Al noroeste de la provincia de Zamora, se extiende una sierra de nombre prometedor y estampa imperturbable, como si el tiempo se hubiera ralentizado hasta liquidar la urgencia. Aquí el ritmo lo marcan el aullido del lobo, la berrea de los ciervos y el zumbido de las abejas. Recorriendo sus pueblos, el viajero siente que la paz es posible, que la armonía con la naturaleza es algo más que un frívolo eslogan. Visitamos la Sierra de la Culebra para descubrir uno de los tesoros naturales de la provincia de Zamora.
Sierra de la Culebra, tierra de lobos
Con una superficie aproximada de 70.000 hectáreas, la Sierra de la Culebra se extiende por las comarcas de Tábara, Carballeda, Aliste y Sanabria incluyendo municipios como Villardeciervos, Figueruela de Arriba o la propia Puebla de Sanabria. Actualmente está declarada como Reserva Regional de Caza, siendo incluida en el grupo Red Natura 2000 que agrupa diversas áreas naturales bajo el amparo de la Unión Europea.
Aunque suponemos que hubo un tiempo en el que las culebras abundaban por estas tierras zamoranas, lo cierto es que el habitante más famoso de la sierra no es otro que el lobo ibérico que desde hace décadas mantiene poblaciones estables al norte del Duero, una vez que su presencia por otras zonas de la península ibérica ha ido decreciendo.
La observación del lobo en libertad es uno de los grandes atractivos de la Sierra de la Culebra. Armados con equipos ópticos de larga distancia y situados en alguno de los muchos promontorios de este territorio, muchos viajeros se afanan en localizar alguna de estas manadas que campan a sus anchas por la sierra.
Pero si no tenemos tiempo o paciencia, el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León – Félix Rodríguez de la Fuente ofrece al visitante un más que interesante recorrido por la historia de esta subespecie ibérica que tanto estudió el naturalista y divulgador burgalés. Ubicado en Robledo de Sanabria, ocupa una superficie de 20 hectáreas ofreciendo una recreación del ambiente natural en el que se desarrolla el lobo ibérico. Además, los visitantes pueden observar a una pequeña población de lobo ibérico criada en cautividad y que se aloja en los terrenos del centro.
Pese a que el lobo es sin duda el emblema de la sierra, otros animales atraen las miradas (y los oídos) de los excursionistas. La berrea del ciervo es otro de los grandes atractivos de esta tierra. Aunque la de este año ya se nos ha pasado: deberemos esperar a los últimos días de septiembre del año que viene para volver a escuchar este espectáculo natural sin parangón.
Y otro de los habitantes más característicos de la zona es un poco menos ruidoso y salvaje, pero muy trabajador. Las abejas han abundado de este antiguo en la sierra donde se ha desarrollado una gran tradición apícola. El Centro de Interpretación de la Miel de Sagallos, a unos 20 kilómetros al este de Robledo de Sanabria, ofrece un dulce recorrido por la historia de la apicultura en este territorio, incluyendo talleres y actividades para los más pequeños.
Sierra de la Culebra: setas, playa y pueblos con encanto
Aunque la fauna de la Culebra es lo más famoso de esta sierra, el viajero también es tentado por otras actividades naturales que cada vez tienen más devotos. La recolección de setas es un curioso pasatiempo en el que, a menudo, lo de menos son las setas: se trata de disfrutar de la nostalgia otoñal recorriendo paisajes de colores vibrantes. La seta de pie azul, la chantarela o el boleto de pino son algunos de los ejemplares que podremos encontrar en la zona. Pero no te olvides de solicitar un permiso antes de meterte en faena.
Por supuesto, la Sierra de la Culebra también es un territorio con historia. Los castros y las corralas son testimonios etnográficos que nos acercan a las tradiciones de los antiguos pobladores de la sierra. En el municipio de Riofrío de Aliste podremos encontrar algunos de estas construcciones que tenían por objetivo, precisamente, proteger el ganado del lobo ibérico y otros depredadores.
A lo largo de esta ruta ya hemos ido conociendo algunos pueblos, pero ya va siendo hora de hacer parada y fonda. Villardeciervos es el lugar ideal para detenerse un rato en esta excursión y disfrutar de la arquitectura tradicional típica de la comarca de La Carballeda. Usando la sillería como aparejo, los cerramientos en maderas nobles y los tejados anaranjados, estas casas son un imán para el urbanita cansado del acero y cristal.
A una media hora al este de Villardeciervos continuamos nuestra ruta en Santa Cruz de los Cuérragos, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Zamora, hasta el punto de que se ha convertido en uno de los pioneros del turismo rural por estas tierras. A unos kilómetros al sur, está Riomanzanas. Conectado por sensuales senderos con Santa Cruz, este pueblo de la comarca de Aliste de tan solo 28 habitantes censados está muy cerca ya de la Trás-os-Montes portuguesa.
Precisamente partida en dos por la frontera y cerca del mencionado Centro de Interpretación del Lobo Ibérico, el viajero se encuentra con Rihonor de Castilla —que en su mitad portuguesa se conoce como Rio de Onor—, un pueblo único de magnífica arquitectura popular en piedra y madera, con algo más de 100 habitantes… y dos husos horarios diferentes.
Sin olvidarnos de Puebla de Sanabria, una de las localidades más visitadas de toda la provincia, nuestra ruta por la Sierra de la Culebra termina en una playa. De acuerdo que no es momento para baños, pero el embalse de Valparaíso, al lado de Villardeciervos, ofrece otra estampa singular con sus aguas serenas y arenales. Una razón más para salirse un poco de la norma y acercarse a esta tierra de lobos.
