto, parte de los beneficios del docureality irán a parar a su antigua casa. «Cariño, si no te lo digo reviento: lo que va a ganar Mediaset este año es por Netflix, no por lo que hacen», ha sentenciado la princesa del pueblo.
Ahora toca volver a empezar y la perspectiva es alentadora. Antes de su estreno, ¡Sálvese quien pueda! ya ha arrasado con su teaser. El adelanto el más visto de Netfflix España hasta la fecha, superando los 10 millones de visualizaciones en Youtube. En otras redes sociales también se ha viralizado rápidamente: en Twitter sobrepasó los siete millones a finales de junio y el millón en TikTok e Instagram.
¿Qué es Miami, mami?
Tras un periodo de descanso, un viaje de placer y muchas horas en el estudio, Rigorberta Bandini lanzó a finales de mayo un nuevo tema, Miami Beach. Esta canción, que ella misma define como una «aventura» en sus historias de Instagram, se ha convertido en la banda sonora perfecta para los tres primeros episodios de este formato, que se desarrollan en dicha ciudad de Florida. «Voy a Miami Beach, busco dónde está el Ritz, pero no encuentro nada», rezan las líneas de Paula Ribó en este sueño americano.
Los colaboradores llegaron este verano a Estados Unidos en busca del suyo igual de desubicados. «Creemos que nuestro micro mundo es lo único que existe y cuando saltas, ves otras cosas diferentes a lo que conoces y te das cuenta de que hay tanto por hacer…», cuenta ilusionada Patiño.
La periodista reconoce haber llorado durante el rodaje más que Lozano y se define como la Bustamante de esta edición, pero asegura que el viaje ha sido catártico. «Miami es muy caro y para tener un nivel de vida medianamente cómodo tienes que trabajar el triple. Hemos conocido a compañeros que tienen que simultanear varios empleos para poder vivir«, relata.
Los guionistas les tenían preparado un periplo de infarto por programas de entretenimiento líderes de audiencia entre la población castellanohablante como el talk show Siéntese quien pueda. «Me llamó la atención la falta de espontaneidad. Allí se trabaja con una coreografía brutal. Todo se graba con pinganillo y cada uno sabe dónde está y de qué manera tiene que interactuar. Es un registro difícil, muy diferente al que teníamos aquí», destapa.
Este descubrimiento les ha servido para valorar aún más la etapa que dejan atrás como equipo. «No hemos encontrado algo parecido a lo que hacíamos nosotros, un espacio donde puedas soltar una bomba en directo y hacer saltar por los aires la escaleta», rememora Hernández. «Aún así, gozamos de mucha libertad de expresión», puntualiza Matamoros sin querer concretar, pero Esteban no está dispuesta a dejar nada en el aire: «Es tan fácil trabajar sin que te den una lista de personas de las que no puedes hablar…», dice con sorna.
Además de ajustar cuentas pendientes, La Patrona ha sacado pecho en un discurso que casi emula el mensaje navideño del rey emérito: «Para mí es un gran orgullo y una satisfacción que se estrene noviembre. El día ocho era el cumpleaños de mi padre y al día siguiente, el mío. Este año hago 50, parezco la de Sexo en Nueva York y con esto casi lo consigo. El diez salimos y once lo voy a disfrutar con toda la gente que quiero», ha anticipado.
No sabemos si entre los invitados estará alguno de los congregados a esta última merienda, pero lo cierto es que la experiencia ha servido para fortalecer alianzas. «Hay mucha gente a la que veíais mala y os vais a dar cuenta de que tienen un corazón», ha declarado Sandoval.
Pasado pisado
David Valldeperas no ocupó la mesa presidencial en este encuentro con los medios, pero se encontraba en la sala. Días antes, ya había expresado su opinión sobre la etapa que cierran en uno de los programas de la segunda temporada de Querido hater, el podcast de Malbert en Podimo. «Lo que nosotros hacíamos era un espectáculo y a veces se sufre. Mi tarea es dar lo mejor para que la gente se quede enganchada al sofá, se divierta y se olvide de todo. Y si para eso hay gente que tiene que llorar, pues se llora. Son profesionales», defendió.
Esteban se coloca de su lado. «Mis amigos son gente muy normal y ellos me dicen: ‘Tía, es que en vuestro programa hablabais de cosas que pasan en nuestras familias. Kiko Matamoros ha contado que ya está arreglado y muy feliz con sus hijos; yo he explicado cómo me llevo con el padre de mi hija… Todo lo que pasa que es verdad, solo que nosotros cobramos y otros no», resume.
El que fuera director de Sálvame no se ha achicado ante la catalogación de este contenido como telebasura. «La prensa rosa son historias humanas. Es la vida de personas más o menos interesantes. La televisión es súper democrática y uno tiene que consumir lo que le apetece. ¿Qué hay gente que la considera telebasura? Pues habrá más de 2 millones de personas a las que le guste consumirla. Sálvame lo veía todo el mundo a pesar de no reconocerlo«, apostilla en su conversación con el influencer catalán.
A lo largo del coloquio con la prensa, se repite varias veces entre los colaboradores la expresión «pasado pisado», en un guiño musical al tema de Comando Tiburón y Mach & Daddy, pero Esteban no quiere dar carpetazo sin despacharse a gusto: «Ahora que hemos cerrado el libro, me doy la vuelta y digo a todos los que se quejaron de Sálvame: ‘¡Va por ustedes, señores!. Ellos no se saltan los límites, cariño. Lo suyo es palabra de Dios«, ha ironizado.
Hasta luego, Mari Carmen
Después de poner Miami patas arriba, se sabe poco sobre el futuro inmediato de Belén, Terelu, los dos Kikos, Lydia, Chelo, Víctor y María. Solo se ha confirmado que en enero volverán con la segunda parte de estas aventuras en México. Allí serán recibidos por anfitriones que son estrellas televisivas en sus países y asistirán a las fiestas VIP donde podrá codearse con famosos internacionales.
«Me fascinó México. El nivel de programas es tal que sería muy difícil destacar», admite Patiño, que no descarta una incursión en el sector latinoamericano si surgiese la oportunidad. «Aquí ya he dejado atrás cualquier sentimiento de culpa», afirma. «Lo tuve cuando empecé en esta profesión y vivía sobre mis espaldas que otras personas me etiquetasen como alguien que grita. El que se quiera enfocar solo en eso y me atribuya un perfil transgresor está en su derecho. Hace muchos años que dejé de pedir perdón y a estas alturas, disfruto de cómo soy», alega la periodista.
Es precisamente ese derroche de autenticidad el que aupó al programa hasta picos históricos de audiencia en las tardes de la cadena y pasó a convertirse en un clásico irrenunciable, a pesar de haber nacido inicialmente para ocupar una pequeña franja de hora y media para rentabilizar los contenidos de Supervivientes 2009.
Sus tertulianos más veteranos han llenado horas de televisión con sus tramas internas, que han dejado una colección inagotable de memes en Twitter. «Y lo que queda por ver, porque esto no se acaba con la primera temporada», ha adelantado Esteban con el consecuente siseo de sus compañeros.
En Netflix, todo viene envuelto en secretismo y la continuidad de este formato no está confirmada; pero nadie puede evitar fantasear sobre cómo sería una nueva entrega y qué nuevos fichajes podrían incorporarse. El gran nombre no tarda en salir. «Jorge [Jorge Javier Vázquez] sigue siendo de Mediaset, no le han echado en ningún sitio», justifica la de San Blas para explicar la ausencia del presentador.
El silencio se extiende hasta la promoción. «¡No digáis nada!», se avisan unos a otros cuando les preguntan por una posible visita a El Hormiguero. Ahora solo queda esperar para ver si los números salen, pero todo parece indicar que más que un adiós, esta docuserie es un ‘¡Hasta luego, Mari Carmen!’ de sus protagonistas. «¡Hay mucho mundo por recorrer!», plantea Matamoros.